¿Cómo ser escritora en una época en la que las mujeres no podían descuidar la cuna de sus hijos? ¿Cómo ser escritora cuando el dominio masculino impedía el surgimiento de las mujeres en el mundo intelectual? ¿Cómo ser escritora en una sociedad que no les permitiría dedicarse a otra cosa que no fuera el hogar y sus maridos?
Esta fue la gran hazaña de Isabel Bunch de Cortés, quien logró hacerse un espacio en el restringido mundo literario del siglo XIX y comienzos del XX enalteciendo la figura de la mujer colombiana a través de la poesía.
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Isabel Bunch de Cortés llegó al mundo el 24 de abril de 1845 en una hacienda ubicada en La Mesa de Pacho, en Cundinamarca, cerca a la capital colombiana, en medio de comodidades, como una distinguida dama de sociedad. Pocos imaginaron que años después su espíritu rebelde y curioso la llevaría al mundo de la literatura, un sector negado para las mujeres en la época.
Su padre era Sir Robert Henry Bunch Wooddside, un banquero de origen inglés propietario de un próspero negocio conocido como La ferretería de Pacho. Bunch Wooddside ere reconocido por ser un importante impulsor de la industria del hierro , en crecimiento en aquella época en Colombia, también se dice que era uno de los hombres más cercanos a Simón Bolívar, incluso que fue amigo personal de ‘El libertador’.
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Su madre fue la santandereana doña Dolores Mutis Amaya, sobrina nieta del sabio José Celestino Mutis, casada en primeras nupcias con el general francés Luis Perú de LacroixAsí, miembro del Estado Mayor del ejército de Simón Bolívar y edecán del Libertador
En ese privilegiado círculo pasó sus primeros años Isabel Bunch, quien, por influencia de su padre, se convirtió en una gran conocedora de las literaturas inglesa y francesa. Los viajes al exterior y la educación que recibió serían puntos clave para que su espíritu literario creciera y tomara fuerza.
Publicó sus primeros poemas en El iris y en el periódico La patria; claro, como habrá de saberse, por este entonces no hubiera podido hacerlo bajo su nombre real, razón por la que tomó el seudónimo de ‘Belisa’ y en algunos otros casos escribía bajo el nombre de ‘Adah’, en particular para la presentación de su poesía y la publicación de escritos periodísticos.
El 27 de mayo del año 1865 se casó en su pueblo de origen con un destacado hombre de negocios, Enrique Cortés Niño, quien también ejercía como vicepresidente de la Junta Directiva del Comercio de Bogotá y era hijo del presidente del Estado Soberano de Boyacá Pedro Cortés Holguín.
La escritura en la vida de Bunch no cesó. Además de convertirse en una prestigiosa poeta, también escribió narrativa y ejerció como traductora. De hecho, parte de su obra se pudo rescatar en una antología en la que se observan los poemas que le cantó a su tierra natal, Pacho, así como también se observa su intención de homenajear a la mujer colombiana; su labor y su lucha durante ese momento de la historia.
El libro incluyó también un análisis histórico de los aportes de su familia a la sociedad colombiana, explicando cómo su padre ejerció como accionista y aportó dinero, operarios e ideas que fueron cruciales para la industria del hierro, además de ser colaborador en el proceso de la Independencia, apoyando con municiones y armas al ejército libertador.
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“Isabel Bunch de Cortés”
Su legado, lleno de trabajos en los que expresó sus sentimientos, quedó para la posteridad y es motivo de orgullo no solo para Pacho, lugar que la vio nacer, sino también para Colombia. En vida, Bunch representó a Colombia en el Primer Congreso Interamericano sobre el Bienestar de los Niños.
Finalmente, los días y las noches terminaron para Isabel Bunch de Cortés en alta mar en el año 1921, cuando viajaba de Colombia a Londres a visitar a su familia cuando tenía 76 años.
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