El cuchillo afilado de la escritora mexicana Bibiana Camacho en “Sangre nueva”

A Bibiana Camacho la conocen algunos con el nombre de Jenni Jiménez. La escena underground te da la posibilidad de ser otra y salirte con la tuya, para no tener que lidiar con la atención en los círculos bajos que frecuentas, donde encuentras las historias, donde te haces adicta a ellas.

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De esas historias, solo aquellas tan cortantes y directas como un cuchillo afilado fueron incluidas en su nuevo libro. Sin adornos ni florituras, Camacho retrata con buen tino los paisajes del sufrimiento individual y el erotismo escondido en el desastre.

Sangre nueva presenta la historia de Casandra, una mujer que hereda el departamento en el que vivió durante su infancia tras la repentina muerte de su madre. Acompañada de su novio Fernando, se instala en un espacio aún impregnado de rencores y secretos, rodeada de vecinas ancianas cuyas críticas y órdenes disfrazadas la hacen recordar la no siempre agradable relación que tenía con su madre. Casandra se ve envuelta en un encierro emocional, alejándose cada vez más de Fernando, mientras los fantasmas del pasado amenazan con dominar su presente.

La novela explora los claroscuros de la relación madre-hija, difuminando los límites que las separan pero sin fundirse completamente. Con una prosa intensa y evocadora, Bibiana Camacho logra revelar el desequilibrio de esa intimidad que aturde y duele.

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La autora mexicana, también editora, nos ofrece en esta novela una verdadera tormenta emocional, iluminando la complejidad de lo que somos en cada pasaje. Con Sangre nueva, nos volcamos de lleno a la certeza del vacío en la mente de un hombre sonámbulo, y con el correr de las páginas, somos nosotros quienes protagonizamos el relato.

El de Bibiana Camacho en este libro es un trabajo impecable. Con buen tino, la autora supera lo hecho en libros anteriores como Tras las huellas de mi olvido (Almadía, 2010) o Lobo (Almadía, 2017), y se ubica en una zona alta del nuevo panorama literario mexicano.

Un espasmo recorrió su espalda. En las fotografías familiares mamá aparecía sin rostro. La imaginó amputando cuidadosamente cada una de ellas. Se preguntó qué herramienta habría usado: cúter, navaja de afeitar, tijeras para manicura. Los cortes eran precisos. Solo el rostro estaba ausente. La larga melena crespa, negra o tintada de rojo quemado, permanecía; también el cuello, los brazos, el torso y las extremidades. Únicamente el rostro ausente. Un mareo opacó sus sentidos. Lo único que logró enfocar con claridad fueron los orificios en los que debía estar el rostro de mamá.

Casandra suspiró aliviada. Menos mal que había madrugado y se había deshecho de tantos objetos acumulados durante años en el cuarto de azotea donde mamá se encerraba a pensar con la luz apagada. Eso decía: voy a pensar, y subía sin que nadie osara preguntarle qué tenía que pensar o cuánto tiempo duraría esa actividad incierta.

♦ Es escritora, editora, bailarina y encuadernadora. Ha publicado los volúmenes de cuentos Tu ropa en mi armario (Jus, 2010), La sonámbula (Almadía, 2013) y Jaulas vacías (Almadía, 2019); las novelas Tras las huellas de mi olvido (Almadía, 2010) y Lobo (Almadía, 2017).

♦ Fue coguionista durante diez años del programa literario dirigido por Rafael Pérez Gay La otra aventura y es coautora del libro homónimo publicado en 2020 por editorial Cal y arena.

♦ Es compiladora del libro El origen de todos los males. Madres y padres autoritarios (Cal y arena, 2022); autora junto con Javier Elizondo del libro juvenil Más allá del árbol guardián, (Planeta, 2020); editora y encuadernadora del Taller Editorial Cáspita.

♦ Conduce el programa de radio Bella Dama sin piedad en la estación por Internet Cáspita Radio Experimental. Imparte talleres literarios y se especializa en temas siniestros y creadores insólitos y raros.

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