Pablo Neruda: uno a uno, todos los libros del poeta chileno, entre el amor, el Nobel y el compromiso político

El poeta más emblemático de siglo XX tiene una bibliografía prolífica, diversa y muy elogiada. Aquí, un recorrido completo por su obra.

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Pablo Neruda. El poeta que ganó el Nobel.
Pablo Neruda. El poeta que ganó el Nobel.

El simple hecho de mencionar la palabra “poesía” nos remite a una especie de sinónimo que desde hace tiempo suena a un concepto literario como también genérico: Pablo Neruda. Del mismo modo ocurre al mencionar el nombre del autor chileno y su conexión directa con los versos, los poemas, el amor, la vida y los sentimientos.

Nacido el 12 de julio de 1904 en Parral bajo el nombre de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, su destino fue escribir poemas, dedicándole su vida a la literatura y a su compromiso político e ideológico. candidato a presidente, embajador y diplomático del Partido Comunista Chileno.

Durante su juventud se instaló en Santiago y decidió cambiar su identidad por la de Pablo Neruda: su padre, José del Carmen Reyes Morales, un obrero ferroviario, no estaba de acuerdo con que su hijo fuera poeta. Su madre, Rosa Neftalí Basoalto Opazo, una docente de la escuela primaria, murió de tuberculosis el 14 de septiembre de 1904, cuando Neruda apenas tenía dos meses de vida.

Pero hay otra teoría que señala que el origen del seudónimo se encuentra en un personaje secundario de la novela estudio en escarlata de Arthur Conan Doyle, en la que Sherlock Holmes sale a la luz por primera vez. De todos modos, Neruda nunca aclaró cuál de las dos versiones era la verídica.

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Si de poesía se trata, sus libros y sus poemas marcaron la más absoluta de la referencias en la poética universal, desde que escribió Crepusculario, su primera obra publicada en 1923, cuando apenas tenía 19 años, pasando por sus más de 40 títulos en vida y numerosas publicaciones post-mortem. Son 169 las obras publicadas de Neruda, entre poemas, cuentos, discursos y antologías, entre otros géneros, siendo uno de los artistas más aclamados de la literatura chilena, latinoamericana y universal.

Tras el temprano éxito de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, que lo catapultó a la fama, también se destacan grandes obras como Residencia en la tierra (1925-1935), Tercera residencia (1925-1945), Canto general (1938-1949), Odas elementales (1952-1954), Una casa en la arena (1956-1966), Estravagario (1957-1958), La barcarola (1964-1967), Las manos del día (1967-1968), Aún (1969), La espada encendida (1969-70), Geografía infructuosa (1969-1972), La rosa separada (1971-1972).

Aunque la más trascendente ha sido la célebre Confieso que he vivido (1974), las memorias de Neruda, publicadas por su viuda Matilde Urrutia junto al escritor venezolano Miguel Otero Silva un año después de su partida.

Entre numerosas distinciones, destacan el Premio Nacional de Chile (1944), el Doctor Honoris Causa otorgado por la Universidad de Oxford, en Gran Bretaña (1965) y, sobre todo, el Premio Nobel de Literatura que ganó en 1971, siendo el sexto escritor de habla hispana y el tercer latinoamericano en recibirlo.

Pablo Neruda en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de Literatura.
Pablo Neruda en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de Literatura.

Elogios, pasión y política

Las palabras del consagrado escritor colombiano Gabriel García Márquez resumen la magnánima obra del poeta chileno, al referirse como “el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma”.

Además, crítico literario Harold Bloom destacó: “ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él”, quien lo considera uno de los 26 autores centrales de la literatura occidental de todos los tiempos.

Neruda es la poesía en su máxima expresión. Neruda es amor, pasión, el sentimiento más puro canalizado en cada palabra. Neruda es locura y devoción por Matilde Urrutia, la mujer que lo acompañó hasta los últimos días y a la que dedicó grandes libros y poemas de amor, y también amor puro por Chile, su tierra, su lucha contra el mundo occidental por las causas que consideraba justas, siempre con el comunismo como bandera.

De hecho su muerte, producida el 23 de septiembre de 1973, se produjo a 12 días después del Golpe de Estado perpetrado por el dictador Augusto Pinochet, quien derrocó al expresidente chileno Salvador Allende el mismo día de su muerte.

Salvador Allende y Pablo Neruda
Salvador Allende y Pablo Neruda

Neruda murió a los 69 años en una clínica de Santiago de Chile a raíz de un cuadro avanzado de cáncer de próstata que venía arrastrando, según informaron. Pero, cincuenta años más tarde, la noticia corrió el mundo cuando las investigaciones revelaron que el poeta chileno había sido envenenado en el mismo hospital donde se encontraba. En su cuerpo se halló la bacteria Clostridium botulinum, supuestamente inyectada por los médicos del lugar, como el poeta le había contado por teléfono a su chofer Manuel Araya poco antes de su muerte.

Un dato no menor: habrá que distinguir la obra nerudiana canónica de la nerudiana dispersa: en la primera son todas las obras que el poeta chileno autorizó para su publicación, las que fueron entregadas por el propio autor a sus editores para convertirlas en libro.

“En cambio, las obras nerudianas dispersas son las entrevistas, las cartas, las notas, discursos que no son libros pero también son su lenguaje literario. Por eso, Confieso que es vivido no es parte de la obra canónica sino de la dispersa”, explica Abraham Quezada, Doctor en Estudios Americanos e historiador oficial de Pablo Neruda.

“Crepusculario” (1923)

“Crepusculario” .
“Crepusculario” .

Su primera obra, que comenzó a gestarse en 1919, fue publicada hace 100 años por Ediciones Claridad cuando el poeta apenas tenía 19 años. Fue elogiada por críticos de la talla de Hernán Díaz Arrieta, Raúl Silva Castro y Pedro Prado.

En su obra debut, el poeta chileno expresa una poesía fuertemente subjetiva, en que busca su propia voz y registro.

Aquí Neruda adquiere una temprana consciencia de las posibilidades creativas del lenguaje, combinando lo sentimental y con lo romántico, un rasgo característico del idealismo de la juventud, aludiendo a versos dedicados a crepúsculos, mujeres y mariposas, con la incipiente emergencia de motivos sociales de mayor complejidad.

“El hondero entusiasta” (1923-1924)

“El hondero entusiasta”.
“El hondero entusiasta”.

Los poemas recogidos en esta obra integran un ciclo de producción literaria que Neruda exploró a partir de la segunda mitad de la década del 20, y exhiben la influencia que ejercía el poeta uruguayo Carlos Sabat Ercasty. Son poemas escritos antes de su partida y residencia al extranjero.

Según palabras del propio autor, estos poemas son el documento de una juventud excesiva y ardiente. En este poemario, el artista utiliza un estilo casi impenetrable, alejándose aún más del consagrado Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

“Veinte poemas de amor y una canción desesperada” (1924)

Pablo Neruda
Pablo Neruda

Una de las obras cumbre del célebre poeta chileno. A partir de este poemario, el artista chileno saltó a la fama con apenas 19 años, siendo una de las obras literarias de mayor renombre del siglo XX en la lengua castellana.

Su origen se manifiesta en una evolución consciente de su poética que intenta de salir de los moldes del modernismo que dominaban sus primeras composiciones y su primer libro, Crepusculario.

Publicada por Editorial Nascimento, la obra que lo catapultó a la fama está compuesta por veinte poemas de amor según sus experiencias amorosas, e incluye un poema final llamado “La canción desesperada”, el único de este emblemático poemario que tiene título. Ninguno de ellos está especialmente dirigido hacia alguna amante, sino que su idea parte de la construcción puramente poética de su objeto amoroso.

“Tentativa del hombre infinito” (1925)

“Tentativa del hombre infinito”.
“Tentativa del hombre infinito”.

Una obra extraña en la que el joven poeta experimenta su temprana transición hacia el vanguardismo, según la crítica trasandina especializada.

La tercera publicación de Neruda dejó “descolocado” al cronista Hernán Díaz Arrieta, quien firmaba sus textos bajo el seudónimo de Alone en sus columnas que escribía en el diario La Nación de Chile.

Según cuenta la Biblioteca Nacional de Chile, la obra de Neruda no mostró “demasiado entusiasmo”, sino más bien un dejo de perplejidad.

“El habitante y su esperanza” (1926)

“El habitante y su esperanza”.
“El habitante y su esperanza”.

Se trata de una novela ―un género que no será frecuente en Neruda―, que continúa la línea vanguardista que el chileno intentaba instalar en la literatura hispanoamericana, alejándose más aún de sus dos primeras obras autorreferenciales sobre el amor y el erotismo.

Este relato tiene como protagonistas a dos cuatreros: (Andrés y José Silva) y una mujer (Irene), quien fuera esposa de uno y amante del otro.

La lírica estructura de la narración y las digresiones paisajísticas y sentimentales observadas en este libro provocaron una gran confusión por parte de algunos traductores y también por la crítica especializada: para el escritor y crítico literario chileno Fernando Alegría, la trama es “incoherente”. En cambio, el crítico cubano Enrico Mario Santi calificó la obra como “un desarrollo realista”.

“Anillos. Prosas de Pablo Neruda y Tomás Lago” (1924-1926)

“Anillos. Prosas de Pablo Neruda y Tomás Lago”.
“Anillos. Prosas de Pablo Neruda y Tomás Lago”.

La obra es una colección de diez prosas que Pablo Neruda publicado con algunas variantes en el diario El Mercurio de Santiago: El Otoño de las Enredaderas; Imperial del Sur; Primavera de Agosto; Alabanzas de Día Mejor; Provincia de la Infancia; Soledad de los Pueblos; Atardecer; Desaparición o Muerte de un Gato; T.L y Tristeza. Junto a ellas, hay otras diez prosas escritas por su entrañable amigo, el poeta chileno Tomás Lago.

Anillos expresa la búsqueda de un asidero concreto y terrestre al volver su mirada y el ánimo hacia la región, sobre todo, hacia la naturaleza (bosques, aldeas, lluvia, soledad y el mar) donde transcurrió la infancia del poeta.

En ese período, Neruda decidió su primer exilio: por pura desesperación, miseria y desconcierto vivió algunos meses en Ancud, en la Isla de Chiloé.

“Residencia en la Tierra” (1925–1935)

“Residencia en la Tierra”.
“Residencia en la Tierra”.

Este libro reúne poemas escritos durante 1925 y 1931, entre ellos, Arte poética. Esta edición fue conocida como Primera Residencia, y fue publicada en Santiago, en 1933.

Cabe señalar que Segunda Residencia es una edición en el que Neruda incorpora a la edición original nueve poemas escritos entre 1931 y 1935.

Según la crítica especializada, Residencia en la tierra fue considerada como una obra decisiva en la poesía nerudiana, generando alto impacto e influencia en poetas chilenos surgidos en la segunda mitad siglo pasado como Gonzalo Rojas, Enrique Lihn o Jorge Teillier.

“Tercera residencia” (1925-1935)

“Tercera residencia”.
“Tercera residencia”.

En 1947, Editorial Losada de Buenos Aires publicó “Tercera residencia” (1925-1935), un libro que está marcado por los sombríos acontecimientos que Neruda ha tenido que sobrellevar, tanto a nivel político como en lo personal.

La Guerra Civil Española, – reflejada en España en el corazón – marcó una nueva etapa creativa en su poesía, para dar comienzo al nacimiento del poeta social, político, con su talento siempre deslumbrante. El poema “España en el corazón” es un canto de explosiones en favor de la República, una épica de los trabajadores que la defendieron a sangre y fuego.

“Canto general” (1938-1949)

Pablo Neruda
Pablo Neruda

El libro, el décimo poemario de Neruda, es un clásico de la literatura hispanoamericana y de la poesía universal del siglo XX, al punto que el autor calificó en sus memorias como el “libro más importante”.

Este poemario de Neruda se traduce en una obra única y monumental, una creación poética y literaria de la historia e identidad latinoamericana. Incluye obras maestras como el gran poema Alturas de Macchu Picchu, considerada una de las obras cumbre de la poesía latinoamericana y universal.

En sus páginas, el poeta refleja su compromiso político con el Partido Comunista. También reluce su faceta más social, cerca de la naturaleza, y recurre a distintos elementos lingüísticos para transmitir la poesía como motor de cambio social, convirtiendo sus versos en poesía popular.

“Los versos del capitán” (1951-1952)

“Los versos del capitán”.
“Los versos del capitán”.

El undécimo poemario de Neruda fue publicado en forma anónima por Imprenta L’Arte Tipografica en Nápoles, Italia, en 1952.

Sin embargo, en 1963 apareció por primera en Chile vez bajo la autoría de Pablo Neruda, en el que explica por qué decidió quitarle el anonimato.

Dijo Neruda: “Y ahora voy a contarles la historia de este libro, entre los míos uno de los más controversiados. Fue por mucho tiempo un secreto, por mucho tiempo no llevó mi nombre en la tapa, como si yo renegara de él o el propio libro no supiera quién era su padre. Tal como hay hijos naturales, hijos del amor natural, Los versos del capitán eran así, un libro natural”.

“Las uvas y el viento”<i> </i>(1950-1953)

“Las uvas y el viento”.
“Las uvas y el viento”.

Después Canto general, una de sus monumentales obras, el poeta chileno publicó este libro que inició en 1952, en Capri, Italia, y refleja gran parte de su experiencia vital.

Neruda se constituye como un viajero incansable, protagonista de la escena cultural y política a lo largo y ancho de distintos países que ha estado. En este libro Neruda dedica dos extensos poemas pintor español Pablo Picasso, adentrándose en la figura del artista malagueño: recrea su estancia en Vallauris, Francia y reinterpreta el Guernica o la paloma de la paz, dos símbolos ligados a su compromiso político.

“Odas elementales” (1952-1954)

“Odas elementales”.
“Odas elementales”.

Esta obra explora un ciclo de la poesía de Neruda que alude al género de la alabanza para constituir un cántico de la realidad cotidiana y de las cosas mundanas. Con este libro logró una de las realizaciones más ambiciosas de toda su obra y de la poesía universal.

Con su destacada pluma, el poeta chileno recoge una mirada intimista de las cosas, pero reconociéndole su maravilloso estatus exterior. En sus Odas Elementales, el autor manifiesta sentimientos y elementos tangibles como la alegría, el día feliz, el libro, el mar, el tiempo, y también el vino, entre otros.

“Nuevas odas elementales” (1955)

“Nuevas odas elementales”.
“Nuevas odas elementales”.

El poeta chileno, ya consagrado por sus lectores en Latinoamérica y también por la crítica literaria, recorre el artículo periodístico, el poema urgente, la ironía y el humor. El poema La casa de las odas representa un conmovedor resumen de su vida.

“Tercer libro de las odas” (1955-1957)

“Tercer libro de las odas”.
“Tercer libro de las odas”.

El tercer volumen en alusión a las odas en el que incluye los poemas La casa de las odas, Oda a la araucaria araucana, Oda al diccionario, Oda al presente y Oda a Walt Whitman. Dijo el poeta y ensayista chileno Hernán Loyola, gran conocedor de la vida y obra de su gran amigo, Pablo Neruda:

“Neruda subrayó la ruptura entre el hombre y el mundo natural, pero ya no desde una subjetividad histórica que sólo vislumbraba en la poesía posibilidades de salvación, sino desde una conciencia que afirmaba la perspectiva real de alcanzar en el mundo del hombre la plenitud del mundo natural. Puede, por lo tanto, ser llamado un ‘poeta realista’, a pesar de las restricciones con que ocasionalmente se refirió a este concepto”.

“Estravagario” (1957-1958)

Pablo Neruda
Pablo Neruda

Este poemario, también publicado por editorial Losada de Buenos Aires, dio un nuevo giro en la poética del autor luego de dejar atrás sus poemas románticos y su época más política dispersada en sus versos.

Neruda hace uso de la ironía y el humor, algo que no solía frecuentar en sus versos.

De hecho, el autor inaugura una poesía en la que busca “otros lenguajes, otros signos” para conocer el mundo; una visión ambivalente de la vida. Este libro divaga, juega y hace bromas con la metafísica, también interroga sobre grandes temas e incorpora un lenguaje coloquial para poetizar el mundo cotidiano, adquiriendo status poético a través de elementos cotidianos y objetos.

“Navegaciones y regresos” (1957- 1959)

“Navegaciones y regresos”.
“Navegaciones y regresos”.

Se trata del cuarto libro de la serie. Si bien en los anteriores salen a la luz poemas cargados de satisfacción, esperanza y regocijo, en esta obra sucede todo lo contario: aquí aparecen seres derrotados, cosas rotas y objetos en desuso.

En esta obra sobresale el momento complejo en vida de Neruda y su creación poética en el que la nostalgia parece tenderle un velo sobre sus certezas y su optimismo histórico del pasado. Se destacan sus célebres odas “Oda a las cosas”, “Oda a los trenes del sur” y la magnífica “Oda al gato”.

“Cien sonetos de amor” (1957-1959)

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Su obra es una colección íntima de poemas excepcionalmente bellos y dedicados a Matilde Urrutia, su tercera esposa, su musa inspiradora. El poemario de Neruda menciona su amor eterno, apasionado y feroz para expresar lo inexpresable.

En esta obra, la poesía amorosa nerudiana sorprende por el contraste entre la palpitación de la palabra y la imagen, y la deliberada elección de una desnudez que rehúye los prestigios sonoros o constructivos del soneto clásico.

Según la crítica, es un “himno a lo tangible, el amor en Neruda es también vía de acceso a la fusión con el núcleo último donde la conciencia reconoce su ser en el ser del mundo”.

“Canción de gesta” (1958-1968)

“Canción de gesta”.
“Canción de gesta”.

A través de esta obra es posible comprender el compromiso de Neruda por el comunismo tras la crisis de 1956 a raíz de la denuncia de los crímenes de la época estalinista. Afiliado al Partido Comunista de Chile, mantuvo su compromiso con la Revolución Cubana, a pesar de las diferencias inherentes a estrategias políticas.

En 1960, Neruda se embarcó en el Louis Lumière, donde terminó su Canción de gesta. Mientras, recorrió países Europa del Este dominados por el comunismo de la época como la Unión Soviética, Polonia, Bulgaria y la ex Checoslovaquia.

“Las piedras de Chile” (1959-1961)

“Las piedras de Chile”.
“Las piedras de Chile”.

Con este poemario Neruda enfatiza su gran amor hacia Chile, su patria, representada en su esencia ósea, un libro que refleja la actitud meditativa de toda la última poesía nerudiana, en el que las piedras se transforman en la proyección emblemática de la angustia interior del poeta.

“Cantos ceremoniales” (1959-1961)

“Cantos ceremoniales”.
“Cantos ceremoniales”.

La obra reúne diez poemas. Comienza con El sobrino de Occidente, un breve y nervioso poema que evoca la infancia y las lecturas formadoras que anticipa su monumental autobiografía Memorial de Isla Negra (1964), y finaliza con Fin de fiesta, un poema en el que el autor trasandino acepta la dolorosa dimensión de la existencia.

“Plenos Poderes” (1961-1962)

“Plenos Poderes”.
“Plenos Poderes”.

Éste es el único libro en que la vida personal de Pablo Neruda se conecta entrañablemente a su expresión poética. Su trabajo contiene 36 poemas y en su mayoría están ligados a su vida, por lo que la crítica interpreta que Neruda ingresaba a un terreno autobiográfico. Tal vez sea el título menos apreciado por los especialistas, habituado a celebrar otros destellos de su obra literaria.

Publicado en 1962 Editorial Losada en Buenos Aires, Este poemario fue reeditado junto con Cantos ceremoniales.

El profesor Hernán Loyola advirtió que éste es uno de los libros “más abigarrados de Neruda”, dado que contiene poemas breves que le parecen “fragmentos de un ciclo inconcluso”; “retratos de admiración o afecto”.

“Memorial de Isla Negra” (1962-1964)

Pablo Neruda
Pablo Neruda

Publicada cuando poeta chileno tenía 60 años, a esta obra se lo considera la cumbre de su segunda etapa creativa.

En esta autobiografía poética, Neruda logró el sumun de la poesía: transformó el recuerdo de una experiencia en una nueva experiencia poética.

Además, su obra adquiere carácter luminoso por su madurez literaria, donde se reconoce la voz del poeta a través de distintas encarnaciones que asumió para esgrimir el placer de felicidad de vivir y crear poesías a través de la escritura.

“Arte de pájaros” (1966)

“Arte de pájaros” .
“Arte de pájaros” .

Con esta obra, el Premio Nobel chileno intenta reflejar su gran fascinación que siente por el mundo de las aves y también por la riqueza natural de Chile, su tan amada tierra natal.

“Una casa en la arena” (1956-1966)

“Una casa en la arena”.
“Una casa en la arena”.

Escrito en verso y en prosa poética, el autor se refiere tanto a su casa en Isla Negra y a los objetos y colecciones que conservaba en ese lugar como al espacio del litoral en que esta casa se encuentra.

Además de los textos épicos del poeta chileno, el libro contiene fotografías de Sergio Larraín.

“La Barcarola” (1964-1967)

“La Barcarola”.
“La Barcarola”.

Se trata de una forma musical que reproducía la cadencia de los remos de los gondoleros de Venecia. Neruda quiso imprimirle ese ritmo a este libro, que consiste en una especie de viaje a través de su historia personal con Matilde, la musa principal de su poesía. La Barcarola es un libro fundamental en la obra nerudiana que transforma sus motivos recurrentes bajo la óptica del amor maduro.

La obra a veces simula episodios como si la pareja se hubiese instalado a repasar fotos y tarjetas postales de distintos momentos compartidos. Además, en este viaje, el poeta evoca distintos personajes como César Vallejo, René Crevel y Rubén Azócar, sus amigos entrañables. También relata anécdotas de Rubén Darío, el bandido y héroe popular Joaquín Murieta, o el prócer de la independencia americana, lord Thomas Cochrane.

“Fulgor y muerte de Joaquín Murieta” (1965-1967)

“Fulgor y muerte de Joaquín Murieta” .
“Fulgor y muerte de Joaquín Murieta” .

Aquí Neruda ingresa en la dramaturgia: es la primera y única obra que escribió para el teatro. En 1967 fue publicada por la editorial Zig-Zag con el subtítulo “Bandido chileno injusticiado en California el 23 de julio de 1853″.

Cuenta la historia de un mítico emigrante chileno que en el siglo XIX -durante la fiebre del oro de 1850- partió desde Valparaíso rumbo a California a buscar oro; se convirtió en un bandido justiciero y terminó asesinado.

En su guion, Neruda manifiesta la compleja realidad que vivía la comunidad latina del siglo XIX en Estados Unidos. El poeta chileno se habría entusiasmado con la idea de crear una obra de teatro propia.

“Las manos del día” (1967-1968)

“Las manos del día”.
“Las manos del día”.

Los cinco poemas iniciales instalan a un personaje poco convincente, a un “culpable” que se arrepiente de no haber hecho con sus manos una escoba ni una silla, de no haber sembrado trigo ni en hacer adobes, tampoco por no haber fabricado tornillos ni herramientas, lanzas ni locomotoras.

Las manos del día se revela como una obra dramáticamente sincera y personal, con un altísimo nivel de interés y de maestría nerudiana.

“Fin del mundo” (1968-1969)

“Fin del mundo”.
“Fin del mundo”.

Un libro aclamado por la crítica especializada en año singular para el poeta chileno. En 1969, año en que publicó este poemario junto a sus libros Comiendo en Hungría y Aún, Neruda fue declarado Doctor Scientiae et Honoris Causa por la Universidad Católica de Chile.

El profesor y ensayista Hernán Loyola dijo que esta obra “utilizó una fórmula apocalíptica para significar el fin de la representación moderna del mundo dentro de la poesía de Neruda”.

“Maremoto” (1968)

“Maremoto”.
“Maremoto”.

Neruda celebra estos frutos del mar a través de sus poemas. “Estos 17 poemas se inscriben dentro de la poderosa tendencia nerudiana a hacer el inventario poético de la naturaleza patria, a la manera de las Odas elementales y de Arte de pájaros…”, escribió el crítico Ignacio Valente en la Revista de libros del diario El Mercurio, el 8 de diciembre de 1991.

Maremoto fue reeditado en un solo volumen junto con los poemarios Aún, La espada encendida y Las piedras del cielo.

“Aún” (1969)

“Aún”.
“Aún”.

En julio de 1969, Neruda publicó una edición de 500 ejemplares del poemario Aún, de Editorial Nascimento, en el mes del 65° aniversario de su cumpleaños.

Según la crítica, una de las estrofas mejor logradas de la obra nerudiana se halla en el poema I del libro, donde el poeta interpela a la totalidad del ser femenino, a la mujer madre, vegetación, lluvia, tierra, alternancia eterna de la vida y la muerte:

“Tú, mi bella, dormida aún en agosto/ mi reina, mi mujer, mi extensión, geografía, / beso de barro, cítara que cubren los carbones, / tú, vestidura de mi porfiado canto, / hoy otra vez renaces y con el agua negra / del cielo me confundes y me obligas: / debo reanudar mis huesos en tu reino, debo aclarar aún mis deberes terrestres”.

“La espada encendida” (1969-1970)

“La espada encendida”.
“La espada encendida”.

Publicado por Editorial Losada en Buenos Aires, el libro contiene 87 poemas en el que el autor narra el apocalipsis que se avecina, algo que venía presagiando el dramatismo y la catástrofe en algunas obras anteriores como el aclamado Canto General.

La lectura de La espada encendida configura un ámbito edénico al interior del mundo representado en la fábula. Una obra que alude al vasto territorio de la Patagonia chilena y como intertexto el jardín edénico del mito bíblico de Adán y Eva.

“Las piedras del cielo” (1970)

“Las piedras del cielo”.
“Las piedras del cielo”.

Esta obra de Neruda también fue publicada por Editorial Losada en Buenos Aires en el periodo en que el poeta chileno renunciaba a su cargo político cuando Salvador Allende había sido elegido candidato a Presidente por el Partido Comunista Chileno.

“Geografía infructuosa” (1969-1972)

“Geografía infructuosa”.
“Geografía infructuosa”.

El título sugiere un estado de ánimo pesimista, difícil de comprender viniendo de un poeta que, en 1971, había ganado el Premio Nobel de Literatura mientras escribía este libro.

En este poemario, el autor reflexiona sobre una vida casi agotada: “De cuanto amé, qué pocas cosas me van quedando para ver, / para tocar, / para vivir”, puede leerse en sus páginas.

“La rosa separada” (1971-1972)

“La rosa separada” .
“La rosa separada” .

En enero de 1971, el poeta viajó por diez días a Isla de Pascua para filmar uno de los capítulos de la serie “Historia y Geografía de Pablo Neruda”. A partir de este viaje escribió La rosa separada, cuyos poemas ofrecen una definitiva verificación de la ideología posmoderna del último Neruda.

“Incitación al Nixonicidio y alabanza de la revolución chilena” (1972-1973)

El 2 de febrero de 1973, Neruda se encontraba enfermo de cáncer y renunció como embajador chileno en Francia. Luego, regresó a su país para pasar la última etapa de su vida.

El 16 de febrero apareció Incitación al Nixonicidio y alabanza de la revolución chilena, de editorial Quimantú, con una edición de 60.000 ejemplares en Chile.

El libro fue escrito en medio de un contexto político y social de enfrentamiento y polarización, donde el autor regresa a la poesía política que había iniciado en 1937, con España en el corazón.

Pablo Neruda.
Pablo Neruda.

Los siete libros de 1974

El 12 de julio de 1973, en el día de su cumpleaños número 69, Pablo Neruda entregó siete libros a editorial Losada para publicarlos al año siguiente, con motivo de su cumpleaños 70.

Por eso, los historiadores consideran que estas siete otras entregadas por el poeta entes de morir forman parte de su obra en vida.

Tras el Golpe de Estado ocasionado por el general Augusto Pinochet, ocurrido del 11 de septiembre, la salud de Pablo Neruda comenzó a deteriorarse aún más: el 19 de septiembre fue trasladado desde Isla Negra a Santiago. Falleció el 23, cuatro días más tarde. Su deceso se produjo en la Clínica Santa María de la capital trasandina, víctima de un cáncer de próstata. Aunque, medio siglo más tarde, se supo que había sido envenado durante la dictadura pinochetista.

Aquí, cuáles son esas obras:

“El mar y las campanas” (1973)

“El mar y las campanas”.
“El mar y las campanas”.

Su primera obra póstuma se publicó el 28 de noviembre de 1973 a través de Editorial Losada de Buenos Aires, que había recibido los siete títulos de Neruda antes de su muerte.

Motivado por el deseo de alejarse de la actividad ruidosa de sus alrededores, Pablo Neruda se retiró a la vida costera que rodeaba su casa en Isla Negra.

Según la biografía publicada el sitio web de la Fundación Neruda, el profesor Hernán Loyola señaló El mar y las campanas le parece el libro más indicado no sólo para completar la serie de los libros póstumos “sino también –por su extraordinaria calidad de conjunto–, para cerrar dignamente la entera obra canónica de Neruda”.

“El corazón amarillo” (1974)

“El corazón amarillo”.
“El corazón amarillo”.

Probablemente, en los últimos años de su vida, Neruda habría de sentirse “desmedidamente dichoso / en su insurgente desmesura”, como explica en esta obra.

Como en su celebrado Estravagario (1957-58), este libro póstumo descubre una veta risueña en el sentimiento del poeta chileno como así también, excéntrica y a veces disparatada, siempre llena de gracia, suelta y sutil a la vez.

“Elegía” (1974)

“Elegía”.
“Elegía”.

En este poemario, Neruda cambia el curso de su viaje: regresa al pasado en un reencuentro con la muerte, la cual es representada por el símbolo material de las estatuas, las del tiempo detenido, rígido, petrificado por la muerte.

Su libro es producto del viaje que realizó el poeta, desde París a Moscú en diciembre de 1971 acompañado por su mujer Matilde, con la esperanza de que la medicina del ex país soviético pudiera detener el avance de su enfermedad.

En Elegía, el poeta chileno también se despide de Moscú, al comprobar en esta ciudad la definitiva ausencia de sus amigos que se fueron con el tiempo.

“Jardín de invierno” (1974)

“Jardín de invierno”.
“Jardín de invierno”.

Un año después de su muerte fue publicado este poemario de Neruda. Jardín de invierno expresa el testamento póstumo de su poética experiencia terrenal, de su eterna lucha para cambiar el mundo donde le tocó vivir, de su esperanza convertida en raíz de desesperación.

En estas páginas resume su experiencia personal en el que el autor chileno realiza el balance de su vida y de su tiempo. Se trata de un balance metafórico, desde el corazón, escrito para ser entendido por el alma y no por la mente, donde cada palabra pretende evocar un sentimiento interno.

“Libro de las preguntas” (1974)

“Libro de las preguntas”.
“Libro de las preguntas”.

Según la crítica literaria, Libro de las preguntas es una de las obras más originales en la etapa final de Neruda.

Un único recurso expresivo, la pregunta constante, sostiene la sucesión deslumbrante de imágenes que devuelven a la poesía su función primigenia: interrogar el mundo.

Incluso, cuando el poema pronuncia las cóleras, vejaciones y cicatrices de la historia, el eje dominante en estas páginas es su asombrosa vitalidad, la insurgencia del sentido lúdico y un humor surreal que Neruda imprime en su poesía excelsa y comulga además con los enigmas de la naturaleza.

“2000″ (1974)

“2000″.
“2000″.

“Piedad para estos siglos y sus sobrevivientes/ alegres o maltrechos, lo que no hicimos/ fue por culpa de nadie, faltó acero: /lo gastamos en tanta inútil destrucción”.

Así comienza 2000, otro de los libros póstumos de Neruda convertido en poemario donde podrá encontrarse la mejor expresión del poeta chileno: una voz tendida hacia el futuro, nutriéndose de la historia. Pero también angustiada, conmovida y esperanzada a la vez ante el tiempo presente.

“Defectos escogidos” (1974)

“Defectos escogidos”.
“Defectos escogidos”.

En su séptimo libro póstumo figura algunas de las más bellas composiciones nerudianas como Orégano, Otro castillo, Paseando con Laforgue.

El poeta convierte sus palabras en obras de arte mientras transitaba el límite de su vida para representar formal y figuradamente en la ficción poética el trance de su de viaje a lo desconocido.

En definitiva, si hubiera que inferir una poética póstuma de Neruda, habrá que señalar que en esta obra se traduce el esencial intento del Nobel chileno por penetrar el misterio de la muerte constitutiva de la vida a través del viaje indagatorio en el tiempo.

Al final del viaje, Neruda se acomoda a su destino de hombre perecedero, dejando a sus admiradores lo que el propio autor define como “un porfiado esqueleto de palabras”.

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