Del periodista y escritor portugués, nacido en Mozambique, José Rodrigues dos Santos llega la obra, ahora traducida al español, El secreto de Spinoza. Se trata de una novela histórica que relata la vida del célebre filósofo neerlandés de origen sefaradí Baruch Spinoza, desde su infancia -durante la que ya despuntaba el genio que llegaría a ser-, hasta el brillante diálogo que mantuvo con el filósofo y matemático alemán Gottfried Wilhelm Leibniz.
En esa conversación, Spinoza abrió plenamente su pensamiento a Leibniz. Para entonces ya había escrito sus dos principales libros, Tratado Teológico Político (1670), en el que afirma que “el verdadero objetivo del gobierno es la libertad”, y La ética demostrada según el orden geométrico (1677) donde llega a la conclusión de que Dios y la Naturaleza poseen la misma sustancia, un pensamiento panteísta en pleno siglo XVII.
La novela de Rodrigues dos Santos cuenta ―en una línea argumental secundaria― que la comunidad judía sefaradí portuguesa tuvo que trasladarse a los Países Bajos con el fin de escapar de la Inquisición. Sin embargo, aquellos que no comulgaban con los principios de las religiones establecidas en Holanda, como el judaísmo y el calvinismo, comenzaron a ser perseguidos por sus ideas.
La historia comienza en Ámsterdam en 1640. El joven Bento de Spinoza asiste, en la sinagoga de Houtgracht, a una cruenta ceremonia de absolución a un hombre que había sido excomulgado de la comunidad judía por cuestionar las Sagradas Escrituras. Y se planta en él la semilla de la duda.
¿Y si la Biblia estuviera equivocada? ¿Quién escribió realmente los Textos Sagrados? ¿Cuál es la verdad sobre Dios y la Naturaleza?
La búsqueda prohibida
Para responder a esas preguntas, el joven Bento investiga en la biblioteca los textos de Rabí Moshé Ben Maimón, más conocido como Maimónides. Ya en el siglo XII, Maimónides cuestionaba algunos preceptos presentes en la Torá y el Talmud en su Guía de los Perplejos.
Maimónides adoptó la filosofía aristotélica, e intentó conciliar el racionalismo aristotélico a la comprensión de los textos sagrados. En Guía de los Perplejos, Maimónides establecía una conciliación entre la fe y la razón, dirigida a quienes vacilaban entre las enseñanzas de la religión judía y las doctrinas de la filosofía aristotélica que entonces imperaban.
Lo que Maimónides quería demostrar era que no existe contradicción en los puntos en que fe y razón parecen oponerse. Así, llega a una conciliación entre el sentido literal de las escrituras y las verdades racionales, acudiendo a la interpretación alegórica de los pasajes en conflicto.
A partir de sus vivencias personales y la lectura de los sabios judíos del medioevo español, Baruch Spinoza inició la mayor búsqueda intelectual de todos los tiempos, promoviendo en Europa la Era de la Razón, junto a Leibniz y Newton. No obstante, la de Spinoza era una búsqueda prohibida.
Los rabinos judíos y los predicadores calvinistas lo persiguieron y lo acusaron de herejía por sus preguntas incómodas y su búsqueda de una verdad que trascendiera los Textos Sagrados.
Las ideas del mundo que conocemos
Los conceptos fundamentales que Spinoza propuso en sus libros fueron cinco: el análisis racional de los textos bíblicos, la exclusión de cualquier intervención divina en los procesos naturales y la afirmación de que el alma no existe separada del cuerpo. También su insistencia en eliminar cualquier rasgo antropomórfico de la representación de Dios o de la Naturaleza y, por último, su persistencia en sustituir las religiones que pregonaban milagros imposibles de demostrar mediante un sistema racional.
Todas estas nociones son planteadas como principios filosóficos y políticos basados en la libertad de expresión. Spinoza creía firmemente que la razón liberaría al hombre del yugo de las religiones, ancladas únicamente en la fe.
Spinoza fue un gran defensor del liberalismo y de la democracia como formas de gobierno. Por ejemplo, en el libro se citan famosas frases como “La democracia es, de todas las formas de gobierno, la más natural y la que mejor encaja con la libertad individual” y “La democracia es el régimen de los hombres libres”.
También vio con sus propios ojos la matanza de los hermanos De Witt en manos de las hordas irracionales que los cortaron en pedazos, y no podía creer que aquello estuviese ocurriendo en los Países Bajos, la patria del capitalismo y de la libertad. “Aquello no era liberalismo, sino feudalismo”, supo decir, horrorizado. Y sostuvo que en una nación liberal, los ciudadanos deberían ser librepensadores sin riesgo de censura, tortura o, incluso, la muerte.
Según escribe José Rodrigues dos Santos en El secreto de Spinoza, a pesar de tratarse de uno de los fundadores del liberalismo como ideología, Spinoza tuvo un profundo impacto en pensadores que crearon otras ideologías. El periodista y escritor portugués también cita a Heine, que observó poéticamente que “todos los filósofos contemporáneos, quizá sin saberlo, miran a través de las lentes que Spinoza pulió”. Por ejemplo, Ludwig Feuerbach se basó en la visión spinoziana de que todo era materia, incluido Dios, para desarrollar el concepto de materialismo.
Spinoza influyó en el pensamiento materialista de Marx y en el inconsciente freudiano, “donde Spinoza veía como fuente de energía el conatus, Freud veía la libido; y donde el primero encaraba como obstáculo a la liberación del ser humano, la servidumbre de las pasiones, el segundo encontraba neurosis.” Otro de los grandes pensadores del siglo XX influidos por el autor de La ética demostrada según el orden geométrico fue Albert Einstein. El físico judío alemán se definió como “discípulo de Spinoza”, a quien atribuyó “la encarnación de la razón”.
“Queramos o no, el mundo en el que vivimos es el mundo de Bento de Spinoza, el mayor filósofo que los judíos, neerlandeses y portugueses hayan engendrado” concluye el autor en el libro.
Quién es José Rodrigues Dos Santos
♦ Nació en Mozambique en 1964.
♦ Es periodista de radio y televisión de Portugal (RTP). También ha trabajado en Radio Macau y la BBC, y ha sido colaborador permanente en la CNN.
♦Como novelista fue distinguido con los premios a la mejor novela de las librerías Bertrand y del Portal da Literatura. La ira de Dios fue galardonada con el Premio Clube Literario do Porto y el Premio Literario de la Lusofonía. La mano del Diablo fue premiada como Mejor Novela por el Portal de Literatura en 2012. Codex 632 y El enigma Einstein fueron nominados para el premio Literario IMPAC de Dublín en 2010 y 2012.