Una ex convicta, entre el alcoholismo y una segunda oportunidad en el amor: cómo es lo nuevo de Colleen Hoover

En tiempos de inmediatez, donde la información está al alcance de un clic (y en menos de cinco minutos podés comprarte una remera, un libro o un electrodoméstico sin moverte de tu casa, o desde el colectivo), es frecuente escuchar del concepto de “lectura ligera” entre editores que presentan las novedades literarias. Se refieren a esos libros que se “leen de una sentada”: historias con un arco argumental adictivo, simple, sin mucha profundidad, de entre 300 y 400 páginas, y que el ávido lector se las puede devorar en una mañana, tarde o noche cualquiera.

Cada vez es más frecuente encontrar libros que se leen rápido, ideales para aquellos que cuentan con poco tiempo de lectura durante la semana y aprovechan su rato de ocio para empezar, disfrutar y terminar una novela de un tirón. Hay algo en los millennials que desean tener todo ya, un placer relacionado con la inmediatez. Lo que es urgente. Todo para ayer.

En las redes sociales hay hate ―algo así como críticas, difamaciones, comentarios ofensivos en redes sociales― contra estos lectores que leen más rápido que otros. Hate y reclamos que reciben los jóvenes lectores que promocionan la lectura en plataformas digitales, como TikTok, Instagram o Twitter. Es un hecho que los jóvenes lectores pueden terminar novelas en pocas horas y correr a las redes sociales a hablar de ello, casi como si fuera una competencia.

Ante estos comentarios ofensivos hay que analizar un factor común: ¿cuáles suelen ser los libros que se los consideran de “lectura ligera”? ¿Todos los libros se pueden leer así?

Lo cierto es que los géneros más amigables para esta modalidad de lectura son las novelas contemporáneas, sobre todo las románticas o del género realista. Libros que se los suele conocer como de “ficción comercial”o historias pochocleras. ¿Cuáles son sus características? Pocos personajes principales y secundarios, una trama central que acompaña de principio a fin y algún que otro plot twist (giro en la trama) que trae el factor sorpresa que funciona como enganche para no soltar el libro.

Lejos de esta categoría están las novelas fantásticas extensas, ya que tendrán que construir un mundo con sus propias reglas, con un proceso de escritura mucho más detallista y suelen incluir muchos personajes o puntos de vista. Un ejemplo de libros ágiles de leer son los de las autoras juveniles reconocidas a nivel mundial: Ariana Godoy, Joana Marcús, Collen Hoover, Tessa Bailey, Taylor Jenkins Reid, Alice Oseman y Courtney Summers, entre otros.

La recomendación hoy es de una “lectura ligera”: la última novela de Colleen Hoover, publicada en Argentina de la mano de Editorial Planeta. Cuando llegó a mis manos No te olvidaré (Reminders of Him) intuí que lo iba a leer rápido. Hoover se destaca por escribir novelas atrapantes, con tópicos realistas, crudos, polémicos, que logran llamar la atención de miles de lectores a nivel mundial. Por algo la autora tiene cuatro títulos en el top 15 en la lista de bestsellers del New York Times y vendió más de veinte millones de libros de su obra.

Sin embargo, no imaginé que me iba a encontrar una novela tan emocionalmente profunda y cargada de oscuridad. Sentimientos dolorosos que llegan al lector y lo acompañan en una lectura agonizante pero sanadora al mismo tiempo.

No te olvidaré (Reminders of Him) narra la historia de Kenna Rowan, quien después de pasar cinco años en la cárcel por el trágico error que costó la vida de su gran amor, Scott, regresa a casa con un único deseo: abrazar a su hija Diem. Tiene cuatro años, vive con los padres de Scott y no la ve desde que nació. El único dinero que Keena posee, decide invertirlo en viajar hasta la ciudad donde vivió hasta antes de ser encarcelada. Allí pagará un lugar medio pelo para vivir, adoptará un gato por obligación y comenzará a buscar trabajo, cuestión que se vuelve complicada por ser ex-convicta.

En un recorrido por la ciudad, Kenna ingresa a un bar que antiguamente era una librería a la que asistía con su novio. Allí conocerá a el dueño, por el sentirá una atracción muy fuerte e inmediata.

El alcohol ha sido el causante de la tragedia más grande en la vida de la protagonista. Por culpa de él perdió a Scott y a su hija, y quedó prácticamente sola en el mundo. Su batalla mental para resistir al alcohol y esa escena en el bar sería el inicio del enfrentamiento más grande de su vida: la tragedia del pasado, el dolor del presente y la incertidumbre del futuro.

Colleen Hoover lo volvió a hacer. Este libro es una joya de ficción comercial de principio a fin. Hay amor, drama, duelo, esperanza y agonía. Este libro es una gran puerta de entrada a la obra de la escritora. Y si ya conocen sus libros anteriores, encontrarán un poco de su fórmula que la hace tan peculiar y una apuesta segura de literatura ligera.

Es muy fácil leer este libro e imaginar una película, incluso parece escrito con esa intención. Aquí no encontrarán párrafos de más, ni parafraseo. Tampoco una narración élite, pero sí una historia que buscará redimir a una protagonista que siente mucho dolor dentro y que vuelca su agonía en la escritura. Así encontrará a un joven que tiene mucho amor para dar, y que cree en las segundas oportunidades, incluso sabiendo que puede estar equivocado.

Hay que tener muy en cuenta que la muerte es un personaje más en esta historia. Hay un aura oscura en la historia de esta mujer que hará todo lo posible para encontrarse con su hija y merecer su custodia, sin embargo, el drama del pasado siempre le pisa los talones. Solo el tiempo será testigo de si Kenna merece o no una nueva oportunidad para rehacer aquello que está hecho pedazos.

Para los amantes de la pluma de la autora, No te olvidaré (Reminders of Him) será un libro más del cual enamorarse. Las cifras hablan por sí solas, Hoover es la autora del momento, una bestseller con un batallón de seguidores que se pasan horas hablando de ella y sus libros en las redes sociales. Es parte de este fenómeno de la inmediatez, y si hay algo que no se le puede criticar, es que Hoover siempre llega con un buen timing para ganar terreno.

1. Kenna

Hay una pequeña cruz de madera clavada en el suelo, en la cuneta, con la fecha de su muerte escrita en ella.

Scotty la odiaría. Me apuesto algo a que fue su madre quien la puso ahí.

—¿Puede parar un momento?

El conductor reduce la velocidad hasta detener el taxi. Bajo y me dirijo hacia la cruz. La sacudo a lado y lado hasta que la tierra que la sujeta se afloja y consigo arrancarla.

¿Moriría aquí mismo o en medio de la carretera?

No presté demasiada atención a los detalles durante la vista previa del juicio. Al escuchar que se había alejado a rastras varios metros del coche, empecé a canturrear mentalmente para no oír lo que decía el fiscal. Y luego, para no tener que enfrentarme a los detalles si el caso llegaba a juicio, me declaré culpable.

Porque, técnicamente, lo fui.

Tal vez no lo matara con mis actos, pero sin duda lo maté con mi inacción.

«Pensé que estabas muerto, Scotty, pero los muertos no pueden arrastrarse.»

Regreso al taxi con la cruz en la mano. La dejo en el asiento trasero, a mi lado, y espero a que el taxista vuelva a la carretera, pero no lo hace. Busco su mirada a través del retrovisor y compruebo que me observa con una ceja alzada.

—Robar memoriales de accidentes debe de traer mal karma. ¿Está segura de que quiere llevárselo?

Aparto la mirada y le miento.

—Sí, fui yo quien lo puso.

Noto sus ojos todavía clavados en mí mientras se incorpora a la carretera.

Mi nuevo apartamento está a dos kilómetros y medio de aquí, en dirección contraria a donde solía vivir. No tengo coche, por lo que me decidí por un piso más céntrico para poder ir andando al trabajo. Siempre y cuando consiga un trabajo, claro, lo que no será fácil dado mi historial y mi falta de experiencia. Por no hablar del mal karma que debo de llevar conmigo ya, si le hago caso al taxista.

Robar el memorial de Scotty tal vez traiga mal karma, pero se podría argumentar que dejar ahí la cruz de alguien que expresó abiertamente el odio que sentía por los memoriales de carretera tampoco puede ser bueno. Por eso le pedí al taxista que se desviara por esta carretera secundaria. Estaba segura de que Grace habría colocado algo en el lugar del accidente y sentía que tenía que quitarlo. Se lo debía a Scotty.

♦ Es escritora y nació en Estados Unidos.

♦ Autopublicó su primer libro en enero de 2012 y en agosto ya estaba en la lista de los más vendidos de The New York Times.

♦ Es autora de más de veinte novelas, entre las que están Romper el círculo; Nunca, nunca; Verity. La sombra de un engaño; A pesar de ti; Volver a empezar, Tal vez ahora y Tal vez nunca.

♦ Ha ganado el Goodreads Choice Award a la mejor novela romántica en tres ocasiones y su novela Romper el círculo se ha convertido en uno de los mayores fenómenos literarios globales de los últimos años.