Luego de que se publicaran una serie de cartas diplomáticas escritas por el historiador, político y poeta Salvador Bermúdez de Castro, conocido también como el ‘Marqués de Lema’, el ‘Duque de Ripalda’ y el ‘Príncipe de Santa Lucía’, volvieron a ver la luz los escritos de quien se considera una de las plumas más importantes del siglo XIX en España.
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La correspondencia oficial hallada incluye documentos de alto valor histórico, como diría la doctora Patricia Galeana, directora general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, que se hizo cargo de la publicación.
El hallazgo incluye 551 cartas, escritas durante su estancia en México, entre 1845 a 1848, las cuales fueron reunidas en un libro editado y compilado por el historiador Raúl Figueroa Esquer.
Los textos que se encontraron serían transcripciones de los manuscritos originales; además, una nueva búsqueda permitió encontrar anexos extraviados, de completaron la correspondencia, a la cual se le agregó una sección de ‘Anexos del editor’, con lo cual el libro incluye contexto nacional e internacional, así como una descripción metodológica organizada en cinco tomos y un disco con un índice y un analítico.
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Así fue la vida de Bermúdez de Castro, ‘príncipe de Santa Lucía’
El hombre al que se referían de distintas formas, pero cuyo nombre real fue Salvador Bermúdez de Castro y Diez, nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) el 6 de agosto de 1817 y a muy temprana edad empezó a posicionarse como una de las voces más importantes de la literatura y también de la política.
Lo primero que hizo Bermúdez de Castro en cuanto a su formación fue estudiar Leyes en Sevilla, pero sin alejarse del mundo de las letras. Empezó a leer en su niñez y, más tarde, durante la época universitaria, publicó sus primeras poesías en revistas literarias como El artista.
Si bien empezó su camino en la literatura con la poesía, no lo hizo con su nombre, sino con el seudónimo de “Lúculo”. Se caracterizó por reflexionar sobre temas religiosos o momentos históricos victoriosos.
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Así llegó a la política
En el año 1841, Bermúdez de Castro decidió ingresar al mundo político uniéndose al partido La joven España, un grupo liderado por Luis González Bravo. Tal fue su compromiso con la actividad que en poco tiempo ascendió en este sector y llegó a ser nombrado secretario de la Reina con aplicación de decretos.
No solo fue reconocido en puestos importantes, también recibió condecoraciones como la Cruz de Carlos III y la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica.
Algunos años más tarde fue designado ministro plenipotenciario en México, donde participó en la construcción de un plan que tenía por objetivo la transformación del país en una monarquía borbónica. Viajó a España, al distrito de Algeciras, en las Cortes, y desde allí luchó por la destitución de Bravo Murillo de ideología liberal.
Tras recibir títulos nobiliarios, su carrera diplomática fue reconocida y premiada en varios lugares del mundo; además, fue nombrado senador vitalicio y, algunos años más tarde, embajador en París, hasta que una serie de cambios políticos lo llevaron a tomar la decisión de retirarse y establecerse en Roma, lugar donde su cuerpo descansaría para siempre en marzo del año 1883.
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