Un libro muy bien escrito, que no tiene ni un solo golpe bajo y que se inscribe en la literatura contemporánea. Fantasticland, la novela de Ana Wajszczuk que acaba de publicar Sudamericana, es sobre todo una obra sobre las dicotomías y los dobleces que implica la maternidad.
Cuenta la historia de una mujer que invierte tiempo, energía y también dinero en intentar tener un hijo. Un hijo que sea el fruto, la concreción de una relación de pareja en la que ambos desean ese hijo. Y a lo largo de la obra se filtra el tacto o la falta de tacto de los médicos, la opinión de los familiares, los intentos que no funcionan y los nuevos intentos que aparecen.
La primera parte de la novela describe ese proceso: el de intentar tener un hijo. Y lo hace mientras cuestiona el mandato de maternidad, reflexiona sobre si adopción sí o no, todos pensamientos que atraviesan a la protagonista.
La segunda parte del libro es justamente la llegada de esa bebé cuya espera atraviesa la primera mitad, y allí se desencadenan todas las contradicciones que puede traer la maternidad: la nostalgia por los tiempos sin hijos, las largas horas sin dormir, los miedos que surgen.
Todo eso se condensa en la tapa del libro: una fiesta en la planta baja y una madre que intenta dormir a su hijo en el primer piso, tan cerca y tan lejos de la fiesta.
Quién es Ana Wajszczuk
♦ Nació en Quilmes en 1975. Es editora y periodista.
♦ Sus artículos se publicaron en GQ, SoHo, Radar, Rolling Stone, La Nación Revista y La Agenda Buenos Aires, entre otros.
♦ Entre sus libros se cuentan El libro de los polacos y Chicos de Varsovia.