Nacida el 28 de noviembre de 1979 en Ishikawa, Japón, Yukiko Motoya es una de las grandes plumas de la escena literaria internacional.
La autora de 44 años ha ganado renombre por su narrativa única, que incorpora elementos surrealistas en historias que examinan la vida cotidiana desde ángulos inusuales y provocativos. Sus obras, que incluyen novelas y cuentos cortos, conducen a los lectores a cuestionar la realidad y a explorar las capas más profundas de la experiencia humana.
Considerada por algunos críticos como la “Amélie Nothomb japonesa”, por su estilo particular, además de sus novelas y cuentos, Motoya es la fundadora de la compañía de teatro “Mikuni Yanaihara”, ha escrito y dirigido producciones que han sido objeto de elogios y reconocimiento tanto en Japón como en el extranjero. Su capacidad para tejer narrativas surrealistas en un entorno teatral ha resonado con audiencias de todo el mundo.
Motoya ha sido galardonada con múltiples premios literarios, consolidando su posición como una de las voces literarias más influyentes de Japón en los últimos tiempos. Su trabajo ha sido traducido a varios idiomas, ganando seguidores en todo el mundo y contribuyendo a la promoción de la literatura japonesa en la escena internacional.
Estas son tres recomendaciones que pueden ser útiles para conocer su voz narrativa y engancharse con su obra.
Mi marido es de otra especie
San abandonó su carrera después de casarse. Un día, con cierta inquietud, notó que su rostro se asemejaba cada vez más al de su esposo. Él, quien afirmaba no querer “pensar en nada cuando está en casa”, devoraba cantidades copiosas de comida, inmerso en el sofá frente al televisor. San, desconcertada, se preguntaba si, acaso, se había unido en matrimonio con una entidad que no pertenecía a la raza humana. Con el tiempo, los rasgos de la pareja comenzaron a fusionarse.
La novela breve que da nombre a este volumen, merecedora del prestigioso Premio Akutagawa de Japón, desafía las convenciones del “matrimonio” de una manera sorprendentemente original. Le siguen tres relatos que exploran la alienación en la vida cotidiana, desvelando una imaginación ingeniosa y radicalmente liberadora.
Selección automática
Oshiko está feliz de poder delegar la mayoría de sus decisiones en la tecnología gracias a los chips que lleva insertados en el cuerpo, así no tiene que preocuparse de organizar sus días, sus comidas o su ocio: el algoritmo lo elige todo en su lugar. Sin embargo, un encuentro casual despierta en ella nuevas preguntas sobre la tecnología y las comodidades que nos ofrece. “Mis eventos” Se acerca un brutal tifón y los ríos están a punto de desbordarse, amenazando con inundarlo todo. Katsuyuki está tranquilo porque vive en una de las últimas plantas del edificio y, por lo tanto, su casa no sufrirá ningún desperfecto, no como la de los vecinos de abajo, unos pobretones que viven todos hacinados. Sin embargo, la mujer de Katsuyuki tiene otros planes para cuando llegue el temporal.
Picnic en la tormenta
Una ama de casa se adentra en el culturismo y experimenta cambios radicales en su físico, que su esposo adicto al trabajo no logra percibir. Un niño espera en una parada de autobús, burlándose de los hombres de negocios que luchan por mantener sus paraguas abiertos durante un tifón, hasta que un anciano le revela que esos paraguas guardan el secreto del vuelo. Una mujer que trabaja en una boutique de ropa aguarda pacientemente a una clienta que no sale del probador, cuestionándose si esta es o no una entidad humana. Una recién casada nota que los rasgos de su esposo comienzan a deslizarse por su rostro para coincidir con los suyos.
En estas once historias, aquellos que levantan el velo de sus hogares y lugares de trabajo ordenados se enfrentan a lo extraño, lo grotesco, lo fantástico y lo alienígena, encontrando, a través de ello, una vía hacia la liberación. Ganadora del Premio Kenzaburo Oe, Picnic en la tormenta es el debut en inglés de una de las escritoras más audaces de Japón.