Enrique, un niño campesino de Colombia, es arrebatado de su hogar y forzado a convertirse en guerrillero. Con nueve años, después de haber sido testigo de la masacre de su familia y su comunidad, deja de jugar y corretear por las calles para pasar a cargar un fusil y vestir camuflado en las selvas y los montes.
A lo largo de cuatro angustiosos años, se ve sometido a un brutal entrenamiento militar y a un adoctrinamiento político implacable que lo arranca de su inocencia y lo sumerge en un mundo donde el odio y la violencia se vuelven moneda corriente. La suya es tan solo una de las muchas historias de niños que han sido coaccionados a luchar en una guerra que no les pertenece, un conflicto que ha desgarrado a toda una nación durante largo tiempo.
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La violencia no abandona a Enrique. La presencia de la muerte es una constante, así como el miedo. Pero todo comienza a cambiar cuando se encuentra con un teniente del ejército colombiano que se encuentra en misión. Frente a frente, en pleno campo de batalla, lo que podría haber sido un enfrentamiento letal se convierte en un momento de revelación. El niño decide no matar, darle la espalda a todo lo que le han enseñado, arriesgándose a perder su propia vida, y teniendo en la mira al soldado, decide no ejecutarlo.
Años después, el teniente que ha sobrevivido recibe un aviso que le dice que alguien lo ha estado buscando durante casi 50 años, un niño al que él conoció y que ahora quiere contactarlo. El teniente lo sabe, es Enrique, el niño que le perdonó la vida hacía ya tanto.
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Publicada por la editorial Palabra Libre, la novela inspirada en esta historia nos permite adentrarnos en la pluma desafiante y conmovedora de Armando Caicedo, el escritor y periodista que vivió para contarlo, el teniente del ejército colombiano al que Enrique no quiso matar.
En las páginas de El niño que me perdonó la vida, Caicedo rememora su encuentro con el niño guerrillero y lo hace, no solo con su propia voz, sino a través de los ojos vidriosos de este pequeño al que la vida le fue despojada. La obra captura la esencia de la lucha, el sufrimiento y la esperanza, mientras pinta un retrato vívido de la infancia arrancada por la guerra.
A medida que la historia se desarrolla, el lector es testigo del resurgimiento de la humanidad de Enrique, que en medio de las circunstancias más adversas encuentra formas de compasión y esperanza. El teniente, que hace mucho ha dejado la vida militar y se ha hecho periodista, decide adoptar al niño en un momento, pero una serie de obstáculos burocráticos lo impiden y se pierden la pista mutuamente. Décadas después, la vida les brinda a ambos una segunda oportunidad.
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El niño que me perdonó la vida es una de esas novelas que te erizan la piel, que te sacan lágrimas en cada página, y que al final se quedan contigo, bien adentro, y ya no se van nunca. El relato es sobrecogedor por donde se mire y tal vez este sea el momento de volver a leerlo, de intentar comprender las razones por las que un niño decide arriesgarse a que lo maten por no matar él primero.
Sobre infancias rotas se ha escrito mucho, pero sobre ello no hemos hecho casi nada. Este libro es un llamado a la acción, un recordatorio contundente de que la verdadera riqueza de un país radica en el bienestar de sus niños, quienes merecen un futuro de paz y esperanza.
Si hoy en día hablamos de nuevo de la trata de niños gracias a una cinta como ‘Sound of Freedom’, que ha puesto el tema una vez más sobre la mesa y nos ha abierto los ojos, si estamos sintiendo que podemos actuar, así sea en mínimas proporciones, después de leer un libro como este la convicción es plena y total. En un mundo como el nuestro, donde todo está tan mal, los que menos merecen sufrir son los niños, porque sus vidas, como bien lo ha dicho Tim Ballard, el exagente de la CIA que inspira la película, no están a la venta.
Sobre el autor: Armando Caicedo
♦ Fue un periodista y escritor colombiano, exiliado en Estados Unidos, autor de las novelas Viva el Obispo ¡Carajo!, Abril nace en Enero, Concierto para delinquir, reconocida con mención de honor en el Premio Internacional de Novela Kipus, y En poder del enemigo.
♦ Escribió para el periódico El Tiempo, de Bogotá, el libro de crónica histórica, 70 Años de Historia detenidos en El Tiempo y dirigió para ese diario importantes proyectos editoriales sobre investigación y crónica histórica, entre otros, “La Cápsula de El Tiempo”, “El Tiempo del descubrimiento”, “La Máquina de El Tiempo” y “La Clave de El Tiempo”.
♦ Autor de más de mil columnas publicadas en diferentes diarios del continente, desde el año 2000 escribió, de manera permanente, “Mi Columna Vertebral”, columna sindicalizada en el género de sátira política, que se publicó todas las semanas en periódicos hispanos en Estados Unidos durante casi 20 años.
♦ En su trabajo como editorialista gráfico fue galardonado en tres oportunidades con el Premio José Martí, concedido por la National Association of Hispanic Publications -NAHP- como reconocimiento a su trabajo en “El Tiempo Latino”, el semanario en español de The Washington Post.
♦ Falleció en 2020, en Miami, a causa del cáncer.
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