El libro del general italiano Roberto Vannacci, muy criticado por sus opiniones contra los homosexuales y otras minorías, ha dividido al gobierno de Giorgia Meloni entre quienes defienden al militar, como el vicepresidente Matteo Salvini, y los partidarios de abrirle un expediente disciplinario.
“El general Vannacci ha sido descrito como un peligro. Me compraré su libro porque antes de comentar y juzgar es justo leer”, lo defendió hoy el vicepresidente ultraderechista, Matteo Salvini, tras mantener una “muy cordial” conversación telefónica con el militar.
Vannaci, un laureado general de 55 años, antiguo jefe de los paracaidistas de la Brigada Folgore, publicó el 10 de agosto Il mondo al contrario (“El mundo al contrario”) , un libro autoeditado en el que arremete contra los homosexuales, las feministas, los inmigrantes y los activistas climáticos, entre otros.
Su libro, el más vendido en la sección de ensayos de Amazon, le ha valido la destitución como responsable del Instituto Geográfico Militar y ha suscitado un enorme revuelo en Italia, también en la coalición de gobierno, que dirige la primera ministra Meloni.
El ministro de Defensa, Guido Crosetto, muy cercano a la primera ministra, tachó sus escritos de “desvaríos” y anunció que el Estado Mayor del Ejército le iniciaría un expediente disciplinar.
La posición de Crosetto colisiona de lleno con la del ministro Salvini, partidario de que un militar “debe ser juzgado por lo que hace en servicio”.
Meloni por el momento no se ha pronunciado, pero la tercera pata de la coalición gubernamental, la conservadora Forza Italia, sí que lo ha hecho y se ha puesto de parte de Crosetto.
“En el asunto del libro del general Roberto Vannacci no se puede errar. Estamos convencidamente de parte del ministro Crosetto”, avanzó hoy el vicepresidente de la Cámara de los Diputados y miembro de la Comisión de Defensa, Giorgio Mulè.
Desde la oposición, el Partido Demócrata denuncia que las palabras de Vannacci van en contra de los principios de la República y creen que el ministro Crosetto está “cada vez más aislado”, en palabras del viceportavoz de los senadores de esa formación, Franco Mirabelli.
El tema de fondo está en hasta dónde llega la libertad de expresión y si ésta debe también reconocerse a las Fuerzas Armadas.
La exministra de Defensa, Elisabetta Trenta, hoy aseguró que “la libertad de opinión debe valer para todos” y defendió al general: “Un libro que suscita debate no puede cancelar el currículum totalmente respetable de un valiente y fiel servidor del Estado”, alegó.
Fuente: EFE
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