¿Es negocio la literatura en español en Estados Unidos?: qué pasa con los 50 millones de inmigrantes de habla hispana

Tres referentes del sector explican las complejidades de la industria de libros en castellano en un país en el que la población hispanoparlante no para de crecer, pero no así la comunidad lectora.

Se estima que de los 50 millones de inmigrantes hispanoparlantes en Estados Unidos, solo 5 millones son potenciales lectores, pero cada vez más eligen los libros en inglés por sobre los de su idioma natal.

¿Qué pasa con la literatura en español en los Estados Unidos? ¿Cuáles son los géneros que más se venden? ¿Cuántos de los 50 millones de hispanoparlantes leen en su idioma de origen? ¿Hay reseñas de libros en español? ¿Miami sigue siendo el centro de la cultura hispana? ¿Cómo impactó la pandemia en este mercado que intenta sobrevivir?

Estas son algunas de las preguntas que respondieron a Infobae Leamos tres referentes del sector: el escritor y editor venezolano Asdrúbal Hernández; la coordinadora del Programa de Autores Iberoamericanos de la Feria del Libro de Miami, la argentina Mariela Gal; y el escritor y editor peruano Pedro Medina.

Asdrúbal Hernández

Asdrúbal Hernández: "Los adultos han recuperado su interés por la literatura latinoamericana, el best seller en español se vende, pero tiene que ser de Isabel Allende o Pérez Reverte".

Nació en Caracas, Venezuela, y reside en Nueva York. Es editor, escritor, y promotor de la cultura y literatura latinoamericana. Estudió Comunicación Social y un máster en Gerencia de Empresas Editoriales en los Estados Unidos. En cuanto a su trabajo como escritor, se destacan los poemarios XXIV poemas de amor y Agujas al viento. En el año 2011 fundó Sudaquia Editores, que ofrece libros de autores latinoamericanos al mercado hispanoparlante de los Estados Unidos.

-¿Cómo nació Sudaquía?

-Sudaquía es una editorial que comenzamos con mi esposa, María Angélica García, en 2011, con dos colecciones: una de ficción, novela y cuento, y otra de no ficción, memorias, cosas periodísticas. Después surgieron dos colecciones nuevas, El gato cimarrón, de poesía, y Cangrejo, de thriller y novela, todos libros en español original. Al principio publicamos libros de escritores que no estaban en los Estados Unidos, pero hoy en día el catálogo contempla autores que viven aquí y escriben en español.

-¿Cómo fue evolucionando la venta de e-books?

-Nosotros arrancamos con papel y después empezamos a vender e-books. En un momento esta conversión se frenó un poco, pero luego el formato retornó, con más fuerza. Hemos publicado unos 140 libros en total, de los cuales 120 o 130 deben seguir en el catálogo (Sudaquia.net).

-¿Considera que hay una creciente demanda por la lectura de libros en español en los Estados Unidos?

-No sé con precisión cuánto ha crecido. Originalmente vine a hacer un máster en gerencia editorial y justamente hice en trabajo sobre ese tema, si existía para los Estados unidos un mercado de libros en español. De unos 50 millones de hispanos, hay no más de 5 millones de lectores regados por todo el país, y muchos son los mismos escritores, sus amigos o conocidos, el mundo académico. Pero no siento que esta cifra haya aumentado mucho desde que nosotros arrancamos. Varias librerías tenían secciones dedicadas a libros en español pero eso ha desaparecido. Se empezaron a recortar esos espacios que permitieron que la gente descubriera esos autores. Ahora es muy difícil que descubran tus libros, es un proceso mucho más complicado. Pero sí hay una demanda de gente mayor a la que siempre le gustó leer y de los estadounidenses que originalmente hablan inglés y tienen al español como segunda lengua.

-En Miami, por la cantidad de hispano parlantes, parece haber más movimiento, ¿no es así?

-En Miami hay un movimiento interno y, de hecho, es nuestro segundo lugar. Además, ahí está la Feria del Libro de Miami que promociona mucho la lectura y tiene una fuerte presencia de autores en español y de libros en ese idioma. Ademá, el año pasado se realizó la cuarta Feria del Libro de Nueva York, organizada por gente del Lehman College, que está tomando fuerza y tiene presencia hispana.

-¿Qué pasa con los descendientes de los inmigrantes hispanos? ¿No mantienen la lectura de libros en español?

-Ocurre que, entre esos 50 millones de hispanoparlantes, a medida que los descendientes se van integrando a la escuela, con los amigos, la lectura en español se va perdiendo. Pero, al mismo tiempo, hoy el español ha cobrado fuerza y es un activo poder hablar este idioma. A mi hijo le pongo libros en español y en inglés, pero en las primeras generaciones la tendencia es leer en inglés. Sin embargo, mucha gente lee también en inglés para practicar y mejorar el idioma. Hay gran diferencia en lo que es literatura para nosotros y lo que son los libros. La gente usa el libro cuando viaja en tren, en autobús, más bien creo que hay una oportunidad para el mundo de los audiolibros.

"Muerte en el Guaire", de Raquel Rivas Rojas, última novedad de la editorial Sudaquía.

-¿Cuáles son los libros que más se venden? ¿Es todo literatura para adultos o también infantil y juvenil?

-Los libros de series para niños y adolescentes, de personajes que funcionan bien en países hispanos, son una cosa complicada acá. Los chicos sólo los leen en inglés porque están conectados en inglés con sus amigos. Pero los adultos han recuperado su interés por la literatura latinoamericana, el best seller en español se vende, pero tiene que ser de Isabel Allende por ejemplo, o La reina del sur, de Pérez Reverte. Yo recuerdo que cuando Vargas Llosa ganó el Premio Nobel, los libros suyos los tenía una editorial que no era una de las cinco grandes.

-¿Cómo es la difusión de estos libros? ¿Salen reseñas en los suplementos literarios, por ejemplo?

-Acá es muy difícil entrar en la parte de cultura de los diarios o revistas, sólo el Miami Herald publica reseñas de libros en español. Las del New York Times son reseñas de libros en inglés. Vargas Llosa puede entrar allí, pero con obras traducidas al inglés. Este es uno de los puntos que complica el tema.

-¿Cómo funciona la comercialización de estos libros en español en el mercado de los Estados Unidos?

-El asunto son los canales de venta. Antes los libros se llevaban directamente a las librerías que sabíamos que eran independientes y tenían una sección de libros en español. La librería ponía allí los libros y las editoriales organizábamos eventos para la difusión, pero la pandemia terminó de matar esa modalidad. Ya anteriormente había notado una disminución y fui pasando nuestros libros a Amazon. Hoy las principales ventas son desde ahí.

-¿Cómo se genera entonces la cercanía entre el escritor y el lector?

-Mas allá de aquellos que ya tenían su mercado propio, los libros que mejor se venden son aquellos en los que los autores se involucran activamente en su promoción. Son libros escritos en español, pero de autores que viven en los Estados Unidos. En nuestro catálogo te podría nombrar a Pedro Medina, quien ha ido creando un universo paralelo de Miami a través de sus novelas y sus cuentos. Oswaldo Estrada también habla de inmigrantes, o Iván Parra. Son autores que hablan de los procesos de ir y venir en la frontera, de la realidad que están viviendo y que empieza a formar parte de su literatura.

Mariela Gal

Mariela Gal: "Noto un crecimiento a medida que nuevas olas de extranjeros se asientan en la ciudad (la más reciente: los venezolanos) y se suman a quienes llegamos antes".

Es coordinadora del Programa de Autores Iberoamericanos de la Feria del Libro de Miami, a la que se incorporó en 2005. Mariela nació en Buenos Aires, estudió periodismo e historia del arte. Vivió 16 años en Miami y luego se trasladó a Madrid.

-¿Considera que hay una creciente demanda por la lectura de libros en español en los Estados Unidos?

-Creo que encontramos un mercado para la literatura escrita en castellano prácticamente en todos los inmigrantes iberoamericanos de primera generación de los Estados Unidos.

-¿Cómo ve la evolución de este mercado en los últimos años?

-En cuanto a la demanda de literatura en nuestro idioma en Miami, noto un crecimiento a medida que nuevas olas de extranjeros se asientan en la ciudad (la más reciente: los venezolanos) y se suman a quienes llegamos antes. En este sentido, me refiero a la literatura no solo como el acto de comprar y leer un libro, sino a las opciones de actividades culturales relativas a las letras que ofrece este lugar tan particular (Miami como la ciudad iberoamericana más cercana a los Estados Unidos, según afirma la broma).

-¿Y con respecto a la Feria del Libro de Miami?

-Desde el programa en español de la Feria del Libro (organizada por el Miami Dade College, la institución académica más grande del país) la idea siempre es ofrecer a los hispanohablantes la variedad de eventos de la que disfrutábamos en nuestros países de origen. Así, tanto en nuestra semana de Feria cada noviembre, como en el programa Year-Round que mantenemos durante todo el año, se puede encontrar desde presentaciones con autores internacionales, tertulias literarias, talleres de escritura creativa y concursos de poesía, hasta seminarios de literatura infantil y juvenil, talleres de lectura, residencias para autores emergentes y picnics de libros.

Mariela Gal es coordinadora del Programa de Autores Iberoamericanos de la Feria del Libro de Miami.

-¿Cuántas editoriales, tradicionales o independientes, están comercializando libros en español en los Estados Unidos?

-Si hablamos de editoriales literarias independientes, en Miami encontramos a Suburbano Ediciones, dirigida por Pedro Medina León; Katakana Ediciones, a cargo de Omar Villasana; Editorial Silueta, de Rodolfo Martínez Sotomayor, y Ediciones Baquiana, dirigida por Patricio Palacios. A pesar de que ha cerrado sus puertas, hay que mencionar a Ediciones Universal, del cubano Manolo Salvat, que funcionó en Miami entre 1965 y 2013. En Chicago están Ars Communis, dirigida por Fernando Olszanski, y El Beisman Press, de Franky Piña. En Nueva York, Sudaquía, dirigida por Asdrúbal Hernández y Chatos Inhumanos, comandada por Ulises González y Sara Cordón.

-¿Cuál es el público de los libros en español que se publican en Estados Unidos?

-El público principal es el inmigrante de mediana edad o adultos mayores. Y ahí reside el problema al que nos enfrentamos como promotores culturales: ¿quién tomará la posta después de nosotros? Las nuevas generaciones leen sobre todo en inglés. Sí, hay programas bilingües en las escuelas. Pero a la hora de leer por placer eligen el inglés: la lengua en que se relacionan con sus pares.

-¿Cuáles son los géneros y temas que suelen tener más éxito en el mercado?

-En el mercado literario hispanohablante de Estados Unidos -sin contar libros de texto o académicos- lo que más funciona a nivel ventas son los bestsellers de autores muy conocidos (Isabel Allende, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa), libros infantiles, libros religiosos y libros de autoayuda o bienestar.

Pedro Medina

Pedro Medina: "En el aeropuerto hay más oferta de libros en español que en los Estados Unidos".

Nació en Lima, Perú. Su novela Varsovia ganó el Florida Book Award 2017 y es autor de los libros Mañana no te veré en Miami, Marginal, La chica más pop de South Beach y Tour: una vuelta por la cultura popular de Miami, entre otros. Además, es creador y editor de un portal cultural y sello editorial, Suburbano.net.

-¿Cómo nació este emprendimiento?

-Suburbano se inició como un portal web. Precisamente lo hice por la falta de espacios para la escritura en español, como un blog personal, porque me daba cuenta de la necesidad de escribir y de leer en español. Empezamos con libros en papel, porque la necesidad era mayor. Publicamos una antología de cuentos de autores hispanos que viven en Miami, porque esa literatura se lo merece, y también de autores hispanos que viven en cualquier lugar del mundo, como los argentinos Enzo Maqueira y Marina Condó.

-¿Cuáles son los géneros más vendidos?

-Tenemos libros de ficción, novela, cuento policial, no ficción. Al cierre de diciembre teníamos 40 títulos publicados y este año tendremos unos 50. El género novela es el que más se vende, pero no se puede sostener una industria editorial con una repisa de libros. Estamos tratando de exportar literatura.

-¿Cuáles son los canales de venta?

-Acá es más difícil porque no tienes dónde vender los libros, en el aeropuerto hay más oferta de libros en español que en los Estados Unidos, entonces el canal de venta tiene que ser Amazon, que hace el libro bajo demanda. Porque para generar un ecosistema literario activo se necesita plata, cosa que no hay. Esto lo hacemos a puro pulmón, como nosotros en Suburbano o la editorial Sudaquía. Porque el idioma español no es el oficial, no tiene becas, no hay patrocinio, entonces es muy difícil.

-¿Qué pasó con la lectura después durante y después de la pandemia?

-En la pandemia hubo un auge importante el e-book. Antes, un 8% de los libros que vendíamos era el e-book, y en la pandemia ese porcentaje subió al 20%, y después al 30%. En los últimos cinco años el papel se duplicó.

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