Los misteriosos años de Borges en la Biblioteca Nacional: secretos, mitos y verdades inventadas

En su nuevo libro, el escritor y periodista Patricio Zunini investiga las casi dos décadas en las que el autor de “Ficciones” fue director de la prestigiosa institución. Las dificultades de reconstruir la vida de un escritor que “arreglaba su pasado para que quedara mejor literariamente”.

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"Borges en la biblioteca", de Patricio Zunini, investiga los años que el autor de "El Aleph" dirigió la Biblioteca Nacional.
"Borges en la biblioteca", de Patricio Zunini, investiga los años que el autor de "El Aleph" dirigió la Biblioteca Nacional.

¿Qué había pasado en esos años de la biblioteca? Ese fue el recorte que planeaba realizar Patricio Zunini sobre la vida del escritor argentino Jorge Luis Borges para su nuevo libro. Pero el tema se fue extendiendo. Había un camino planteado desde el título, pero, ya sabemos, los senderos se bifurcan.

“Fue como tirar de un ovillo. Para entender los 18 años donde fue director de la Biblioteca había que entender sus 8 años en la [Biblioteca Miguel] Cané y después había que entender los varios años de la proscripción peronista. Y después, como creo que dice Beatriz Sarlo, no hay una biografía interesante por fuera de los libros, así que busqué en sus cuentos, sus poemas…”, cuenta a Zunini a Infobae Leamos, autor de libros como Fogwill. Una memoria coral (Mansalva, 2014) y Qué es un escritor. 100 preguntas sobre literatura argentina (Pánico el Pánico, 2018).

Ese fue el inicio, hace alrededor de 7 u 8 años, de este libro que terminó siendo un trabajo enorme, una investigación periodística con un gran nivel de detalle. Borges en la biblioteca, editado por Galerna, es un libro con interrogantes, hipótesis arriesgadas, imágenes, poesía, un laberinto donde se explora cada rincón de su figura y concluye en un acercamiento diferente al gran escritor argentino.

“Cuando empecé a escribir me di cuenta que, por un lado, es muy difícil decir algo nuevo de Borges y no sabía cómo dar cuenta de lo que pensaba; entonces encontré una forma de escribir en una parte como ficción histórica. La ficción me daba herramientas como para ponerme en el cuerpo de una persona que cada vez que le tocó contar algo lo minimizó, lo borroneó o lo eludió”, recuerda Zunini.

"Borges en la biblioteca", de Patricio Zunini, editado por Galerna.
"Borges en la biblioteca", de Patricio Zunini, editado por Galerna.

Así es como, en las primeras páginas, el lector se encuentra con una recreación de ese Borges niño que va con su padre a la biblioteca. También vemos a un Borges de 38 años clasificando libros en la Biblioteca Miguel Cané de Boedo. Vemos a Borges conociendo por primera vez a Adolfo Bioy Casares y a Silvina Ocampo y retándolos porque no hablaban con los demás invitados: “Vengan a hablar con los demás”, les dijo, “no sean mierdas”.

Hay licencias literarias (“En el camino de regreso, Borges tenía en mente algo que el padre le había dicho unos días antes”), hay ficción y hay crónica. Y las escenas recreadas se pueden ver e imaginar gracias al trabajo de investigación. Las entrevistas, las otras voces (el biógrafo Alejandro Vaccaro, el sobrino Miguel, algunas respuestas de María Kodama, la entrevista a los directores del Centro de Estudios Jorge Luis Borges), son conversaciones que le imprimen frescura al libro.

Los senderos se bifurcan, también, hacia otras figuras que rodearon al autor de El Aleph. “Lo que suele suceder en Borges es cómo se convierte en una especie de faro. La luz de Borges es muy potente pero también muy cegadora. Quise recuperar esas figuras que terminan eclipsadas”, dice a Infobae Leamos el autor de Borges en la biblioteca. Una de ellas es José Clemente, quien fue el vicedirector de la Biblioteca Nacional cuando el autor de Ficciones ocupó la dirección.

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Aparece, por supuesto, la política, presente en su obra y en su vida. Su almuerzo con Videla, su antiperonismo. El libro se ocupa también de la mudanza de la Biblioteca Nacional de su sede de la calle México a su actual sede en Agüero. “Casi todas las personas que entrevisté me dijeron que Borges no quería irse de México porque le gustaba el barrio. Yo creo que es una verdad a medias”, escribe Zunini. Y hay más: el autor analiza la obra de Borges, cita cuentos, poemas, disecciona y contextualiza. “No se podía explicar una vida sin una interpretación, al menos caprichosa, de sus textos”, dice Zunini.

Patricio Zunini: “Borges es un dolor de cabeza para cualquiera que intente abordar aunque sea una porción de su biografía, porque no es una fuente confiable”. (Alejandra López)
Patricio Zunini: “Borges es un dolor de cabeza para cualquiera que intente abordar aunque sea una porción de su biografía, porque no es una fuente confiable”. (Alejandra López)

Con todo su recorrido por el universo borgiano, el autor se atreve, entonces, a dejar sus propias apreciaciones y opiniones. Como cuando menciona que, desde la revista Sur, no se escribiera nada sobre la muerte de Roberto Arlt. “Ese sí es un silencio injustificado”, escribe. O como cuando describe la relación de Borges y Bioy y cómo hablaban mal de otros escritores. Allí el autor opina: “Yo no creo que tuvieran mala intención. Es parte de la amistad desplegar un poco de malicia sobre los demás. Jugar un poco a ser malos”.

Un hallazgo es el estilo que Zunini eligió para escribir este libro. El autor no oculta su subjetividad, la comparte con los lectores, la expone: “Yo no me acuerdo de Borges; era muy chico. Pero mamá dice que lo veíamos siempre que bajábamos del 10 para ir al negocio de mi abuela, que estaba en Charcas y San Martín. Borges llegaba, agarraba al mozo del brazo —nunca al revés; si lo agarraban a él se soltaba de un tirón— y se dejaba guiar. Caminaba despacio, tanteando el piso. Le gustaba sentarse en las mesas que estaban cerca de la librería La Ciudad para hablar con Julio, el librero de la tarde. Iba siempre de traje y corbata”.

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“El ensayo desnuda a quien lo escribe”, afirma Pablo Gianera en el prólogo de este libro. Y por eso este libro es sobre Borges pero también sobre su autor, su visión, sus dudas, sus entrevistas, su recorrido, el libro es el libro y su backstage. Está el resultado y también el proceso. “Me imaginé escribir como si fuera una especie de conversación, una charla de sobremesa, traté de darle una oralidad”, dice el autor.

Zunini se embarca, por momentos, en un recorrido detectivesco, y pone en duda algunas afirmaciones que giran en torno a la vida del escritor. ¿Qué hizo durante su licencia de la Biblioteca Cané? ¿A Borges lo echó Perón de su cargo como Director de la Biblioteca Nacional?

infobae

La figura del autor de El Aleph se aborda en este libro sin solemnidad. “Borges es un dolor de cabeza para cualquiera que intente abordar aunque sea una porción de su biografía, porque no es una fuente confiable”, escribe Zunini. Y por si quedan dudas, el autor cita una frase de Seinfeld dicha por el personaje George Constanza: “Jerry, just remember: it’s not a lie if you believe it” (”Jerry, solo recuerda: no es una mentira si la crees”).

Y así, cuestiona varios de los cuentos y anécdotas que Borges repitió en conversaciones y entrevistas. “Jorge Guillermo leía todo lo que escribía el hijo pero nunca —o al menos así lo decía Borges— le dio su opinión. Se me hace difícil de creer. Suena a uno más de los mitos borgianos, pero tal vez haya sido así”, reflexiona el autor, que además cita a Bioy que contribuye con esta hipótesis: “Él a veces arreglaba su pasado para que quedara mejor literariamente”.

En las bifurcaciones de estos senderos aparece también el vínculo del escritor con las mujeres. “Borges, hijo de su época, al fin, miraba con sospecha a las mujeres”. Vemos a un hombre torpe, ansioso, que le avisa por teléfono a su madre que va a llegar tarde porque sale a caminar con Estela Canto. Aquí también hay cuentos, hay mitos, dedicatorias y conjeturas. Hay algo que te lleva a releer el “Poema de los dones”.

Autor magistral, uno de los máximos exponentes de la literatura hispana del siglo XX, figura controvertida, un escritor sobre el que no se puede decir nada nuevo o se puede decir todo, en cada lector, en cada nueva lectura, hasta el infinito. ¿Asusta o intimida escribir sobre Borges? “Al contrario, sabiendo que hay tanto sobre Borges se puede fracasar sin problemas”, concluye, entre risas, Zunini.

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