Los mitos de Borges y sus años en la Biblioteca Nacional: ¿es cierto que lo echó Perón?

En “Borges en la biblioteca”, Patricio Zunini investiga las casi dos décadas que el autor de “Ficciones” pasó como director de la prestigiosa institución: secretos de una época clave en la vida del escritor argentino más universal.

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Mitos, secretos y verdades de los casi veinte años que Jorge Luis Borges pasó como director de la Biblioteca Nacional. (EFE)
Mitos, secretos y verdades de los casi veinte años que Jorge Luis Borges pasó como director de la Biblioteca Nacional. (EFE)

“Él a veces arreglaba su pasado para que quedara mejor literariamente”, escribió alguna vez uno de los amigos más cercanos de Jorge Luis Borges, el escritor argentino Adolfo Bioy Casares. Mitos borgeanos hay de sobra, dada la predilección del autor de Ficciones a ficcionalizar su propia vida y falsear o adornar datos con fines no siempre claros para el público.

En Borges en la biblioteca, el escritor y periodista Patricio Zunini -autor de libros como Fogwill. Una memoria coral y Diario de un argentino deconstruido- investiga las casi dos décadas en las que el autor de el autor de El jardín de los senderos que se bifurcan fue director de la prestigiosa Biblioteca Nacional, sobre las que orbitan algunas afirmaciones que no siempre tienen una relación estrecha con la realidad.

¿A Borges lo echó Perón de la Biblioteca Nacional? ¿Impidió el autor de El Aleph la mudanza de la Biblioteca de su sede de la calle México a su actual sede en Agüero? ¿Qué mitos construyó el propio Borges para constituirse como un referente del antiperonismo? En esta entrevista con Infobae Leamos, Zunini responde algunas de esas preguntas y echa luz sobre una época fundamental en la vida del autor argentino más universal.

—Hay algunas hipótesis en el libro que vienen a revisar las “verdades” más sabidas de Borges. Una de ellas, en particular, es que Perón no lo echó de la Biblioteca Cané. ¿Cómo llegaste a esa conclusión?

—Porque no daban las fechas. Con Borges, pasa que todo lo que él dijo se convirtió en una verdad indudable, pero, tal vez desde la publicación del diario de Bioy, nos permitimos cuestionar sus dichos y a investigar en profundidad. Y ahí aparecen las inconsistencias. Un ejemplo, el caso de la Biblioteca Cané. Borges decía que había sido víctima de una persecución y que lo quería destinar como inspector de aves de corral en el mercado de Córdoba y Callao. Es cierto que fue sancionado por una declaración política en contra del peronismo, pero el proceso había comenzado antes de las elecciones.

―¿Y entonces?

―En diciembre del 45 Farrell sacó un decreto que prohibía a los empleados del Estado expresarse públicamente sobre la campaña presidencial, y Borges, empleado de una biblioteca municipal, firmó una solicitada en enero del 46. Las elecciones fueron en febrero; Perón asume en junio y todo el proceso contra Borges —que, además, tuvo un castigo muy leve— ya había sido resuelto. Si bien hace unos años Jorge Rivera publicó un trabajo importantísimo que abría una grieta en la verdad de Borges, yo creo que, a partir de reconstruir los hechos de aquellos meses, pude demostrar que efectivamente a Borges no iban a mandarlo al mercado (lo que hubiera sido un ascenso) ni que Perón intervino en su salida. El mito le sirvió a Borges para constituirse como referente del antiperonismo.

Patricio Zunini: "Borges es un escritor genial que también escribió su vida".
Patricio Zunini: "Borges es un escritor genial que también escribió su vida".

—¿Fue Borges el responsable de que la construcción de la nueva Biblioteca Nacional haya tomado tres décadas?

—Eso no está tan claro. Es cierto que Borges no quería cambiar de barrio y que el nuevo edificio le parecía horrible. “Parece una máquina de coser Singer”, decía. Ahora bien, desde que se lanzó el pliego de la licitación hasta que se puso la piedra fundamental pasaron once años: no se puede explicar sólo como un capricho de Borges.

―¿Quién promovió la mudanza, entonces?

―El promotor de la mudanza fue José Clemente, el vicedirector. Él, que tenía experiencia como bibliotecario, se había dado cuenta de que el edificio de la calle México estaba en muy malas condiciones y que no había posibilidad de sostenerlo. Borges podría haberse opuesto, pero le dio total libertad. No lo apoyó, pero tampoco se lo impidió. Yo creo que las demoras tuvieron que ver con los cambios de gobierno, con las dictaduras. Además Borges renunció en el 73 y la Biblioteca recién se inauguró en 1992. Mi hipótesis es que fue, básicamente, un problema económico. Los años del tercer peronismo estuvieron marcados por una crisis económica, después los militares destinaron millones de dólares al Mundial 78 y con Alfonsín todavía seguían los problemas. La inauguración se logró en el 92, cuando se había estabilizado la economía.

—¿Qué hubiera pasado si Borges ganaba el premio Nacional de Literatura en 1942?

—Siempre es lindo jugar a lo contrafáctico, ¿no? Borges se había presentado al premio con El jardín de senderos que se bifurcan y perdió con Cancha larga, una novela gauchesca —hoy desconocida; a mí me costó conseguirla— de Eduardo Acevedo (hijo). En su momento, fue polémico, pero con el paso del tiempo, sobre todo cuando Borges ya se había convertido en Borges, se agigantó. El jardín de senderos que se bifurcan se publicó en los últimos días de diciembre del 41, salió justo a tiempo para participar en el premio. Lo que más me llamó la atención fue que en los seis meses anteriores, Borges, que trabajaba en la Biblioteca Miguel Cané, fue designado “en comisión” en el Registro Civil. Ni él ni ningún biógrafo lo menciona, pero el traslado está en su legajo. Yo creo que, en realidad, tuvo una licencia encubierta.

Patricio Zunini: "Lo que sucede con Borges es que vida y obra son una sola". (Gustavo Gavotti)
Patricio Zunini: "Lo que sucede con Borges es que vida y obra son una sola". (Gustavo Gavotti)

―Volvamos a la pregunta: ¿qué hubiera pasado si ganaba el premio?

―Él había empezado a trabajar en la Cané tras la muerte de su padre. Necesitaba la plata. Pero odiaba la Biblioteca y odiaba a la gente de la Biblioteca. El premio le hubiera dado una pequeña fortuna que le habría permitido dejar el trabajo. Finalmente se fue en el 46, con el escándalo del peronismo que hablábamos antes.

—Beatriz Sarlo dice, y la citás en el libro, que no se puede plantear una biografía de Borges por fuera de su producción literaria. ¿Por qué?

—Me gusta esa idea de Sarlo, me parece muy precisa. Un biógrafo se vuelve un poco un intruso impúdico en la vida del biografiado. Pensemos de nuevo en el diario de Bioy. Lo que sucede con Borges es que vida y obra son una sola. Obra y maniobra —para decir un término de Louis Annick— funcionan como un único elemento. Por eso tergiversa la salida de la Biblioteca Cané, por eso se equivoca con la fecha de publicación del “Poema conjetural”, que dice que lo publica en el peronismo cuando lo había publicado varios años antes, por eso lo primero que escribe cuando llega a la Biblioteca Nacional es el cuento “El simulacro”. Borges es un escritor genial que también escribió su vida.

Quién es Patricio Zunini

♦ Nació en Buenos Aires en 1974.

♦ Es profesor y agente cultural.

♦ Fue coordinador general de la Fundación Filba y editor del blog de Eterna Cadencia.

♦ Ha colaborado con medios nacionales e internacionales, actualmente es responsable de la red social de lectores Grandes Libros y escribe regularmente sobre cultura y literatura en Infobae.

♦ Es autor de Fogwill. Una memoria coral (Mansalva, 2014) y Qué es un escritor. 100 preguntas sobre literatura argentina, entre otros.

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