J. Robert Oppenheimer, el científico que rivalizaba con Einstein en fama después de la Segunda Guerra Mundial, tuvo una vida fascinante y compleja. Nacido en el seno de una familia judía adinerada, enfrentó problemas de salud en su juventud, pero su excepcional talento intelectual y el apoyo de su familia lo llevaron a convertirse en una promesa en el campo de la física.
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En 1942, el gobierno de los Estados Unidos confió en Oppenheimer para liderar el Proyecto Manhattan, una misión para construir la bomba atómica antes que los alemanes. El laboratorio de Los Alamos en Nuevo México se convirtió en el epicentro de la investigación, donde Oppenheimer reunió a brillantes mentes científicas para desarrollar la devastadora arma. Finalmente, la bomba fue detonada con éxito en julio de 1945 en el desierto, y poco después, otras dos fueron lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki, cambiando la historia de la humanidad para siempre.
Sin embargo, la conciencia de Oppenheimer se inquietó por las terribles consecuencias de sus creaciones. Tras el final de la guerra, se convirtió en un símbolo de los dilemas morales de la Guerra Fría y abogó por el control internacional de la energía atómica para evitar una carrera armamentista. Esto le ganó enemigos poderosos en la era del senador Joseph McCarthy, y fue sometido a una campaña de desprestigio que culminó con la retirada de su autorización de seguridad y la destrucción de su reputación.
El libro Prometeo Americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer es la biografía más completa que se ha escrito sobre el científico. Publicada en el año 2005, recibió en su momento el Premio Pulitzer. Escrita por Kai Bird y Martin J. Sherwin, esta obra ofrece una profunda inmersión en la vida de uno de los científicos más influyentes del siglo XX, J. Robert Oppenheimer. A través de una narrativa intensa y una minuciosa investigación, los autores desentrañan la complejidad de este genio que estuvo en el epicentro de uno de los eventos más importantes de la historia.
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La colaboración entre Bird y Sherwin se extendió durante un cuarto de siglo. Sherwin, un extrovertido historiador, inicialmente se resistió a abordar la monumental tarea de escribir sobre Oppenheimer. Pero su amigo y editor, Angus Cameron, lo persuadió y firmaron un contrato en 1980 para llevar a cabo el proyecto. Sin embargo, Sherwin se atascó durante años, acumulando montañas de investigación sin escribir una sola palabra.
En ese momento, Kai Bird, otro escritor y amigo cercano de Sherwin, se encontraba en una situación similar: buscando trabajo y sin un puesto académico permanente debido a la falta de un doctorado. Sherwin lo persuadió para unirse al proyecto y así nació una colaboración única.
La biografía revela cómo Oppenheimer enfrentó este ataque y cómo sus amigos, rivales y enemigos contribuyeron a moldear su imagen. Su figura trasciende la de un científico excepcional, abarcando al líder, al pensador, al luchador por la justicia social y al amante de su país. Fue un hombre lleno de matices, capaz de inspirar a sus colegas y defender sus convicciones, pero también sufrió la persecución de una sociedad paranoica y un gobierno que lo consideraba peligroso.
El primer apartado del libro retrata la infancia y juventud de J. Robert Oppenheimer. El apoyo y recursos de su familia lo llevaron a sobresalir en sus estudios, lo que le permitió acceder a una educación privilegiada en Harvard y la Universidad de Gotinga. Conforme avanzan las páginas, los autores se adentran en el momento crucial de su vida: su liderazgo en el Proyecto Manhattan durante la Segunda Guerra Mundial.
Sus dudas sobre el uso de la bomba nuclear en poblaciones civiles se intensificaron al enterarse de que Japón estaba a punto de rendirse y que la bomba se arrojó como una táctica intimidatoria hacia la Unión Soviética. En una admisión de culpa, Oppenheimer declaró que los físicos habían “conocido el pecado”, lo que impulsó el rechazo a las armas nucleares y al papel de la ciencia en la guerra.
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La biografía revela que importantes figuras del establishment compartían las aprehensiones de Oppenheimer y apoyaban su propuesta de control internacional para evitar una carrera armamentista nuclear. Sin embargo, los halcones en el poder no estaban dispuestos a renunciar a la supremacía bélica que les proporcionaba la bomba, y boicotearon las negociaciones con los soviéticos.
A partir de ese momento, Oppenheimer fue objeto de una campaña de desprestigio liderada por Lewis Strauss, el presidente de la Comisión de Energía Atómica (CEA), quien movido por celos personales y paranoias anticomunistas, buscó arruinar su reputación. La investigación en su contra recordaba a la caza de brujas del siglo XVII, y el resultado fue la revocación de su autorización de seguridad y su veto en la CEA.
Aunque los presidentes Kennedy y Johnson lo rehabilitaron, Oppenheimer nunca se recuperó completamente del impacto de esa persecución. Se refugió en sus tareas académicas y mantuvo un perfil político bajo hasta su fallecimiento en 1967.
Prometeo Americano retrata a Oppenheimer como un personaje poliédrico. Aunque fue un gran gestor y un inspirador de estudiantes destacados, también tuvo sus conflictos éticos al alejarse del comunismo y acercarse a los poderosos.
El libro concluye con un análisis del legado de Oppenheimer y su impacto en la ciencia y política del siglo XX. Se reflexiona sobre la responsabilidad de los científicos en relación con las armas de destrucción masiva y el dilema ético de la investigación nuclear. La figura de Oppenheimer trasciende su genialidad científica y nos confronta con la complejidad moral de la búsqueda del conocimiento en un contexto de guerra y política.
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