Camila Chaín escribe y habla desde el amor; tras publicar El amor es de todos los colores, un libro en el que celebra el amor en todas sus formas y una voz de apoyo para la comunidad LGBTIQ+, decidió contar su testimonio de vida en Mi familia arcoíris, un retrato de cómo tuvo que pasar una odisea para cumplir su sueño de ser mamá en su hogar diverso en Colombia.
En conversación con Infobae Leamos, la periodista, autora y podcaster compartió cómo fue la construcción de este libro, en el que abrió las puertas de su intimidad, contándonos la superación de uno de los retos más significativos que trajo más color a su vida.
Camila Chaín, colombiana, amante del fútbol, del mar y de las culturas del mundo, imaginó que dedicaría su vida a la fotografía, pero los micrófonos la cautivaron y hoy suma más de 25 años dedicada a la radio. Esta es su historia.
“La lucha por los derechos de la comunidad LGBT+ es esencial. En mi libro, intento mostrar que todas las personas merecen igualdad de derechos y respeto, sin importar quiénes sean. Es un tema importante para mí y se refleja en mi activismo y escritura”.
—¿Qué la inspiró a escribir un libro sobre su experiencia con la reproducción asistida y cómo surgió la idea de compartir tu historia?
—Decidí escribir sobre la intimidad porque me di cuenta de lo difícil que es enfrentar algunas cuestiones en la vida, sobre todo cuando uno es diverso. Siento la necesidad de contarle a los demás cuál sería el camino menos doloroso, así yo haya pasado el más doloroso. Necesito que las personas sean felices, aprendan más cosas y sientan menos miedo. Escribí este libro porque tenía el deseo de ser mamá y cuando empecé a buscar me di cuenta de que el proceso no era fácil, pero que se puede.
—¿Cómo fue su experiencia escribiendo este libro?
—Muy fuerte, porque yo le propuse a la editorial un libro sobre esta experiencia, aun sin saber si la historia tendría un final feliz. Me sentí presionada y ellos decidieron esperarme, sabía que el camino no iba a ser sencillo y me decía “así será”. Pero, por otro lado, también fue muy lindo, porque cuando sucedió fue como si lo hubiera decretado. Este libro y su proceso fue un motivo más para no rendirme en mi propia búsqueda.
La mayor parte del libro está escrito cuando sentía angustia e incertidumbre, pero cuando finalmente ocurrió, las palabras fluyeron. Esta parte difícil se escribió durante varios años, pero cuando se hizo posible ya todo fluyó mucho más, porque todo era felicidad.
—Su experiencia debió haber sido muy intensa. ¿Cuáles cree que son los desafíos más grandes que enfrenta una persona en su situación? ¿Cómo ha sido vivir en su cuerpo este sueño de ser mamá?
—Espectacular. Siempre hay expectativas muy altas y se piensa que la maternidad es un estado completamente feliz y hay que tener en cuenta que ser mamá es la cosa más bonita que le puede pasar a alguien en la vida, pero también la más difícil. Tomar decisiones difíciles y equivocarse en el camino es una parte muy desafiante. Pero nada se compara con la alegría de ver a tu hijo sonreír o aprender una nueva palabra. Es un camino duro pero maravilloso.
—¿Cómo cree que su experiencia puede contribuir a la conversación sobre las familias diversas y la igualdad en Colombia?
—Creo que es una voz que todo el mundo quisiera poder alzar y creo que ahí los represento a todos por igual, a abuelos, tíos, hermanos y darse cuenta de que ahí está la diversidad. No importa cómo esté conformada. No todo el mundo tiene la posibilidad de salir a los medios y contar cosas como estas y esto es también un camino de pedagogía, porque también me siento muy responsable de mostrar que hay muchos tipos de familia y que lo más importante es que nos amemos.
—¿Qué consejos o información le daría a otras parejas LGBTQ+ y familias que estén considerando la reproducción asistida?
—Que lo hagan. La ciencia ha avanzado muchísimo con respecto a este tema y es momento de quitarnos el mito de que solo está diseñado para personas que tienen problemas de fertilidad, porque no es así. Funciona para cualquiera y las que más veo en las clínicas no son solo personas diversas, sino quienes buscan mitigar riesgos en sus procesos.
Mi consejo es que no dejen que la presión social los influencie. La reproducción asistida es una opción válida para cualquier tipo de persona, y la elección debe basarse en lo que sientan que es mejor para ellos y su futuro hijo. También es un llamado de atención grande, porque la calidad ovárica de las mujeres se pierde con el paso de los años y después de esto ya no hay manera de realizarlo.
—¿Ha enfrentado desafíos o prejuicios específicos como mujer gay en el proceso de reproducción asistida? ¿Cómo haslidiado con ellos?
—Ha sido un reto en todo el sentido. Tengo 44 años y cuando empecé tenía 39, eso implicó que mis óvulos no estaban en una condición óptima para realizar el proceso. Por eso decidimos utilizar los óvulos de mi pareja.
También tuve que enfrentarme a críticas, porque la gente pensaba que tenía que embarazarse era mi pareja y no yo, pero yo había tomado la decisión de gestar y eso tuve que decirles, porque también estaba bien. Hay muchos estereotipos y muchos desafíos, pero hoy está Tobías, así que no importa todo lo que haya pasado.
—¿Qué papel juega la lucha por los derechos LGBTIQ+ en su historia y en su libro? ¿Cómo ha influido en su viaje de reproducción asistida?
—Creo que el activismo real lo hacen las personas expertas en el tema. Yo lo que hice fue hablar con una abogada activista de la comunidad y ella me dio sus opiniones, por ello en el libro hablo de este tema. Yo necesito que la gente entienda todo lo que gira en torno al matrimonio igualitario, el registro de bebés y su legalidad en familias diversas, entre otros temas que creo que son fundamentales. En el libro se hace mucha pedagogía sobre derechos LGBTIQ+ desde una perspectiva legal.
Yo no me declaro activista por la comunidad. Yo soy una persona diversa, una ciudadana que también vive todas estas cuestiones y poner en práctica lo que las leyes dicen. Yo me casé por lo civil gracias a todos estos activistas que tienen información sobre este tema.
—¿Puede compartir alguna anécdota relacionada con su experiencia en la reproducción asistida?
—Una anécdota curiosa fue que tuvimos problemas para elegir cuál sería el primer apellido que llevaría nuestro bebé, porque considerábamos que los dos eran importantes. Pero, tienen que leer el libro porque allí les contamos cómo terminó y que, de hecho, terminó muy bien esa discusión.
—¿Cómo ve el futuro de la reproducción asistida y la igualdad de derechos para las familias LGBTQ+? ¿Qué avances esperasver en los próximos años?
—Vamos muy bien. En Colombia, hay avances en el desarrollo científico en reproducción asistida, pero sobre todo en el acceso a personas diversas. El acceso a estos tratamientos y la educación son áreas que pueden mejorarse para brindar a más personas la oportunidad de formar una familia.
Hace muchos años estuve consultando en una clínica y me dijeron que no era viable para personas diversas, pero era porque había un vacío legal muy grande. Hoy con las leyes las clínicas han evolucionado mucho, así que en el país tenemos cómo hacerlo. Me gustaría que hubiese más conciencia sobre la donación de esperma y óvulos, porque hay muchas familias queriendo tener hijos y qué bonito es poder contribuir.
—Finalmente, ¿cuál es el mensaje central que desea que los lectores saquen de su libro?
—Quisiera que quienes lo lean se animen a seguir lo que quieren, que si su corazón les dice “Sí”, pero el mundo les dice “No”, escuchen a su corazón y no se rindan. Me gustaría que los lectores entiendan que los sueños no se cumplen por arte de magia, sino con esfuerzo y determinación. Trabajar por nuestros sueños puede ser frustrante a veces, pero vale la pena, siempre y cuando lo hagamos respetando a todas las personas por igual.
Uno debería ir por la vida haciendo realidad sus sueños, porque aquí venimos a ser felices y a dar amor.