Antes, una canción de la rumba criolla para ambientar la lec
“La pava canta en la loma,
la perdiz en la cañada
desengañate negrito
porque conmigo no hay nada.
Me dicen la tierralita
porque soy cargatenera;
quien me lleve a la cumbiamba
me compra mi mazo e velas”.
Copla del Caribe.
Dejarse llevar por los hilos de una melodía que surge de instrumentos que han dado cuenta de momentos, historias, costumbres y recuerdos es una de las tantas formas de describir de qué se trata el folklore, la tradición. De esto trata ABC del folklore colombiano, una obra que transita por las cinco regiones del país natal del fallecido folclorólogo Guillermo Abadía Morales.
La primera vez que se utilizó el término folklore fue el 22 de agosto de 1846, cuando apareció en un texto del escritor e investigador William John Thoms.
El concepto proviene de “folk”, que hace referencia a pueblo o gente, y “lore”, de saber y ciencia. En últimas, folklore señala el “saber popular”, y debe ser escrito así, mencionaba Abadía, quien resaltaba cómo en la evolución cada grupo configura sus saberes populares a partir de las condiciones de su territorio y su propia construcción.
“El folklore es como el ser humano que nace bebé, se vuelve niño, joven, adulto y así sucesivamente. Muere cuando se olvidan las raíces y se desvirtúa su evolución natural”, agrega Ilse de Greif en el prólogo del texto de Abadía.
El profesor Abadía Morales, apasionado del tema, decidió crear un libro que es también un canto a la patria y a su propia historia, el cual recordamos a propósito del Día Mundial del Folklore el 22 de agosto.
“Nuestro folklore es sumamente variado y rico”.
“ABC del folklore colombiano”, de Guillermo Abadía Morales
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“De las aves de los llanos
les cantaré la ensalada
de varias que conocí
en el caudaloso Arauca:
azul es el azulejo
y parda la paraulata,
colorado el tornasol
y negro si el sol le falta…”
Corrido llanero.
Abadía Morales fue un apasionado por los estudios culturales, aun habiendo cursado Farmacia y Medicina, desde que tuvo contacto con la población originaria de la selva del Chocó colombiano. Este fue el primer escenario que le permitió aproximarse a un tema al que dedicaría su vida, el primer contacto que impulsó el camino que recorrería para siempre, estudiando inicialmente los grupos indígenas afro, su forma de vida, música y cosmología, hasta convertirse en un pionero del folklore que respiró tradiciones, pues el contacto y la presencia, sostuvo, es la mejor forma de conocer el folklore colombiano.
El saber popular (el folklore) reúne un sin fin de aspectos culturales y tradiciones, elementos que configuran la identidad nacional, pensamientos, sueños colectivos, búsquedas y encuentros, y así queda registrado en el libro de Abadía Morales.
“Colombia no es solamente uno de los países de mayor biodiversidad, de mayor variedad de fauna y flora del mundo, sino también de manifestaciones folklóricas en distintos campos como la música, la danza, la comida, la literatura, la medicina, los trajes y hasta en nuestras maneras de reír, llorar, tener miedo, morir, vivir y amar”.
Esta es la premisa con la que Abadía Morales inicia un recorrido organizado a partir de las cinco regiones colombianas: andina, caribe, pacífica, llanera e insular, en el que explora la cultura popular y profundiza en cada una de las manifestaciones que llevamos años viviendo y celebrando.
Con ilustraciones y fotografías recolectadas a lo largo de su trayectoria investigativa, y con mapa de Colombia en la mano, Abadía sumerge al lector en las regiones directamente, para él no puede ser de otra forma, pues encuentra en los territorios la estructura ideal, la sede de la esencia del ser y el actuar colombiano.
Así, realiza subdivisiones para presentar las manifestaciones folklóricas a partir de los campos:
Literario: abordando coplas, dichos, adivinanzas y refranes creados en cada región.
Musical: con la presentación de los instrumentos principales, los cantos y las tonadas.
Coreográfico: aquí las ilustraciones son las que evidencian los trajes típicos, y añade una descripción de las danzas y los juegos coreográficos.
Material: incluye mitos, medicina tradicional, platos típicos y artesanías.
Finaliza con un paso por las fiestas más importantes de Colombia, entre ellas el carnaval de Barranquilla, el festival de negritos y blancos en Pasto, las fiestas de San Pacho, así como también transita por los cantos indígenas colombianos, tribus indígenas colombianas e instrurmentos musicales propios del territorio.
“En las jiesta diorun año
me quisuna chanchirienta
pero yo salí corriendo
pues no me salía la cuenta”.
Copla andina.
Sobre el autor: Guillermo Abadía Morales
♦ Nació el 8 de mayo de 1912 en Bogotá, Colombia, y murió el 21 de enero del año 2010.
♦ Destacado investigador en el campo de la folklorología.
♦ Estudió Farmacia y Medicina en la Universidad Nacional.
♦ Trabajó en el desarrollo de una Fundación Cultural que tiene como objetivo la difusión de su obra.
♦ Se desempeñó como secretario de la Junta Nacional de Folklore y coordinador de folklore en el Centro de Documentación Musical del Instituto Colombiano de Cultura.
♦ Se dedicó a la divulgación de sus conocimientos mediante la cátedra universitaria y medios como la Radiodifusora Nacional de Colombia donde desarrolló programas ubicados dentro del “Árbol del Folklore Colombiano”, según denominó.
♦ Algunas de sus obras: Compendio general del folklore colombiano, Estado actual de la investigación folklórica en Colombia, Adiciones al vocabulario folclórico colombiano, Coplerío colombiano, La música folclórica colombiana, Folclore y artesanías, Balance de la cultura Colombia actual, Estado actual de la investigación folclórica en Colombia, Danzas de Colombia, Algunos cantos nativos, tradicionales de la región de Guapi, Estructuras folclóricas de la Guabina de Vélez.
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