Según el psicólogo bestseller Walter Riso, hay “cuatro creencias absurdas sobre el amor que suelen aplastarte y limitar tu crecimiento personal” de las cuales es urgente liberarse: si amas, debes obsesionarte; si amas, debes renunciar a tu identidad; si amas, debes tener miedo a perder a tu pareja y si amas, debes esclavizarte.
En la reedición de su exitoso libro Enamorados o esclavizados, el doctor en Psicología especializado en terapia cognitiva escribe un “manifiesto de liberación afectiva”, concepto que define como “la posibilidad de establecer un vínculo de amor saludable y sin ataduras a través del cual cada quien pueda darle impulso al desarrollo de su libre personalidad, a pesar y por encima del amor”.
“Liberación afectiva significa tomar las riendas de la propia vida emocional, aun estando en pareja, sin agobios y sin sufrimientos inútiles que nos impidan ser como realmente somos o como se nos antoja ser. Se trata de amar sin depender y de construir un modelo de independencia afectiva con el cual regir la propia vida emocional: discernir lo que se concede de lo que por principio no es negociable. Sabiduría afectiva o amor sabio, amor que se reinventa a sí mismo, imparable y siempre hacia arriba”, escribe el autor en el prólogo, que puede leerse completo al final de esta nota.
En Enamorados o esclavizados, Walter Riso apunta contra los amores obsesivos y tóxicos para resaltar la importancia de “un amor apasionado pero sereno, un amor con identidad personal, un amor valiente y un amor libre”. ¿Se puede amar sin depender, sin perderse a uno mismo, sin sufrir? En este libro “amorosamente incorrecto”, el experto en relaciones no solo opina que sí, sino que ayuda al lector a encaminarse hacia un amor más sano.
Así empieza “Enamorados o esclavizados”
Introducción
Entiendo por liberación afectiva la posibilidad de establecer un vínculo de amor saludable y sin ataduras a través del cual cada quien pueda darle impulso al desarrollo de su libre personalidad, a pesar y por encima del amor. Liberación afectiva significa tomar las riendas de la propia vida emocional, aun estando en pareja, sin agobios y sin sufrimientos inútiles que nos impidan ser como realmente somos o como se nos antoja ser. Se trata de amar sin depender y de construir un modelo de independencia afectiva con el cual regir la propia vida emocional: discernir lo que se concede de lo que por principio no es negociable. Sabiduría afectiva o amor sabio, amor que se reinventa a sí mismo, imparable y siempre hacia arriba.
El sacrificio ilimitado del propio yo como requisito para acceder a un amor de pareja es vestigio de una concepción anacrónica que se asienta en el dolor y en la abnegación amorosa como principios imprescindibles para que una relación fluya y dure. En las culturas que sobredimensionan el amor, el sacrificio irracional amoroso, sea físico o psicológico, siempre es observado con cierta benevolencia (“¡Cuánto lo ama!” o “¡Todo lo hace por amor!”) y hasta es justificado con cualquier tipo de explicación o argumento. Yo, en cambio, veo la cosa de otra manera: “Si se autodestruye en nombre del amor, ¡qué poco se ama a sí mismo!”.
Dejar a un lado la dignidad del yo para estar o con vivir con otro es un acto de cobardía, así la sociedad lo ensalce a través de los Romeos y las Julietas que inundan el cine, la tele, la literatura y la música. ¿Has escuchado con atención la letra de los boleros? ¿Seriamente? Parecen escritos por Apegados Anónimos: los protagonistas se arrastran, ruegan, se laceran, gimen, maldicen, lloran y sufren a más no poder. Montados en una nostalgia punzante, se regodean en el mal de amor, en lo que podría haber sido y no fue y en el afecto hecho sufrimiento, no importa la razón. Presente, pasado y futuro angustiosos, turbulentos, apesadumbrados y teñidos apenas de alguna alegría efímera convertida rápidamente en nostalgia. Es el discurso revuelto del sujeto dependiente, del celoso y del despechado: “Haz de mí lo que quieras, mientras sea por amor…”.
Concretamente: ¿liberarse de qué? De cuatro creencias absurdas sobre el amor que nos aplastan y limitan nuestro crecimiento personal. Cuatro máximas que generan una enorme carga emocional que hunde el amor y lo convierte en algo enfermizo y altamente peligroso: “Si amas, debes obsesionarte”, “Si amas, debes renunciar a tu identidad”, “Si amas, debes tener miedo a per der a tu pareja” y “Si amas, debes esclavizarte”. Cuatro “deberías” claramente destructivos para la salud mental: amor obsesivo, fusionado, temeroso y opresivo. Los cuatro jinetes del Apocalipsis del mundo amoroso, cuatro lastres que arrastramos en la mayoría de nuestras relaciones afectivas, en mayor o menor grado. Así nos educaron en el comienzo y así lo hemos transmitido de generación en generación: amor y sufrimiento, dos caras de la misma moneda.
Sin embargo, pese a esta manera de conceptualizar la experiencia afectiva, es posible crear un esquema mental liberador y constructivo que se oponga a las cuatro tendencias señaladas: al amor obsesivo, opongo un amor apasionado, pero sereno; al amor fusionado, opongo un amor con identidad personal; al amor temeroso, opongo un amor valiente, y al amor opresivo, opongo un amor libre. Cuatro pilares sobre los que se pueden construir relaciones placenteras y llevaderas, jamás perfectas, sino alegres y cómodas, así a veces nos provoque mandar todo a volar, pareja incluida.
¿Por qué solo estos cuatro, si hay muchos más? A sabiendas de la complejidad de la temática, considero que estos cuatro aspectos evidencian mejor que otros el epicentro del apego al amor. Si pudiéramos liberarnos de ellos, veríamos el camino hacia un amor independiente, pleno y saludable, mucho más despejado. Por eso este libro consta de cuatro partes que hacen referencia a cada una de las creencias antes mencionadas. Recomiendo leerlas en el orden que se presentan para seguir su lógica interna, la progresión de las ideas. Es un libro pequeño y condensado, de allí el nombre de Manifiesto.
El diccionario de María Moliner define la palabra manifiesto como “documento en que una persona, grupo o entidad hacen públicos sus principios o intenciones”. En otras definiciones de otros diccionarios, se agrega que los principios e intenciones de un manifiesto responden a una ideología, generalmente relacionada con la política o el arte. En el presente texto, dejo plasmada mi opinión psicológica sobre ciertos aspectos del amor, opinión que sin duda está relacionada, a su vez, con la visión que tengo del mundo, con mis principios y mi ideología personal. Espero que algunos de los aspectos aquí analizados lleven a los lectores y a las lectoras a pensar y a descubrir el amor más allá de los términos convencionales.