Los rostros de esperanza que les vi a mis padres en aquellos tiempos solo se volvieron a repetir con algún gran logro de mi hermano o mío. Esa es mi impresión de la primavera democrática, de esos meses de ilusión y participación ciudadana. Hace unos días atrás mis padres decidieron no ir a votar.
Son quizás los sentimientos que atraviesan también el libro 1983. Un proyecto inconcluso, de la historiadora estadounidense Jennifer Adair, publicado en 2020 en inglés y, recientemente en español, por el Fondo de Cultura Económica.
El libro de Adair se enfoca en el período de transición a la democracia en Argentina después de la última dictadura militar. La autora analiza las demandas y expectativas sociales de los ciudadanos que se expresaron a través de cartas, protestas, movimientos y organizaciones.
A lo largo de los capítulos, la autora utiliza el hambre y la situación alimentaria como hilo narrativo. Pero el propósito de Adair es mostrar las causas y las consecuencias de la ilusión y el desencanto que se vivieron en esos años, así como el legado de la década de 1980 para las luchas democráticas posteriores.
“‘Con la democracia se come, se cura y se educa’ fue una frase que resumió el anhelo de una sociedad que buscaba recuperar sus derechos básicos después de años de represión y de exclusión”, escribe la historiadora en el libro y se basa en una amplia variedad de fuentes primarias y secundarias, como documentos oficiales, archivos periodísticos, testimonios orales, memorias, ensayos y estudios académicos.
Su principal aporte es el uso de las cartas que los ciudadanos le enviaron a Alfonsín, que constituyen un material inédito y valioso para comprender las percepciones, las emociones y las expectativas de la gente común en un momento histórico clave.
La promesa de la democracia
El libro se divide en seis capítulos y un epílogo ordenados cronológicamente. En el primero, Adair explica el contexto histórico y político de la Argentina de 1983, marcado por el fin de la violencia estatal y la recuperación de las instituciones democráticas. Es interesante la lupa sobre este período que, en palabras de la autora, “comienza con la recesión económica y la ola de manifestaciones que demandaban el fin de la dictadura; llegó a su punto álgido con la derrota argentina en la guerra de Malvinas, a mediados de 1982; y culminó con las elecciones libres que condujeron a la asunción presidencial de Raúl Alfonsín”.
La autora hace foco en cómo se fue gestando, desde los diferentes sectores de la sociedad ―la Multipartidaria, la Iglesia, los organismos de Derechos Humanos y los sindicatos ―una oposición a la dictadura, potenciada por la recesión y la deuda. Adair también destaca la Marcha contra el Hambre, organizada por el Obispo de Quilmes en 1981 como parte del hilo argumental del libro. A su vez recuerda que el inicio de la guerra de Malvinas venía a tapar el descontento y la crisis, a días de una masiva manifestación de la CGT, que fue reprimida.
En el segundo capítulo, Adair examina la campaña electoral de Alfonsín y su promesa de “con la democracia se come, se cura y se educa”, que movilizó a millones de votantes. Lo novedoso de este capítulo es el foco de la autora. Además de la promesa de democracia e institucionalidad que lleva a Alfonsín a la presidencia, fue el discurso con un tono económico el que hizo la diferencia. Adair realiza un análisis de este aspecto en el texto.
Así, la autora resalta los discursos de Alfonsín, como también en la plataforma de la UCR y cómo el énfasis versaba sobre el hambre y la justicia social, así como de las cuestiones de índole económica. El libro destaca la primavera democrática y la política de Derechos Humanos, la conformación de CONADEP y los juicios, pero lo hace en el marco de un conjunto de derechos que engloba en la promesa de 1983.
“La popularidad de Alfonsín reflejó la expectativa de que los derechos políticos una vez restaurados, también desencadenarán una nueva era de bienestar material”, escribe Adair en el libro y sigue: [Alfonsín] “presentó una plataforma convincente, según la cual la combinación entre democracia institucional y justicia social era capaz de poner fin a los flagelos endémicos de la crisis política y el autoritarismo”.
Pobreza, inflación y programas alimentarios
En 1983. Un proyecto inconcluso, Adair también analiza el Programa Alimentario Nacional (PAN), una política pública destinada a garantizar el acceso a la comida de los sectores más vulnerables. Mediante la entrega mensual de alimentos no precederos a familias necesitadas, el PAN fue un intento de mitigar la situación de pobreza que dejaba la dictadura. Como señala la autora, el PAN tuvo su auge en 1986, cuando entregaba 1,3 millones de cajas de alimentos por mes.
Algo novedoso para esa época ―y que anticipa la estructura de los planes sociales en la Argentina― es que la entrega no solo consistía en la entrega de alimentos, sino que se organizaban compras comunitarias y capacitaciones, destinadas a las mujeres al frente del hogar. “El PAN no solo fue el programa alimentario más grande la historia argentina, sino que además marcó la primera vez en que un gobierno nacional debió recurrió a la distribución masiva de alimentos para sostener a su población”, escribe la historiadora.
La situación económica, la inflación y los problemas propios de un programa de alcance nacional, con un gobierno que se iba debilitando, terminaron por poner al PAN en crisis. Problemas en la logística de distribución, cuestionamientos al contenido de las cajas y la periodicidad con que se entregaban fueron algunos de los puntos que hicieron tambalear el plan. La fortaleza y el consenso con el que se había aprobado el programa se fue debilitando y terminó con muchos ataques desde la política.
Adair también se centra en el caso de Mazzorín. Ante un lock out de los productores de pollos y con el foco puesto en querer bajar los precios, el ex secretario de Comercio Interior, Ricardo Mazzorín, decidió importar pollos. Una parte de esa importación se puso en mal estado, por lo que esos pollos no se vendieron al mercado. Con la noticia, las empresas y los productores aprovecharon para atacar al gobierno, en especial a Mazzorín. Los precios, que habían bajado con el anuncio de la medida, subieron, al igual que todos los productos del mercado.
La autora utiliza este caso tan famoso como controversial para analizar las políticas económicas del periodo alfonsinista, marcadas por la alta inflación y la crisis de la deuda. “El caso Mazzorín fue un escándalo que erosionó la credibilidad y la legitimidad del gobierno, y que mostró los límites y las dificultades del planeamiento económico en un contexto de crisis”, dice Adair en el libro.
Recuperar la perspectiva ciudadana
En el quinto capítulo, Adair presenta una selección de las más de cinco mil cartas que los ciudadanos le enviaron a Alfonsín, en las que expresaban sus necesidades, reclamos, sugerencias y opiniones sobre la situación del país. Este capítulo es, tal vez, el más el novedoso en cuanto a la presentación de una época y el más rico, describiendo el sentimiento ciudadano de aquel momento.
“Las cartas a Alfonsín fueron una forma de participación ciudadana que expresó la diversidad y la complejidad de la Argentina democrática, y que planteó demandas y desafíos al poder político”, señala la historiadora en 1983. Un proyecto inconcluso.
En el sexto capítulo, Adair narra los saqueos de 1989, que fueron el detonante de la renuncia anticipada de Alfonsín y el inicio de una nueva etapa de ajuste y austeridad. La autora señala cómo la inflación y el deterioro de la situación económica ―en particular en el Gran Buenos Aires― desencadenó en los saqueos que pusieron en jaque al gobierno de Alfonsín, configurando el traspaso meses antes de lo establecido. “Los saqueos de 1989 fueron el resultado de una explosión social que puso fin a un proyecto inconcluso, y que abrió el camino a una nueva etapa de transformaciones económicas, sociales y culturales”, escribe la historiadora.
En el epílogo, Adair reflexiona sobre el significado y la vigencia de la promesa de 1983, y plantea algunos interrogantes para el futuro de la democracia en Argentina.
1983. Un proyecto inconcluso es una obra interesante, que ofrece una mirada novedosa y crítica sobre la historia reciente de Argentina. Lo innovador del libro es el mérito de recuperar la perspectiva de los ciudadanos comunes, que fueron los protagonistas y los destinatarios de la transición a la democracia, y que expresaron sus sueños, sus frustraciones y sus esperanzas en sus cartas a Alfonsín.
El libro tiene otro elemento valioso: el cuestionamiento de algunos mitos y estereotipos sobre la década de 1980, mostrando sus luces y sombras, los logros y las deudas, las continuidades y sus rupturas.
Tenemos una democracia que no ha se ha visto interrumpida por un largo período, pero el 56 % de los niños menores de 14 años son pobres. A 40 años de democracia y a días de la asunción de un nuevo gobierno democrático, la promesa de 1983 tiene un sentido enorme.
Quién es Jennifer Adair
♦ Es doctora en historia por la New York University y profesora de historia latinoamericana en la Fairfield University, en Connecticut.
♦Ha recibido numerosas becas, entre ellas la Fulbright, y reconocimientos, como el de la American Council of Learned Societies, y el del National Endowment for the Humanities.
♦ Ha publicado numerosos ensayos y es colaboradora habitual en periódicos con artículos sobre la historia de la transición a la democracia en Argentina, la religión popular y los derechos humanos, entre otros temas.