El fotoperiodista Gervasio Sánchez lleva un cuarto de siglo trabajando en su emblemático libro Vidas minadas, el cual ha ocupado gran parte de su tiempo desde septiembre de 1995.
A través de relatos, testimonios y fotografías, Sánchez expone cómo las minas han alterado la vida de millones de personas alrededor del mundo, dejando heridas, no solo físicas, sino también emocionales.
El libro, publicado originalmente en 2007, reúne todo el trabajo del fotoperiodista español y se erige como un testimonio conmovedor que revela las devastadoras consecuencias de las minas antipersonales en países como Angola, Mozambique, Camboya, Afganistán, Irak, El Salvador, Nicaragua, Colombia y Bosnia-Herzegovina.
Este extenso recorrido ha sido crucial para mostrar la magnitud del sufrimiento humano provocado por estas armas.
Las minas antipersonales no discriminan: causan estragos que trascienden fronteras y culturas. Las historias presentadas en las páginas de Vidas minadas son un grito contra la injusticia y un llamado de atención sobre el drama continuo que enfrentan las víctimas. En este sentido, Sánchez no solo documenta el impacto inmediato de las minas, sino que también resalta el dolor persistente que estas armas causan incluso después de que los conflictos han terminado.
El fotoperiodista, al relatar sus encuentros con las víctimas, nos presenta una perspectiva íntima y conmovedora. El libro no solo documenta la realidad, también es un llamado a la acción.
Uno de los casos más impactantes del libro es el de Sofia Elface Fumo de Mozambique, que perdió ambas piernas a los 10 años, y además tuvo que enfrentarse a la muerte de su hermana y al abandono por parte del padre de su primer hijo. A pesar de estos desafíos, ha continuado su educación, posee una tienda y se dedica a la costura.
Otro de los relatos nos sitúa de frente a Manuel Orellana, víctima en El Salvador. A pesar de la tragedia que lo marcó a los veinte años, encontró el apoyo de su familia y aprendió el oficio de la costura, logrando que tres de sus hijos asistieran a la universidad.
Adis Smajic, víctima en Bosnia-Herzegovina a los 13 años, sufrió pérdida de ojo, amputación del brazo y cicatrices faciales por la onda expansiva de una mina. Gracias al apoyo de una compañía de seguros, se sometió a varias cirugías reconstructivas para mejorar su aspecto físico.
Monica Paola Ardila Jerez, herida en Colombia a los 7 años, perdió la vista y una mano. Pese a ello, asiste a la escuela diariamente y estudia braille, demostrando una notable determinación y valentía.
En una entrevista con la Agencia EFE, Sánchez denuncia el olvido de los países comprometidos a brindar ayuda humanitaria y aboga por una mayor conciencia y acción para eliminar este flagelo global.
Las historias al interior de Vidas minadas ilustran la resiliencia, fortaleza y la lucha constante por la supervivencia de quienes han sido impactados por las minas antipersonales. A pesar de las adversidades, estas personas han encontrado formas de reconstruir sus vidas y seguir adelante, inspirando con su valentía y determinación.
Este aniversario es una oportunidad para recordar la persistencia de un problema que, a pesar de los esfuerzos y acuerdos internacionales, sigue afectando a las comunidades en todo el mundo. La reedición del libro marca la continuidad de la lucha contra las minas antipersonales, invitando a la reflexión y a un compromiso renovado para erradicar este problema humanitario.
Sobre el autor: Gervasio Sánchez
♦ Es periodista desde 1984. Sus trabajos se publican en Heraldo de Aragón, El País y La Vanguardia; colabora con la cadena SER y la BBC.
♦ Es autor de varios libros fotográficos, entre ellos Mujeres Women/Afganistán, Activistas por la vida, Antología, Kosovo, Niños de la guerra, Sierra Leona. Guerra y paz, La caravana de la muerte. Las víctimas de Pinochet, Latidos del tiempo, Vidas minadas y Sarajevo 1992-2008 (publicados por Blume).
♦ Ha sido merecedor de los premios Cirilo Rodríguez, Club Internacional de Prensa, Andalucía de Cultura, Derechos Humanos de Periodismo, Liber Press, Javier Bueno y Joan Alsina de Casa América Cataluña; las instituciones aragonesas le concedieron la Medalla de Oro de Santa Isabel de Portugal y la Medalla al Mérito profesional.
♦ En 2008 obtuvo el Premio Ortega y Gasset por la fotografía Sofía Elface Fumo con su hija Alia y en 2009 el Premio Nacional de Fotografía. En abril de 2011 recibió el Premio Internacional Julio Anguita Parrado y en mayo de 2011 recibió la Gran Cruz de la Orden Civil de la Solidaridad Social.
♦ Es enviado especial por la paz de la UNESCO desde 1998.