En su debut como autora, Claudia González, psicóloga y psicoterapeuta ecuatoriana con casi doce años de experiencia, aborda el complejo mundo de las relaciones de pareja. Insistiendo en la búsqueda del amor auténtico y duradero, su libro Amar no cuesta tanto ofrece una guía llena de consejos y herramientas para navegar el desafiante territorio de las relaciones humanas.
González plantea el amor como uno de los anhelos más profundos y desafiantes de la experiencia humana. Si bien todos buscamos amor y aceptación, también luchamos contra el temor al rechazo y el abandono. La autora señala que la vulnerabilidad a menudo parece más aterradora que la idea de estar solos en el futuro. Este miedo nos impide abrirnos completamente a otras personas.
Sanando heridas del pasado
Uno de los puntos clave que aborda González es la importancia de sanar las heridas del pasado. Nuestra historia familiar y las experiencias pasadas a menudo condicionan nuestra forma de relacionarnos en una pareja. Sin embargo, la autora enfatiza que una vez que sanamos estas heridas, nuestras relaciones comienzan a fluir de manera más armoniosa.
El libro no solo se basa en la experiencia profesional de la autora, sino también en sus propias vivencias. González comparte sus historias personales, lo que agrega una capa adicional de autenticidad y comprensión a sus consejos. Además, se apoya en casos de sus consultas para ilustrar los desafíos comunes que enfrentan las personas en las relaciones de pareja.
Un enfoque en la superación del miedo al amor
Uno de los temas recurrentes en el libro es el miedo al amor. González argumenta que el miedo a equivocarnos, ser traicionados o repetir patrones negativos de nuestras familias a menudo nos impide abrirnos completamente a una relación. El libro proporciona estrategias para abordar estos miedos y cambiar nuestra perspectiva sobre el amor.
Claudia González confiesa que Amar no cuesta tanto es un proyecto nacido de su profunda pasión y experiencia. Con más de dos años y medio de escritura, el libro condensa 52 años de aprendizaje y crecimiento personal. La autora espera que los lectores encuentren en sus páginas una fuente de inspiración y aprendizaje, al igual que ella lo hizo mientras lo escribía.
— ¿Por qué escoger un tema como este para su primera obra? ¿Qué encerraba en sí mismo?
— Mira, para mí el tema del amor y de la pareja es algo a lo que le he estado dando vueltas desde que fui una niña o una adolescente. Creo que es uno de los desafíos más grandes lograr una relación de pareja estable, duradera y sana. Yo veía alrededor de mi vida, mis padres, en mi familia inmediata, que eso no se lograba. Había mucho amor para dar y al mismo tiempo era un desastre y un conflicto. Así crecí, con esta añoranza de vivir una relación de pareja sana.
— Usted tuvo dos divorcios, ¿cómo influyeron en su mirada sobre el amor y las relaciones?
— Sí, después de esos divorcios, me dediqué a estudiar psicología y empecé con la práctica psicoterapéutica hace más de 15 años. Fue con el afán de entender, de sanar, de decir: “Esto no puede ser tan difícil, esto no puede costar tanto ni demandar tantos fracasos, tiene que haber otros caminos, otras maneras de manejarlo”. Ahí fue cuando empecé a darle vueltas a la idea de escribir algo y se fue gestando esta guía porque, para mí, la relación de pareja, el amor ha sido difícil, complejo, ha sido duro. Y como vi después de la consulta privada que había tantas personas con el mismo sentimiento, dije: “Necesito ofrecer toda la información y todo lo aprendido, estas herramientas. Ojalá las personas jóvenes no tengan que pasar por lo que yo pasé, no tengan que tomar las malas decisiones que yo tomé o mis consultantes”. Es inspirar a que ese verdadero amor es posible, y ahí como que fue el propósito de escribir este libro.
— Algo que me llamó la atención en estas páginas es la forma en que trata el concepto de la vulnerabilidad. Menciona que a menudo es más aterradora que la idea de estar solos en el futuro. ¿Qué estrategias o consejos podría dar para abrazar la vulnerabilidad y cultivar relaciones más auténticas?
— Claro, el tema es que una relación de pareja se construye desde un vínculo emocional, y ese vínculo emocional no se da si no me muestro vulnerable. Por eso, a menudo, es más aterrador que la idea de estar solos en el futuro. Entrar en esa vulnerabilidad es complicado porque pensamos que nos tenemos que defender, que si nos mostramos vulnerables, la otra persona nos va a lastimar, nos va a engañar, se va a aprovechar de nosotros. Entonces, por eso hay tanta resistencia.
Pero al final, resulta que, cuando entro en contacto con ese verdadero ser, es cuando más fuerte me siento. Porque no tengo que aparentar nada, no tengo que complacer ni hacer un esfuerzo por adaptarme o agradar. Simplemente, soy lo que soy. Por ejemplo, en situaciones en las cuales me siento nerviosa, si trato de demostrar que soy inteligente o capaz, a menudo me va mal. Pero cuando digo: “Soy lo que soy y voy a ofrecer de corazón lo que tengo”, es suficiente. Es suficiente lo que tú ofreces, lo que yo ofrezco, y eso es lo que tenemos que entender. A veces, las cosas que más reprimimos son las que nos hacen únicos. Necesitamos reconciliarnos con las cosas que no nos gustan; no pasa nada. Todos estamos iguales.
— También habla de la importancia de sanar las heridas del pasado para construir relaciones sólidas. ¿Cómo encontró el lenguaje para guiar a los lectores en este proceso, especialmente cuando estas heridas están arraigadas en su propia historia?
— Creo que la mejor manera fue hablar de mi propia historia, precisamente, y mostrar cómo me conecté con eso. Quiero que ese ejemplo sirva. Obviamente, también cuento ciertas historias de mis pacientes porque regresar a esas historias y sanar esas heridas no es fácil, especialmente cuando has vivido mucho dolor. La mayoría de las personas prefiere evitarlo para no sufrir y dejarlo de lado. A veces, tenemos lenguajes internos muy negativos, que hemos incorporado desde la forma en que nos criaron en nuestra familia. Por eso es importantísimo destapar todo esto para que el lenguaje que utilicemos con nosotros mismos sea de aprecio, sea positivo, y poder encontrarnos con esa criatura interior.
— ¿Cómo fue ese proceso de narrar sus experiencias en el libro sin que este se convirtiera en una confesión personal?
— Ese fue mi desafío. Por un lado, quería utilizar un lenguaje cercano y cálido que fuera muy fácil de leer, porque quiero que llegue a la mayor cantidad de gente y que estas herramientas les sirvan. Ofrezco tareas y ejercicios después de cada capítulo, por eso lo llamo taller, para que sea una lectura activa. Quiero que los lectores hagan, descubran y entiendan mientras avanzan. Entonces, ya no es solo autobiográfico; es una combinación de anécdotas personales y teoría, pero escrita de una manera fácil de comprender. Mi objetivo es que los lectores se sientan acompañados en este proceso.
— Su libro resalta que el amor es posible y ofrece un camino para vivirlo en plenitud. ¿Cuál es el mensaje clave que desea que los lectores se lleven después de leerlo?
— Creo que el mensaje clave es el que pongo en la conclusión: “Para amar, hay que amarse”. No significa que si estoy trabajando en mi autoestima y aún no siento que lo he logrado completamente o que todavía tengo miedos, no pueda amar. Yo creo que sí se puede amar. El tema es que se vuelve muy tortuoso, muy espinoso. Entonces, te desesperanzas, sientes que el amor no es para ti, que no puedes o que es imposible. En ese sentido, amarse significa aceptarse completamente.