Lo más reciente del escritor nacido en Burgos, España, José Antonio Abella, supone un viaje a lo más hondo de un territorio donde lo mágico y lo real se entrelazan en una narrativa que transporta al lector a un pueblo ficticio llamado Valferrado, situado en las montañas de Asturias. El relato de El corazón del cíclope oscila entre lo histórico y lo sobrenatural, y le ha permitido a su autor alzarse con el Premio Ateneo - Ciudad de Valladolid en su edición número 70.
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En el corazón de esta novela se encuentra Leo, el protagonista con quien exploramos una vasta panorámica de acontecimientos históricos, desde los albores del siglo presente hasta la Guerra Civil española. Con buen tino, Abella construye un mundo en el que los personajes son piezas de un rompecabezas colectivo, donde las vidas individuales se funden para formar una narrativa de época en constante transformación. Este viaje a través de los tiempos bárbaros, las luchas sociales y los vaivenes de una España cambiante se convierte en una ventana a las vidas desgarradas por la historia.
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Una de las características más notables de El corazón del cíclope es su relación con el paisaje, especialmente las montañas de Asturias. La estética de la novela, con su paleta de colores y contrastes, evoca la atmósfera de este entorno natural, sumergiendo al lector de lleno en un espacio que oscila entre lo insólito y lo familiar. El paisaje mismo se convierte en un protagonista silencioso que dicta la estética de la narración.
Abella introduce elementos fantásticos de manera sutil, como niños nacidos con deformidades y seres monstruosos que se entremezclan con la cotidianidad. Esta fusión crea un mundo donde lo sobrenatural es tan tangible como cualquier otro aspecto de la vida. Los fenómenos mágicos, aunque desafiantes para el sentido común, están respaldados por explicaciones que mantienen una coherencia interna.
La novela también se adentra en temas como la historia, la ciencia y la lucha por la libertad. A través de la presencia del socialismo, la influencia de la ciencia y momentos de la historia documentada, la narración teje una trama rica en la que el pasado y el presente convergen. Abella desafía las convenciones literarias al fusionar lo mágico y lo real en una experiencia de lectura que rebasa lo tradicional.
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El gran acierto de El corazón del cíclope tiene que ver con la habilidad de Abella para crear un universo literario convincente. Su estilo distintivo y atmósfera cautivadora, hacen de él un autor que merece su lugar en el escenario literario actual de España.
Esta obra es un recordatorio de que la verdadera fuerza de la literatura, que tiene el poder de transportarnos a realidades alternas y de reflejar aspectos profundos de nuestra propia existencia. El corazón del cíclope no es tan solo la evocación de un mundo paralelo donde los límites entre lo real y lo irreal se difuminan, sino una idea que perdura en las páginas, que trasciende y se aferra a lo más profundo de nuestro ser.
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