De CEO a influencer: dejó todo para ayudar a mujeres a que sus negocios sean rentables y “hacerlas brillar con su propia luz”

En “ADN de emprendedora”, la argentina Sheila Saad comparte claves de la inteligencia emocional para “descubrir tu propósito y cambiar tu vida”.

Sheila Saad: "La inteligencia emocional será el camino que te lleve a alcanzar tus objetivos personales y profesionales de forma constante".

“Me gusta definirme como una solucionadora serial”, escribe la argentina Sheila Saad en su nuevo libro, ADN de emprendedora. Descubre tu propósito y cambia tu vida. Oradora motivacional y magíster en administración de empresas, la autora comparte las claves para que “identifiques las mejores oportunidades, organices tus recursos y desarrolles un negocio sano y sostenible”.

Por motu propio, Saad, pasó “de CEO a influencer”: “Yo no me veía encerrada en una oficina. No me conformaba con la rutina de ir y venir, y ‘perder’ dos horas viajando cada día de mi vida. Simplemente, no era para mí; me parecía que era desperdiciar el tiempo. Tampoco me sentía rodeada de las personas con las cuales podría explorar todo mi potencial”.

Fue ahí que Saad descubrió su “superpoder”, ese camino que sería el punto de inflexión en su vida y que la llevaría a transformar la de otras mujeres: “Me convertí en mentora de emprendedoras para ayudarlas con lo que más sabía: hacerlas brillar con su propia luz. A darle forma a sus ideas para que se vuelvan negocios rentables”.

Editado por El Ateneo, ADN de emprendedoras demuestra que, a pesar de que “no todo es color de rosa”, como afirma en el primer capítulo del libro compartido a contionuación, “si lo puedes creer, lo puedes crear”.

Ficha

Título: ADN de emprendedora

Autora: Sheila Saad

Editorial: El Ateneo

Páginas: 256

Precio (en Argentina): En papel: $12000 En digital: $5500

Así empieza “ADN de emprendedora”

Si lo puedes creer, lo puedes crear

Todas las personas que crean en su potencial pueden ser exitosas. Si tienes una intención, un objetivo claro y estás dispuesta a transitar un proceso de autoconocimiento para encontrar tus fortalezas y recursos internos, puedes lograr todo lo que te propongas.

La inteligencia emocional será el camino que te lleve a alcanzar tus objetivos personales y profesionales de forma constante. A lo largo de esta lectura, verás que se trata más de disfrutar el viaje que de llegar al destino final, porque estoy convencida de que, aunque puedas lograrlo todo, siempre querrás más. ¡Siempre queremos más! ¿Ya te pusiste a pensar? Queremos amor, paz, libertad, éxito, felicidad… ¿Qué más?

Mi propia definición de “felicidad” es la de ser consciente de la realidad que te conforma. Es ese momento en donde te sientes bien, en equilibrio y con emociones positivas. Para tener cada vez más momentos felices y garantizar tu desarrollo, es decir, vivir una vida llena de oportunidades, debes hacerte responsable por todo lo que te pase. Al hacerlo, no solo te sentirás realizada y plena, sino que, además, estarás contribuyendo con el desarrollo de más personas, como lo estoy haciendo en este momento a partir de este libro. Tus resultados serán tuyos, pero tu impacto será tu legado.

Mi rol en este recorrido es acompañarte en ese descubrimiento de tu potencial. ¿Y por qué yo? Porque, transitando mi camino, descubrí mi superpoder y sé que puedo ayudarte a transformar tu vida de la misma manera que transformé la mía.

No todo es color de rosa

Cuando me recibí, decidí abrir mi propia marca de ropa, JAY SACHER. Lo hice con el apoyo de mi familia, que me ayudaba, sobre todo, en la administración. Mi hermana Gisela fue la que más se acercó al proyecto y apoyó en cada paso. Trabajé en ese emprendimiento durante dos años, pero debo admitirlo: fracasé. Lidiar con los talleres textiles es arduo, y hubo momentos en los que no me sentí segura frecuentando lugares donde la ilegalidad reinaba. ¡Eso no era para mí! Lejos estaba esa realidad de mis expectativas al comenzar con el proyecto. Fue entonces cuando mi papá me aconsejó ponerle todas mis energías al negocio familiar.

No fue fácil: era un gran desafío ser la menor de la familia y, por lo tanto, más joven que la mayoría de los colaboradores. En muchas ocasiones, sentí que, por mi edad —y un poco también por ser mujer—, mis ideas no eran ni respetadas ni valoradas. Sin embargo, con el paso de los años y el apoyo incondicional de mi familia, logré hacerme mi lugar y comenzar a tomar las decisiones más importantes del negocio.

Recuerdo que, en aquel entonces, la falta de compromiso laboral de muchos empleados me hizo dudar de mi capacidad de liderazgo y sentir que no podía explotar todo mi potencial. En ese momento, solo soñaba con rodearme de personas que amen su trabajo.

Allí fue cuando comencé a pensar que podía ayudar a las personas a vivir de lo que aman para que no tengan que desperdiciar su potencial o sus habilidades en un trabajo que no les interesara.

Sheila Saad: "Me convertí en mentora de emprendedoras para ayudarlas con lo que más sabía: hacerlas brillar con su propia luz".

Salir de la zona de confort

A pesar de mi comodidad, estabilidad económica y la perspectiva de un futuro tranquilo, no me sentía bien. Siempre fui agradecida por todo lo que tuve, pero, sinceramente, sentía que faltaba algo. Estaba relacionado con la felicidad en el trabajo y el libre albedrío, la posibilidad de elegir y reafirmar “sí, ¡esto es lo que quiero para mí!”.

Tuve la oportunidad de viajar por todo el mundo y siempre supe que quería mejorar mi calidad de vida y vivir cerca de la playa, del mar. El solo hecho de pensar en repetir todos los días esa misma rutina de auto, tránsito y oficina me agobiaba.

Para ese entonces, ya casada, surgió una propuesta para irme a vivir a Estados Unidos con mi marido. Dije enseguida que sí, reviviendo mi sueño de toda la vida. La idea era ir primero a Río de Janeiro, Brasil, de donde él es oriundo, para obtener la visa de trabajo, y luego instalarnos en Miami. Pero, en el medio, sucedieron algunas cosas que no manejé y que cambiaron los planes y nos hicieron quedar “varados” allí. Lo digo entre comillas porque podría haber tomado la decisión de volverme y no lo hice. En vez de responsabilizarme de mis actos y tomar una decisión, me quedé en “modo avión”, tratando de entender lo que había pasado. Sentí que me habían despojado de todo lo que había trabajado los últimos 15 años de mi vida. Pero la única verdad es que fui yo, tomando decisiones erradas y confiando ciegamente en las personas equivocadas.

Entre mis cientos de aprendizajes de este tiempo, tuve que trabajar la inteligencia emocional y volverme más flexible, como nunca antes lo había hecho. Acepté que los planes habían cambiado y me tuve que reorganizar, juntando cada uno de los pedazos de mis propias partes rotas. Este fue el punto de inflexión de mi vida.

De CEO a influencer

Nacer en el seno de una familia emprendedora me dio un conocimiento enorme, lleno de valores y experiencias. Ellos fueron el pilar fundamental de mi desarrollo. Mis padres me mostraron el mundo, de adentro hacia afuera. Mis hermanos fueron y siguen siendo mis aliados: Gigi es mi gran consejera; Pachi, mi gurú, y Lulú, mi cable a tierra. Sin embargo, trabajar en familia fue muy desafiante para todos, y quisimos buscar otro enfoque. A medida que fuimos creciendo y madurando, cada uno eligió su propio camino en busca de nuevos horizontes.

Yo no me veía encerrada en una oficina. No me conformaba con la rutina de ir y venir, y “perder” dos horas viajando cada día de mi vida. Simplemente, no era para mí; me parecía que era desperdiciar el tiempo. Tampoco me sentía rodeada de las personas con las cuales podría explorar todo mi potencial.

En ese momento, por primera vez, no tenía ningún plan a nivel profesional. Era un lienzo en blanco. Así que comencé a preguntarme qué es lo que quería y lo que no quería más para mi vida porque ese volver a empezar me permitía la posibilidad de elegir algo nuevo. Un día me encontré con una publicación en Instagram de una supuesta experta en emprendimientos que se hacía llamar “mentora”, sin ningún tipo de conocimiento ni experiencia. Recuerdo que, mientras leía las barbaridades que decía, sin ningún fundamento, instantáneamente, pensé que yo podía hacerlo mejor. ¡Y no desde la soberbia! Dicen que una persona necesita 10 000 horas de estudio o práctica para ser experto en un área específica. Esto quiere decir que hay que dedicarle 10 horas semanales en 20 años, 20 horas semanales en 10 años o 40 horas por semana en 5 años. ¡Y yo las tenía!

En ese momento, sentí algo que nunca olvidaré porque jamás lo había experimentado antes: descubrí dónde estaba mi futuro. Una voz dentro mío me gritaba: “¡Sheila, es por aquí! ¡Esto es lo que debes hacer!”.

Llegué a la conclusión de que lo que me hacía feliz era sentirme útil, haciendo lo que esté a mi alcance para ayudar a otros a superarse. Por eso, me gusta definirme como una solucionadora serial, ya que me consultan sobre diversos temas, y siempre busco la manera de aportar valor.

En aquel entonces, el deseo de mejorar mi satisfacción profesional hizo que comenzara a pensar en dejar de ofrecer productos y empezara a ser mi propio producto brindando mis conocimientos, experiencia y visión empresarial. Sabía que tenía mucho para dar porque siempre asesoraba a amigos y conocidos sobre cómo adaptar sus negocios al mundo online. Sentí que causar esas pequeñas/ grandes transformaciones en la existencia de las mujeres era el sentido de mi vida. Sabía que, con toda mi experiencia, podría ayudarlas a que pudieran trabajar de lo que realmente querían hacer. Y así uní mis dos pasiones: los negocios e internet.

Desde muy pequeña, soy fanática de las redes sociales y vivo conectada desde 1997, mucho antes de que se ponga de moda o, mejor dicho, sea parte tan fundamental de la vida. En aquel entonces, me hacía amigos por internet y me conectaba con personas de todo el mundo. Mirc, ICQ, Messenger, Facebook e Instagram fueron mis aliadas, convirtiéndose estas últimas en mis máximas pasiones. ¡Conectar personas y generar oportunidades también está en mi ADN!

En 2019, me reinventé. Me convertí en mentora de emprendedoras para ayudarlas con lo que más sabía: hacerlas brillar con su propia luz. A darle forma a sus ideas para que se vuelvan negocios rentables.

Siempre digo que aquel día empecé de cero, pero la realidad es que nunca volvemos a empezar de cero. Somos nuestra experiencia, nuestra formación, nuestras decisiones. Somos nuestro entorno y, definitivamente, nuestra evolución.

Quién es Sheila Saad

♦ Nació en La Plata, Argentina, en 1984.

♦ Es fundadora de “El club de emprendedoras” y oradora en temas de emprendimientos y empoderamiento femenino.

♦ Tiene una licenciatura en Diseño Textil y de Indumentaria en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y un magíster en Administración de Empresas en EAE Business School en España.

ADN de emprendedora es su primer libro.

Más Noticias

Otro Álvaro Pombo, un país que ardía: el último libro del ganador del Premio Cervantes cuenta recuerdos de la Guerra Civil Española

El personaje principal de “Santander, 1936″, es el tío del escritor, que en ese entonces acababa de volver de Francia. Agitación política y sus consecuencias

“Un país bañado en sangre”: Paul Auster advirtió sobre el peligro de las armas libres en Estados Unidos más de un año antes del atentado a Trump

El autor contando que su abuela mató a su abuelo de un tiro. Pero el libro, que tiene menos de cien páginas, va mucho más profundo. Allí el autor, que murió en mayo, dice que los norteamericanos tienen veinticinco veces más posibilidades de recibir un balazo que los ciudadanos de otros países ricos

Moisés Naim: “Hoy la democracia está bajo ataque a nivel mundial, es una forma de gobierno en peligro de extinción”

El columnista venezolano, uno de los más leídos en castellano, publica un nuevo libro, “Lo que nos está pasando”. Habló con Infobae sobre sus temas principales: las nuevas estrategias dictatoriales, el rematch electoral entre Joe Biden y Donald Trump, el combo del populismo, la polarización y la posverdad y la sensación generalizada de vivir un periodo de crisis histórica

Así son los jóvenes escritores de Lisboa que llegarán a Buenos Aires: fútbol, diversidad y mestizaje

Yara Nakahanda Monteiro, Bruno Vieira Amaral y Afonso Reis Cabral estarán en la Feria del Libro porteña. Aquí comparten expectativas sobre su encuentro con autores y editores argentinos

De Lisboa a Buenos Aires: Lídia Jorge invita a las nuevas escritoras a mirar al pasado para ver el futuro

La aclamada escritora portuguesa, que estará en la Feria del Libro, reflexiona sobre el papel de la literatura en la denuncia del machismo y la represión, destacando similitudes y diferencias entre continentes