¿Por qué un libro sobre 1973? Porque se cumple medio siglo de un año con una intensidad y una velocidad llamativas: terminó una dictadura, hubo dos elecciones, cuatro presidentes en un mismo año, volvió Juan Domingo Perón tras 18 años de exilio, se produjo la masacre de Ezeiza, el asesinato del líder sindical José Ignacio Rucci, hubo un récord de secuestros extorsivos, el aumento de la represión ilegal, y una mujer -María Estela Martínez de Perón- integró la fórmula presidencial ganadora por primera vez en la historia de nuestro país.
Pero no todo era política en ese año turbulento. La cultura revivía y se renovaba. Julio Cortázar regresaba al país para presentar El libro de Manuel. Rodolfo Walsh volvía a desplegar el cruce entre literatura y periodismo con su obra Caso Satanowsky. Tomás Eloy Martínez publicaba La Pasión según Trelew, y otro escritor proveniente del periodismo, Osvaldo Soriano, lanzaba con éxito de ventas su primera novela, Triste, solitario y final.
En la música también pasaban cosas buenas: María Elena Walsh editaba su disco Como la cigarra, Luis Alberto Spinetta comenzaba con Artaud, una obra fundamental del rock nacional. El español Joan Manuel Serrat llenaba el Luna Park, mientras León Gieco y el brasileño Roberto Carlos peleaban el ranking junto a Palito Ortega, con su tema Yo tengo fe. Pese a que Ortega no era un cantante de protesta, ese tema fue leído dentro de la celebración de la vuelta de Perón a la Argentina. También llegaba al cine Rock hasta que se ponga el sol y los discos Confesiones de Invierno de Sui Géneris y Mi cuarto de Vivencia, entre muchos otros éxitos musicales.
En la pantalla chica también se vivía un cambio: crecía la programación de la TV nacional, se veían series extranjeras a la hora de la cena, continuaba el éxito de telenovelas nacionales como Rolando Rivas taxista, se estrenaba el film de Leonardo Favio, Juan Moreira, censuraban las película El último tango en París y nacía el bebé de Crespi en la continuación de un aviso donde -el año anterior- Hugo Arana se había emocionado al descubrir unos escarpines en la mesa familiar.
Pero sin duda 1973 fue un año eminentemente político. El primero de un breve período de democracia de apenas tres años, truncado por la más oscura de las dictaduras. Pensar que Argentina cumplirá en diciembre de 2023 cuatro décadas ininterrumpidas de gobiernos democráticos es saber que en apenas tres años no hubo tiempo para nada. Fueron tiempos complejos donde el país no llegó a crecer ni a resolver sus graves conflictos, y la democracia fue aplastada por el golpe militar del 24 de marzo de 1976, que duró casi ocho años.
La intensidad de la vida política en 1973 estuvo marcada por hechos trascendentes: fue el fin del gobierno de facto de Alejandro Agustín Lanusse, se realizaron las elecciones que consagraron a la fórmula Héctor Cámpora-Vicente Solano Lima, que dispuso la liberación de los presos políticos; renunció Cámpora a la presidencia apenas 49 días después de asumir, ante el inminente y definitivo retorno de Perón al país; asumió Raúl Lastiri como presidente interino y una multitud esperó a su líder en Ezeiza el 20 de junio de 1973, en lo que prometía ser una fiesta. Pero hubo muertos y heridos, y el avión que lo traía de regreso terminó aterrizando en el aeropuerto de Morón.
Poco después se realizaron las elecciones que consagraron por amplia mayoría (casi un 62%) a la fórmula Perón/Isabel Martínez; dos días después asesinaron al secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, en un atentado atribuido a la izquierda peronista; comenzó el tercer y último período presidencial del líder del Justicialismo, quien falleció en julio del año siguiente; se acrecentaron los secuestros extorsivos que recaudaron millones de dólares; continuó el accionar de la guerrilla en todo el país; y comenzaron los primeros atisbos de la represión ilegal.
Todo esto ocurría en Argentina el mismo año del golpe cívico-militar en Uruguay, y del de Augusto Pinochet, quien comenzaba su larga dictadura en Chile tras derrocar al presidente Salvador Allende, quien se suicidó en la Casa de la Moneda. Además, a principios de ese año, Estados Unidos retiraba sus tropas de Vietnam, y crecía el escándalo del caso Watergate, que derivó en la renuncia del presidente Richard Nixon. En 1973 también se desató la guerra de Yom Kipur, un conflicto bélico entre una coalición de países árabes, liderados por Egipto, e Israel.
Pero el año de los cuatro presidentes (Lanusse, Cámpora, Lastiri y Perón) no surgió de la nada. Traía sobre sus espaldas la dictadura que derrocó al radical Arturo Illia en 1966, esa autodenominada Revolución Argentina en la que se sucedieron Onganía, Levingston y Lanusse, y que finalizó con las elecciones que consagraron a Cámpora. También traía la marca de la violencia política de los sesenta y principios de los setenta, la larga proscripción de Perón en el exilio, las instrucciones que impartía desde Madrid, la preocupación creciente por su salud, la relación conflictiva con Cámpora y la figura del influyente López Rega, y la expectativa de muchos argentinos de que el retorno del líder político pudiera mejorar la persistente crisis económica.
Además estaba latente la pulseada entre las organizaciones de izquierda y el peronismo ortodoxo, y en ese marco los hechos de Ezeiza le otorgaron un triunfo temporario a estos últimos. Sin embargo, la Tendencia Revolucionaria mantenía su poder de movilización en las calles. Quienes también mantenían su poder de movilización eran los miembros del sector sindical, a quienes Perón había fortalecido desde su retorno al país. El otro aliado del peronismo ortodoxo era López Rega, quién había hecho crecer su influencia sobre Isabelita durante varios años de relación cotidiana en Madrid. López Rega sería una figura clave del gobierno de Isabel tras la muerte de Perón, el 1° de julio de 1974.
En este escenario, con una guerrilla que seguía actuando a pesar de la asunción democrática de Cámpora, un Perón que volvía al país con un enorme respaldo popular pero ya enfermo, el clima político era complejo. Además, había signos de un poder militar debilitado pero no resignado a alejarse de la escena política, tal como lo demostraría el fatídico 24 de marzo de 1976.
Todas estas convulsiones y cambios hicieron de 1973 un año intenso y complejo, que vale la pena tratar de comprender y explicar.
Sobre 1973
El libro que publica Infobae Leamos para descarga gratuita recorre este año clave con artículos de:
‣ Silvana Boschi: La introducción.
‣ Eduardo Aulicino: En los umbrales de la tragedia.
‣ Julio Bárbaro: Argentina en el ‘73: entre el fin de una dictadura y el retorno definitivo de Perón.
‣ Martín Kanenguiser: La economía en 1973, del efímero pacto social al germen del estallido con el Rodrigazo.
‣ Gustavo Sierra: Un año que marcó a fuego al mundo.
‣ Gabriela Saidón: El arte será revolucionario o será qué.
‣ Diego Lerer: Cine político, erotismo, censura y adaptaciones.
‣ Víctor Pintos: La efervescencia musical de aquellos extraños de pelo largo.
‣ Martín Teitelbaum: Televisión, una temporada salvaje.
Se puede bajar desde este link y leer en cualquier teléfono, tablet o computadora.
Aquí, una guía sencilla para descargar y leer el libro electrónico.