Contra todo pronóstico, Jamaica Kincaid le hizo el quite al destino que parecía haber definido su camino. Nació en 1949 en la isla caribeña de Antigua. Su niñez y adolescencia, en medio de circunstancias difíciles, llevaron a sus padres a tomar la decisión de enviarla como niñera a los 16 años a los Estados Unidos, sin imaginar que este sería el escenario que la haría rebelarse.
En su nuevo lugar, Jamaica Kincaid se empezó a ganar la vida con la escritura, trabajó para medios como The New Yorker y escribió novelas, entre ellas, la trilogía a través de la cual desnuda su vida: Autobiografía de mi madre, Mi hermano y Mr. Potter, este último, una especie de retrato de su padre.
“Para mí, la escritura no es una forma de ser pública o privada, es solo una forma de ser. El proceso siempre está lleno de dolor, pero eso me gusta. Es una realidad, y yo solo lo acepto como algo que no debe evitarse”.
“Autobiografía de mi madre”
Este primer punto de entrada a su intimidad nos muestra la vida de Xuela, a quien la muerte de su madre en el momento de su nacimiento la marcará para siempre. Aquí está el relato de su vida desde este instante cero que definirá la raíz de sus abandonos, a partir del momento en que su padre se la entrega a la señora que lava sus ropas.
Aunque el título desconcierta, invita a la reflexión sobre cómo escribir la autobiografía de alguien distinto al yo que se enuncia. Se trata de los escasos rastros que encontró de su madre y esta construcción resulta en un esfuerzo por darle forma a la vida de su progenitora.
La autora se sumerge en las complejidades que rodean la relación entre madre e hija, a la vez que denuncia una historia de injusticia en medio de la vida de los amos y esclavos del Caribe. Su obra es una crítica al sistema educativo colonial.
“Mi hermano”
La revelación de la vida de Kincaid continúa con el segundo libro que dedicó a su hermano. Lo vio por última vez antes de su partida a Estados Unidos orientada por sus padres cuando él tenía 3 años. Volvió a verlo 20 años después. Según contó en una entrevista Kincaid a Ara, esto se debió principalmente a la difícil relación que tenía con su madre:
“Siempre me sentí en peligro, cuando estaba con ella. Una vez quemó todos los libros que yo tenía. Fue como si me matara a mí: mi única pasión era leer”.
Este libro dedicado a su hermano permite observar un entorno familiar hostil en el que una comunicación rota marca el inicio de un desentendimiento total entre los miembros. Este libro nos habla de los vínculos rotos y violentos, pero sobre todo de la enfermedad, en ese momento incurable y vergonzosa, el sida que afecta a su hermano y que terminará por llevarse su vida.
“Mr. Potter”
En el último libro de esta trilogía basada en su vida, Kincaid construye el relato de su padre y cómo, después de su muerte regresa a su lugar de origen. Reconstruye la narración a partir de un taxista, con una gran variedad de referencias autobiográficas, que le permiten volver a profundizar en su mundo interior.
En esta novela, como se leerá, los personajes están atrapados en la cárcel de su pasado. Llevan a cuestas tanto peso que caminan lento en una monotonía insoportable que si bien poco les permite avanzar, sí les clarifica las ideas para reflexionar. Su vida se queda en las palabras y en una esperanza soñada, pero agotada.