Entre todo lo que la literatura puede hacer, como transportarnos a mágicos escenarios y emocionarnos, también está la posibilidad de hacernos reflexionar sobre la condición humana y de otros seres vivos, como los animales, convertidos, en muchos casos, en los grandes protagonistas de historias fascinantes.
Los finales no son siempre felices y las complejidades por las que pasan nos recuerdan la importancia de la compasión, la empatía y el cuidado que merecen todos los seres con los que compartimos el planeta.
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Es por ello que en el Día Internacional del Animal sin hogar, una fecha que busca devolver la mirada a aquellos seres que sufren el desamparo y el abandono en las calles del mundo, traemos algunas historias que nos invitan a la reflexión y a la acción.
“Momo”, por Michael Ende
“En otra ocasión, un muchacho le trajo su canario, porque ya no quería cantar. Esta vez la tarea le resultó mucho más ardua a Momo. Tuvo que estar escuchándolo durante toda una semana hasta que, finalmente, comenzó a trinar y gorjear con júbilo”. (Tomado de Momo).
Momo es una niña que vive en las ruinas de un anfiteatro. Cuenta con muchos amigos y un noble corazón, pero, además, tiene la habilidad de saber escucharlos a todos, incluyendo a los animales. Por esta razón muchos acuden a ella para desahogarse.
Los Hombres Grises, quienes parasitan el tiempo de los humanos, convencen a la ciudad en la que reside para que entregue su tiempo. Para Momo esto no está bien y por ello acudirá a una tortuga y a un extraño Dueño del Tiempo con el fin de salvarlos a todos. Momo muestra cómo el cuidado y el amor son capaces de cambiar para siempre la vida de todos, tanto de humanos, como de animales.
“La Telaraña de Carlota”, por E.B. White
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“—¿A dónde va papá con esa hacha?—preguntó Fern
a su madre mientras ponían la mesa para el desayuno.
—Al establo —replicó la señora Arable—. Anoche
nacieron unos cerditos.
—No veo por qué necesita el hacha —continuó Fern,
que solo tenía ocho años.
—Bueno —respondió su madre—. Uno de los lechones es raquítico. Está muy débil y pequeño y jamás llegará a nada. Así que tu padre ha decidido acabar con él”. (Tomado de La Telaraña de Carlota)
Un clásico de la literatura infantil en el que se retrata la historia de Wilbur, un cerdito que está a punto de ser sacrificado, y de su amiga Carlota, una araña gris que vive con él en la granja y quien será su gran compañera en la aventura de salvar su vida.
Aunque es una narración corta, cada fragmento tiene un increíble mensaje sobre la amistad entre estos animales y cómo pueden colaborar a pesar de sus diferencias; también es un retrato de cómo las circunstancias a las que se enfrentan evidencian el valor de la vida, cómo encontrar un lugar en el mundo para sí mismos y la compasión.
“La Leyenda de Sleepy Hollow”, por Washington Irving
“A la mañana siguiente el malencarado Van Ripper encontró su viejo
caballo a las puertas de su casa, sin montura, claro, y arrastrando la brida... El
pobre penco, sabio a fin de cuentas, saciaba su hambre y trataba de olvidarse
de la noche anterior arrancando a mordiscos puñados de hierba”. (Tomado de La Leyenda de Sleepy Hollow).
Aunque es conocida principalmente por su componente de terror y su estructura romántica, esta historia, ambientada en el año 1784, cuenta la historia de un espectro del valle Sleepy Hollow de Tarrytown Nueva York, quien, según se dice, es el fantasma de un antiguo soldado hessiano que habría perdido la cabeza tras el impacto de una bala de cañón en la “batalla sin nombre” en la Guerra de Independencia de Estados Unidos mientras yacía en el lomo de su caballo. Se trata del profesor Ichabod.
A la par se teje la presentación del caballo sin dueño, quien permanece en estado de abandono luego de que fuera, junto con su sombrero y una calabaza, lo único que encontraron tras la desaparición. Esta figura del animal se convierte en un símbolo de la muerte en la que además se representa la fragilidad de la vida y el sufrimiento de un ser, el dolor y el desespero.
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Los libros que abordan historias de animales sin hogar, que padecen en alguna circunstancia que los pone en peligro y donde son expuestos a la indiferencia del ser humano, son una poderosa forma de recordarnos nuestra responsabilidad hacia todas las formas de vida en la Tierra.
Navegando en estas historias tenemos la posibilidad de hallar un modo de verlo todo diferente y siendo cada vez más conscientes del impacto que tienen nuestras circunstancias sobre todos los demás.
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