“(...) He seguido aferrada tercamente como la única tabla de salvación, como única tabla de navegación, a la pluma estilográfica que heredé de mi padre, y la verdad es que he tratado de ir llenando cuadernos con la mejor letra posible como en mis tiempos de escolar aplicada procurando que el pulso no me tiemble. Esta fidelidad a una vocación es el mayor privilegio que conservo con tantos como me ha arrebatado la vida. La fe en la palabra y en el pensamiento”. Fragmento discurso 1988, Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
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Carmen Martín Gaite fue la segunda hija en un hogar en el que reinaron las ideas liberales. Nació el 8 de diciembre de 1925 en Salamanca, España, y su primera formación se la debe a una familia de intelectuales que la acercaron de manera temprana al mundo académico, lo que influiría de gran forma en su desarrollo como escritora.
Recibió una formación cultural y literaria sólida, a pesar de que en un momento no acudió a ningún colegio, pues su padre, con fervientes ideas liberales, no quería que su hija fuera educada por una institución religiosa. Por ello, Carmen recibió clases de profesores particulares, además de la instrucción literarias por parte de su padre, que la enamoró a ella y a su hermana Ana de las letras.
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Debido al estallido de la Guerra Civil Española, Carmen tampoco pudo cursar la secundaria, finalmente ingresó al Instituto Femenino de su ciudad, un entorno que la inspiraría para escribir su primera novela larga, a la que llamó Entre visillos.
Su vida también estuvo marcada por el dolor. En 1954 nació su primer hijo, Miguel, quien falleció poco tiempo después a causa de una meningitis. Dos años después dio a luz a su hija Marta, quien murió a los 29 años víctima del sida generado por haberse inyectado heroína.
En los años 90 publicó dos novelas que recogieron gran parte de su experiencia: Lo raro es vivir e Irse de casa. Llegó a Madrid a vivir en soledad y unos años después fue diagnosticada con el cáncer que terminó por apagar su vida el 23 de julio del 2000.
Como fórmula para evitar el olvido, su hermana Ana María, custodió la obra de Carmen, que recibió el Premio de Narrativa Carmen Martín Gaite; además, convirtió la casa familiar ‘El Bolao’ en un Centro de Estudios de Carmen Martín Gaite donde está su biblioteca y sus muebles, y que cuidó con mucho amor.
“Entre visillos” (1958)
“Después de algunos años de ausencia, Pablo Klein vuelve a la ciudad de provincias donde ha pasado su infancia para ejercer como profesor de alemán en el instituto. Allí entabla relación con distintas personas de la ciudad, fundamentalmente jóvenes, y con las alumnas del instituto, sobre todo con Natalia. A través de las ocupaciones cotidianas de este grupo de jóvenes, de sus angustias, del aburrimiento y de la falta de imaginación, Carmen Martín Gaite traza el perfil de una juventud sin ilusión”. (Fragmento de la sinopsis del libro)
En esta novela retrató la vida de Pablo Klein en medio de lo que serán charlas triviales y carentes de profundidad en apariencia que surgen de un grupo de jóvenes a través del cual se revela el vacío de la vida propia, la falta de expectativas. Esta novela fue galardonada con el Premio Nadal de 1957, pero se publicó un año después.
Su formación académica continuó en la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad Complutense. Durante sus años universitarios, tuvo la oportunidad de conocer a otras voces de la literatura y también empezó a participar en tertulias literarias que enriquecieron su formación como escritora.
“Quien tiene fe en la palabra y es apasionado de ella, se puede dar perfectamente cuenta de que no va a volver jamás a lo que es causa, a lo que es confusión”.
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Así construiría el camino que le permitió publicar su libro El balneario, que marcó el inicio de una prolífica carrera literaria. Allí compiló diez relatos escritos entre 1954 y 1974. Y de esta manera fue creciendo una mujer fascinada por la literatura que escribió cuentos, relatos, obras de teatro y ensayos, todos ellos caracterizados por un estilo introspectivo, una valiente exploración por la psicología humana y las relaciones personales.
Sin embargo, uno de los temas que más se visibilizó en sus obras fue el papel de la mujer en la sociedad. Esta fue una muestra de su interés y compromiso por los problemas sociales y políticos de su tiempo en los que también arremetió contra la censura y la represión que se vivió durante la dictadura franquista.
Temas de este tipo la llevaron a desarrollar una increíble pasión por la historia. En los años sesenta se aleja de la ficción y decide fundirse con los momentos históricos, de manera que escribió así obras como El proceso de macanaz: historia de un empapelamiento en el que habló sobre Melchor de Macanaz, político del siglo XIII.
Cultivó un importante haber literario que le permitió en el año 1988 recibir el Premio Príncipe de Asturias de las Letras y en 1978 convertirse en la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Literatura en España con su obra El cuarto de atrás, un reconocimiento que repitió más tarde por el conjunto de su obra.
Otros de sus libros: Ritmo lento, Retahílas, Fragmentos de interior, Caperucita en Manhattan, Nubosidad variable, La reina de las nieves, Lo raro es vivir, Los parentescos, Irse de casa.
“Para mí vivir es no tener prisa, contemplar las cosas, prestar oído a las cuitas ajenas, sentir curiosidad y compasión, no decir mentiras, compartir con los vivos un vaso de vino o un trozo de pan, acordarse con orgullo de la lección de los muertos, no permitir que nos humillen o nos engañen, no contestar que sí ni que no sin haber contado antes...”, Carmen Martín Gaite.
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