A lo largo de sus 60 años de historia, The Rolling Stones ha sido objeto de una infinidad de material bibliográfico en todo el mundo que aporta precisiones sobre su extenso recorrido y su impacto en la cultura popular global, pero ninguno de ellos se ocupaba de la labor musical de cada uno de sus miembros por fuera de la legendaria banda hasta la aparición de Stones fuera de los Stones, un exhaustivo compendio realizado por el coleccionista y periodista Diego Perri, lanzado semanas atrás en edición limitada.
Se trata de un abarcativo punteo año por año, con sus correspondientes breves reseñas, de los trabajos editados de manera oficial en formato físico por todos los miembros que en algún momento fueron parte de la banda; ya sea en carácter de solistas, como integrantes de otros grupos o a modo de colaboración con colegas.
De esta manera, en las 558 páginas que lo conforman conviven los conocidos discos solistas de Mick Jagger o Keith Richards, las aventuras jazzeras de Charlie Watts y las grabaciones de Willie and The Poor Boys y Rhythm Kings, los dos proyectos del bajista Bill Wyman; con el paso de Ron Wood por The Faces y de Mick Taylor por la banda de John Mayall; o las participaciones como invitados de Brian Jones e Ian Stewart en varios discos, por citar apenas algunos ejemplos.
Toda esa información consignada en el libro incluye como cierre de cada capítulo, los cuales se organizaron por año, un breve repaso de los principales hitos de la banda y la cantidad de shows en vivo realizados en ese período.
La gran “frutilla del postre”, tal como lo definió el autor, son unas palabras del propio Wyman a modo de preludio. “Este trabajo que Diego elaboró es una empresa enorme, y solo puedo felicitarlo por su excelente atención a los detalles. Esta historia de los Stones y sus carreras en solitario sin duda será apreciada por cada fanático de los Stones en todo el mundo”, escribió el histórico bajista al respecto.
Stones fuera de los Stones sucede a República Stone - Diario de viaje con The Rolling Stones por el mundo, lanzado en 2013, en donde Diego Perri detalla el seguimiento personal a sus héroes musicales por diversos países, lo que le permitió asistir a poco menos de un centenar de shows y tomar contacto personal con cada uno de sus miembros en distintos momentos.
“Cuando vio la luz República Stone sentí una alegría inmensa de tener mi primer libro pero casi de forma inmediata sentí un vacío tremendo. La única forma de ocupar ese vacío enorme era ponerme a escribir otro. En este universo inmenso que significa los Stones para todo fan, descubrí que no había ningún libro -tengo más de 800 en mi casa- con sus aventuras solistas y, mucho menos, que combinara todas las producciones coproducciones, autorías y coautorías en otros discos”, dijo el autor con respecto al germen de este trabajo, que además cuenta con ilustraciones de Joaquín Mondini.
-¿Cómo fue el proceso para poder ser lo más exhaustivo posible frente a una empresa tan compleja y cuáles fueron las principales fuentes de información?
-Son tantos años y tantas colaboraciones de los ocho integrantes que había que hacer un seguimiento muy celoso para que no faltara nada. Por ahora no descubrí nada que haya pasado en estos años y no esté en el libro. Como lema me planteé algunas cosas porque sino era una obra inacabable: tomé como colaboración obras originales, oficiales y lanzadas en formato físico, en audio o fílmico. Los primeros años empecé a bajar la info a partir de mi discoteca personal de los álbumes solistas e hice el respectivo comentario de cada disco y de cada colaboración. Luego recurrí a webs de coleccionistas del exterior. De hecho, algunas colaboraciones que no tenía se las pedí a un alemán llamado Nico Zentgraf, quien fue mi principal fuente. Con el correr del tiempo fui consiguiendo todo.
-¿Cómo se da la participación de Bill Wyman en el preludio?
-Para 2019 tenía el libro listo pero nos agarra la pandemia y todo se fue dilatando hasta 2023. “No hay mal que por bien no venga”, porque eso trajo aparejado dos cosas. Por un lado, fui actualizando las colaboraciones de cada uno durante ese período y, por otro lado, me avisan en Pascua que Bill Wyman, el stone que me faltaba conocer, iba a presentar un libro suyo en Londres. Saqué el pasaje, fui a la presentación que era bastante íntima, no más de 20 personas, y tras la presentación me quedé un buen rato charlando con él.
-¿Cómo fue eso?
-Wyman fue el primer stone en iniciar una carrera en solitario y es como el archivista de la banda, el coleccionista al que siempre le interesó guardar recortes, cintas. Le llevé una muestra preliminar del libro porque pensé que le podía interesar y le gustó lo que vio. Le pregunté si había chance de tener alguna línea y me dijo que lo siguiera con su asistente, pero me pareció muy interesado. Quedé en contacto con su asistente, quien me pidió si le podía enviar algunos de los comentarios traducidos. Le envié unos 40 o 50 y en junio me envió unas cálidas líneas que ofician de preludio.
-¿Qué particularidades encontraste al sumergirte en este mundo de colaboraciones? ¿Hubo algo que te sorprendiera a pesar de ser un gran estudioso de Los Rolling Stones?
-Es un verdadero universo lo de Ron Wood y Mick Taylor porque son por lejos los más colaboradores. Con Ron Wood te das cuenta de que muchas veces lo hizo como guiño a sus amigos porque muchas de ellas no tienen sentido o son cosas que no tienen mucho que ver con él, como algún coqueteo con la música electrónica, por ejemplo. Ahí te das cuenta de que eran guiños a algún amigo que esté su firma ahí. En el caso de Mick Taylor, muchas de ellas están buenísimas, pero otras fueron como músico de sesión, más por una necesidad que otra cosa.
-¿En qué sentido lo decís?
-Una vez fuera de los Stones, tuvo que seguir viviendo; no es un autor y no es como Jagger o Richards que hace varias décadas que están hechos. Tenía la necesidad de seguir trabajando de lo que es, de músico. Ian Stewart tiene muchas colaboraciones pero siempre volcado al boogie, al rhythm and blues, al blues. No hay mucho misterio, están bien identificadas sus colaboraciones. Bill Wyman es el más inquieto, primero con Willie and The Poor Boys y luego con Rhythm Kings tiene una amplia variedad de estilos. Hay soul, reggae, cosas de crooner.
-Si se hace un análisis global de todas las colaboraciones, ¿queda allí alguna “marca stone” reconocible o en su mayoría son guiños como los que comentaste respecto a Ron Wood?
-Un poco y un poco. Hay muchas que no dejaron rastro o no son participaciones históricas y hay muchas que sí, que dejaron una huella importante. Las tres colaboraciones más populares son de Mick Jagger: con Michael Jackson en “State of Shock”, con David Bowie en “Dancing in the Street” y con Peter Tosh en “Don´t Look Back”. Hay otras participaciones que no son populares aunque fueron con artistas conocidos, como Billy Preston, Dr. John o Leon Russell. Hay coqueteos de Keith con el country y el folk en sus colaboraciones con Willie Nelson. Hay un universo de colaboraciones y muchas dejaron rastros, quizás sin ser históricas o populares como las que nombré.
-Al principio me decías que cuando terminaste República Stone sentiste un vacío. ¿Está este vacío ahora que se publicó Stones fuera de los Stones luego de diez años de trabajo?
-No porque estoy trabajando en la reedición de República Stone, que salió en enero de 2013 y en estos años tuve la chance de ver a los Stones año tras año, salvo cuando no hubo giras, en 2020 y en 2023. Va a haber varias sorpresas porque hay fotos que antes no estaban autorizadas y ahora sí. También tengo un prólogo de parte de uno de ellos que será una linda sorpresa para los fans, así que estoy muy entusiasmado. La idea es sacarlo este año o, a más tardar, el año que viene.
Fuente: Télam S.E.