Hace 34 años, el líder político colombiano Luis Carlos Galán Sarmiento, asesinado en su camino a la presidencia de la República, señaló en una entrevista que le hiciera la periodista venezolana Isa Dobles que para comprender la realidad de los países latinoamericanos era fundamental estudiar la historia de los mismos. Las palabras de Galán resonaron durante un tiempo en la memoria de los colombianos, especialmente después de su muerte, pero lo que casi nadie supo es a quién le debía dichas ideas el líder político.
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Se trataba del profesor Malcolm Deas, un historiador británico radicado en Colombia, quien le habló al respecto a Galán. Nacido en Charminster, Dorset, Inglaterra en 1941, realizó estudios de historia moderna en la Universidad de Oxford. Aunque no poseía un título doctoral en historia, en 1966 se unió al recién fundado Centro de Estudios Latinoamericanos del St. Antony’s College en Oxford. A lo largo de las décadas siguientes, se convertiría en una figura destacada en el estudio de América Latina en general y de Colombia, particularmente.
Su primer contacto con el país sudamericano se dio en 1963, cuando decidió explorar tierras desconocidas y misteriosas para él. Pronto descubrió la vastedad y complejidad de Colombia, cuya geografía agreste y diversidad cultural desafiaban los estereotipos comunes sobre América Latina. Deas comprendió que Colombia era un rompecabezas de regiones, cada una con su historia, cultura y desafíos únicos, moldeados en gran medida por su topografía montañosa.
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Las búsquedas de Malcolm Deas como historiador se caracterizaron por su rechazo a los modelos y metodologías preestablecidas de las ciencias sociales. A diferencia de los enfoques unidimensionales, Deas abrazó una perspectiva multidimensional, en la misma ruta de historiadores como Isaiah Berlin. Esto le permitió explorar una amplia gama de temas, desde los cafetales del siglo XIX hasta los problemas fiscales, la política popular y los procesos electorales.
Una de las contribuciones más notables de Deas fue su intento por documentar los cambios y las realidades en el siglo XIX colombiano. Entendió que para comprender la Colombia contemporánea, era esencial estudiar este período crucial de la historia del país. Demostró cómo la política partidista se extendió por todo el territorio durante el siglo XIX, creando una red compleja de ideas y creencias que penetraron en la vida cotidiana de las comunidades.
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Con buen tino, su obra desafió los estereotipos sobre América Latina al resaltar cómo Colombia se destacó por tener gobiernos civiles en lugar de caudillos militares. En un continente marcado por la dictadura y el autoritarismo, Colombia sobresalía como un caso excepcional.
Malcolm Deas también dejó su marca como educador, guiando a varias generaciones de estudiantes interesados en la historia de Colombia y América Latina. Su estilo pedagógico y su sentido del humor cautivaron a sus alumnos, dejando una impresión duradera en su forma de abordar el estudio de la historia.
Entre sus títulos publicados destacan, especialmente, sus dos más recientes trabajos, por la proximidad de su visión con nuestros tiempos. El primero, Las fuerzas del orden, una obra magistral que se adentra en el complejo entramado político y social de Colombia durante el siglo XIX, en la que Deas proporciona una perspectiva profunda y esclarecedora de esta crucial época histórica.
En estas páginas, a través de una investigación exhaustiva y con una prosa más que amena a la lectura, Deas revela cómo las fuerzas políticas interactuaron y se entrelazaron en un contexto de cambio constante.
El segundo, Barco, la biografía que el historiador británico escribió sobre uno de los personajes más fundamentales en la historia del país: Virgilio Barco Vargas.
Aquí, Deas traza el viaje de Virgilio Barco, desde sus humildes orígenes hasta convertirse en una figura central en la política colombiana del siglo XX. A través de una meticulosa investigación y una narrativa envolvente, el autor desentraña los aspectos clave de la vida de Barco, incluyendo sus logros notables y sus desafíos personales.
La biografía arroja luz sobre el contexto político, social y económico en el que Virgilio Barco emergió como líder. Desde su participación en la academia hasta su papel como diplomático y finalmente su presidencia de Colombia, el libro presenta una imagen completa de su impacto en el país.
Malcolm Deas supo ser también un destacado miembro de la Academia Colombiana de Historia. Su contribución a la comprensión de Colombia es innegable. La obra de Deas nos invita a cuestionar los estereotipos y a abordar la historia con una mirada heterodoxa, explorando las personalidades y los comportamientos de los actores políticos en su contexto local.
Fallecido a sus 82 años, su recuerdo perdurará como un faro intelectual en la exploración de la historia colombiana y latinoamericana, inspirando a las futuras generaciones a mirar más allá de las narrativas convencionales y a explorar la riqueza y diversidad de la historia de una nación que, pese a todo, se mantiene altiva.
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