En medio siglo de escribir novelas de terror, Stephen King ha creado algunos villanos notables. ¿Quién puede olvidar la voz cantarina del payaso Pennywise, la encarnación del diablo Randall Flagg o las fauces babeantes de Cujo? Los malos de la última novela de King, Holly, no son tan memorables, pero eso es parte de lo que los hace aterradores.
Emily y Rodney Harris son profesores jubilados del Bell College Arts and Sciences. “Em”, como la llama su marido, enseñaba inglés y el querido “Roddy” de Em enseñaba ciencias de la vida, lo que le valió el apodo de “Rowdy Roddy el nutricionista loco”. Bell es una genérica “universidad en una colina” cerca de un lago en algún lugar de Ohio.
King no necesita ser más específico que eso con su sentido del lugar, porque esta es una historia ambientada durante la pandemia de COVID que utiliza actos y cosas comunes para generar miedo: bicicletas abandonadas, pendientes perdidos, una carrera crepuscular por el parque.
La novela comienza con rápidos flashbacks de una serie de secuestros que comenzaron en 2012 y que fueron perpetrados por los Harris, e inmediatamente nosotros, como lectores, sabemos más que nuestro personaje del título. Los fans de King recordarán a Holly Gibney de la trilogía Mr. Mercedes y un papel protagonista en la historia que da título a la colección de King La sangre manda.
Estamos en 2021 y Holly es la única persona que trabaja en su empresa de investigación privada, “Finders Keepers”, ya que su socio Pete está en cuarentena. Este aparece en la historia de vez en cuando durante las llamadas telefónicas, ofreciendo consejos entre ataques de tos, pero es Holly quien tiene que resolver el caso.
Cuando los lectores conocieron a Holly por primera vez en Mr. Mercedes, era torpe y solitaria, trabajando entre bastidores para atrapar al asesino. Ahora, tras recibir una llamada telefónica de Penny Dahl, cuya hija Bonnie lleva desaparecida tres semanas, se ve obligada a interrogar a testigos y sospechosos, al tiempo que se enfrenta a los traumas de su pasado.
Su madre, Charlotte, poco más que una estadística de COVID cuando comienza la novela, termina muriendo tras una “enfermedad brutalmente corta” precipitada por negarse a usar barbijo y ser vacunada.
King se adentra bastante en la cabeza de Holly, conectando su baja autoestima con su madre degradante y los matones que la torturaron mientras crecía. Pero es obvio que le gusta: la tenacidad y el sentido común son rasgos dignos de admiración. Pero, ¿ejercerá ella la suficiente cautela cuando sea necesario?
Otros personajes de los libros de King Mr. Mercedes también desempeñan papeles clave. Los hermanos Jerome y Barbara Robinson tienen cada uno su propia historia y no es difícil imaginar que Jerome al menos pueda aparecer de nuevo en el Kingverso.
Por otro lado, el hombre que animó a Holly a convertirse en detective privado, Bill Hodges, ya no está enfermo de cáncer, pero nunca ha sido olvidado. Su consejo, de hecho, sirve como epígrafe de la novela: “A veces el universo te lanza una cuerda”.
La novela se desarrolla de acuerdo con esa metáfora, ya que Holly sigue la cuerda hasta llegar a un enfrentamiento culminante con Emily y Rodney Harris, y comprueba por sí misma lo depravados que pueden llegar a ser los profesores universitarios en el mundo de Stephen King.
Fuente: AP