El 17 de mayo de 1972, Luigi Calabresi se dirigía a su trabajo en la sede de la Brigada Política de Milán; mientras descendía de su vehículo y se disponía a cruzar la calle para llegar a su destino, dos hombres en motocicleta se aproximaron a él. En cuestión de segundos, uno de ellos sacó una pistola y disparó tres veces contra el comisario, que cayó mortalmente herido en el pavimento.
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Con apenas 35 años de edad, Calabresi ya había dejado su huella en la lucha contra el terrorismo de extrema izquierda en el país, pero también había acumulado una gran cantidad de enemigos a lo largo del camino.
La noticia de su asesinato se propagó rápidamente y desató un profundo impacto en la sociedad italiana. Calabresi era conocido por su férrea lucha contra los grupos terroristas de izquierda, como las Brigadas Rojas y Lotta Continua, y muchos creían que su muerte no había sido un simple acto de violencia aleatoria.
Las sospechas apuntaban de inmediato hacia grupos de extrema izquierda, quienes veían en Calabresi un símbolo de represión policial y gubernamental. Además, su participación en investigaciones controvertidas, como el caso de la muerte del estudiante anarquista Giuseppe Pinelli en 1969, aumentó las tensiones y el descontento hacia él.
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Las autoridades italianas iniciaron una exhaustiva investigación para esclarecer el asesinato de Luigi Calabresi. Sin embargo, pronto surgieron obstáculos en el camino. Testigos potenciales se negaban a colaborar, lo que sugería una especie de pacto de silencio por parte de aquellos que habían planeado y ejecutado el asesinato. La presión sobre la comunidad de extrema izquierda fue cada vez más intensa, pero sus miembros se mantuvieron firmes en su negativa a brindar información.
Tras las sombras del terrorismo: En busca de la verdad
La situación política en Italia se volvió más tensa con el paso de los días. Grupos de derecha exigían justicia para Calabresi, mientras que grupos de izquierda expresaban su solidaridad con los presuntos perpetradores. Manifestaciones y enfrentamientos en las calles se convirtieron en un común denominador.
A medida que la investigación avanzaba, surgió un testimonio clave: un miembro de Lotta Continua, Leonardo Marino, decidió romper el silencio y confesó su participación en el asesinato de Calabresi. Marino afirmó que no había sido una decisión fácil y que había sido convencido por sus camaradas para llevar a cabo el acto.
A pesar de la confesión de Marino, la investigación no se cerró de inmediato. Surgieron especulaciones sobre posibles encubrimientos y complicidades internas que podrían haber permitido que el asesinato ocurriera sin obstáculos. Algunos periodistas y expertos en la materia cuestionaron si habían sido individuos aislados los que planearon el ataque o si existía una trama más compleja detrás del crimen.
Los años pasaron y las heridas nunca se cerraron por completo. A pesar de las investigaciones y juicios, el asesinato de Luigi Calabresi continúa siendo objeto de controversia y debate en Italia. Su figura se mantiene en la memoria colectiva del país como un símbolo de la lucha contra el terrorismo y, al mismo tiempo, de las tensiones políticas y sociales que se vivieron en aquellos años tumultuosos.
La verdad detrás de “Los años de plomo”
Su hijo, el periodista Mario Calabresi, ha publicado recientemente un libro con el que se enfrenta al pasado de su familia e intenta desentrañar el misterio detrás del asesinato de su padre.
En las páginas de Salir de la noche, Calabresi narra cómo la vida de su familia cambió para siempre tras aquel fatídico día. El libro explora los años de violencia política y arroja luz sobre la verdad detrás del caso. Además, da voz a otras víctimas que sufrieron en silencio y muestra cómo el terrorismo dejó profundas cicatrices en la sociedad italiana.
La búsqueda de la verdad ha sido una constante en la vida de Mario Calabresi. A lo largo de los años, se ha enfrentado a acusaciones y mentiras sobre la memoria de su padre. Sin embargo, su empeño por esclarecer los hechos ha sido fundamental para encontrar la paz interior y contribuir a una convivencia social justa. Para él, la verdad es la piedra angular para sanar heridas y comprender la magnitud de los acontecimientos ocurridos durante los llamados “Años de plomo”.
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La sociedad italiana se ha debatido sobre la posibilidad de reinsertar a antiguos terroristas en la vida civil. Mario Calabresi defiende que antes de pasar página, es imprescindible lograr la verdad, la justicia y la memoria sobre los hechos ocurridos en aquellos años oscuros. Además, destaca la importancia de otorgar voz a las víctimas, quienes sufrieron las consecuencias de una violencia devastadora.
Desde su publicación, Salir de la noche ha sido un fenómeno literario en Italia, convirtiéndose en un testimonio esencial para entender el pasado del país. Con precisión periodística y gran talento narrativo, Mario Calabresi ha logrado abrir un debate público y equilibrado sobre el terrorismo y sus secuelas, recordando que el perdón puede ser imposible, pero que la verdad y la comprensión son esenciales para construir un futuro en paz.
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