Del sistema al antisistema. Albert, sin saberlo, representa en su ideal y espíritu la voz de cientos de jóvenes inconformes con el mundo que les tocó vivir, a pesar de haber sido educado con los valores de la burguesía elitista de España.
Sus padres jamás pensaron que su hijo, a quien educaron con tantas comodidades, iba a renegar algún día de su vida. De esto va la novela Crónicas de un antisistema, del periodista español José Manuel del Río.
En realidad, todo empezó tras la ruptura del núcleo familiar. Fue justo en este momento que sintió el empujón hacia una vida de emancipación con apenas los dieciocho años de edad.
Se introdujo al ‘Movimiento okupa’, surgido en los años 70 en Europa, el cual llegó a España en 1984 en medio de un escenario que combinaba desempleo juvenil, crisis y ausencia de espacios para esta población.
El movimiento llegó a su país fruto del recorrido por Europa de un grupo de jóvenes que tomó la decisión de ocupar una casa que llevaba dieciocho años vacía. La acción fue intervenida por la Policía por ser una acción ilegal. El movimiento aboga por la ocupación de edificios deshabitados para utilizarlos como viviendas o centros con fines políticos, culturales y/o sociales, no sin repercusiones.
En este escenario transcurre la vida de Albert, que ingresa a una esfera sumamente violenta conocida como “Grupo Negro”. En compañía de Carlitos, su fiel confidente, permanecerá varios años en la organización, hasta que un día se ve de frente con la posibilidad de adquirir un compromiso con el líder, un curioso hombre conocido como ‘El mago’, lo que no sabe es que esta nueva situación le hará cuestionarse sobre el significado de las luchas que defiende y lo que esconde el antisistema.
En esta historia queda expuesta la cara que no sale en los periódicos, la de los mafiosos y traficantes aliados con el sistema judicial, un panorama que en muchos momentos resulta desolador. Ir en contra del sistema sería la mayor de las opciones.
“Yo puedo hablar de lo que es una manifestación, de lo que son los juicios porque he estado allí, puedo hablar de la prisión, puedo hablar con conocimiento de causa, pero estos temas concretos no han sufrido, y muchos desgraciadamente como van a ver por la fecha en la que se ha escrito la novela, han sido premonitorios. Yo tenía muy claro que lo que no iba a hacer era prostituir la novela”, mencionó Del Río en la presentación de su libro.
“Crónicas de un antisistema”, de José Manuel del Río
Sobre la escritura de la novela
José Manuel del Río no lo quiso de otra manera. Él mismo quien abre y comenta su libro, pues decidió escribir su propio prólogo. Sostiene en la presentación que en algún momento escribió
y publicó un relato que aseguraba era una novela, aunque realmente no lo era. En cambio, Crónicas de un antisistema es una novela, en mayúsculas, afirma.
Añade que para escribirla tomó prestados algunos nombres y lugares de la realidad para lograr una narración mucho más realista. Sin embargo, sostiene que nada de lo que aparece allí tiene por qué configurar la realidad y que muchos de estos referentes tendrán un destino completamente distinto en su libro.
Añade que la novela requería, de algún modo, del “sistema” para escribirse. Una mirada interna ubicada en el exterior para ver el “antisistema” desde otra perspectiva, menos complaciente que ignoraba la sensación colectiva.
“Cuando hablan de un antisistema lo que se suele hacer es un discurso institucional o noticia con personas vestidas de corbata, vendiendo el miedo para que compremos de nuevo la seguridad que nos ofrecen”.
Sobre el autor: José Manuel del Río
♦ Nació en Coruña, España en el año 1982.
♦ Es escritor, periodista cultural y abogado.
♦ También ha colaborado con medios de comunicación escribiendo artículos de crítica social, cultural y política.
♦ Inició en la literatura con la escritura de un relato para participar en un concurso de obras breves de terror.
♦ Su primera novela es Crónicas de un antisistema.
♦ Algunas de sus obras: La milicia de la noche, Marea roja, A bocajarro.