El personal de la Biblioteca Pública de Kankakee, en Illinois, Estados Unidos, atiende a una comunidad de unos 24.000 habitantes y había trabajado para convertir su cuenta de TikTok en un fenómeno local, publicando recomendaciones de libros, mostrando un nuevo mural y produciendo algún que otro éxito viral, como una parodia de Wes Anderson.
Su último video, publicado este lunes, cuenta con un invitado inesperado: el ex presidente Barack Obama, que aparece bebiendo de una taza con la marca de la biblioteca y hojeando un libro de bolsillo. Es el primero de una serie de TikToks que Obama ha grabado con bibliotecas de todo el país, impulsando campañas para dar a conocer los servicios bibliotecarios y promover el acceso a los libros.
La iniciativa llega en medio de un aumento de los esfuerzos por prohibir libros. En 2022 se impugnaron más de 2.500 títulos, una cifra récord, según los datos recogidos por la Asociación Americana de Bibliotecas (ALA por su sigla en inglés), que también registró que el número de impugnaciones de libros casi se duplicó respecto al año anterior. Un reciente análisis de The Washington Post descubrió que, solo en los últimos dos años, al menos 19 estados han aprobado o considerado proyectos de ley que castigarían a quienes proporcionen a los menores libros “dañinos”, obscenos o sexualmente explícitos.
“Que alguien como el Presidente Obama aprecie el trabajo que hacemos y comparta nuestra misión en favor de la libertad intelectual no podía llegar en mejor momento”, afirma Linda Stevens, directora de programas, asociaciones y divulgación de la Biblioteca Pública del Condado de Harris, con sede en las afueras de Houston.
En el video del condado de Harris, que aún no se ha publicado pero que se ha compartido con The Post, Obama aparece frente a Curbside Larry -un personaje que ha atraído la atención nacional sobre la biblioteca promocionando sus servicios en el tono de un vendedor de coches usados- y le dice que se calle.
“Lo siento, Sr. Presidente”, exclama Curbside Larry. “No puedo evitarlo, ¡porque estoy tan emocionado por cómo la Biblioteca Pública del Condado de Harris está poniendo todo tipo de libros a disposición de la comunidad!”.
Texas lidera la nación en intentos de prohibiciones de libros en las bibliotecas escolares, según un análisis de PEN America del año escolar 2021-2022, y se encuentra entre los estados donde los legisladores han presentado proyectos de ley que facilitarían el enjuiciamiento de los bibliotecarios. El Houston Chronicle informó en marzo que, desde 2021, la policía ha sido llamada a las bibliotecas escolares y públicas de Texas al menos cinco veces para examinar libros en busca de contenido ilegal.
Illinois ha tendido en la dirección opuesta, convirtiéndose en junio en el primer estado en ilegalizar la prohibición de libros en las bibliotecas públicas. Y hasta ahora, la Biblioteca Pública de Kankakee no ha tenido problemas con las impugnaciones de libros: “Toco madera”, dice riendo Allison Beasley, directora de la biblioteca. Pero los miembros del personal esperan que su video con Obama -que destaca libros de Ibram X. Kendi, Angie Thomas y Alice Walker- envíe un mensaje de “solidaridad con la comunidad bibliotecaria”, dijo.
El video también tiene un objetivo más general, añade Camille Rose, subdirectora de participación de la biblioteca: inculcar a los niños la sensación de que esa institución es un espacio acogedor y seguro, con personal diverso que “se parece a ellos”. Las redes sociales hacen que el personal parezca más accesible y, con el tiempo, algunos jóvenes recurren a ellos como adultos de confianza: “Se sientan y simplemente hablan, porque nos hemos convertido en un elemento básico”, afirma Rose.
Megan Sutherland, directora interina de servicios públicos de la Prince George’s County Memorial Library System de Maryland, dijo que sus esfuerzos, incluido un club de lectura mensual dedicado a los títulos más prohibidos de 2022, pretenden concientizar a la gente.
“Las bibliotecas de todo el mundo, incluido el condado de Prince George’s, no son inmunes a los desafíos materiales”, dijo Sutherland. “Queremos apoyar a los trabajadores de las bibliotecas y el concepto de libertad intelectual y el derecho a leer, dondequiera que esté ocurriendo. Nos consideramos parte de esa conversación”.
En una carta enviada este lunes a los miembros de la ALA, Obama agradeció a los bibliotecarios su labor “en primera línea” en defensa de la libertad de expresión. El impulso de silenciar otras perspectivas, escribió el ex presidente, es “profundamente equivocado y contrario a lo que ha hecho grande a este país”.
“También es importante entender que el mundo está mirando. Si Estados Unidos -una nación construida sobre la libertad de expresión- permite que se silencien ciertas voces e ideas, ¿por qué deberían otros países hacer lo posible por protegerlas? Irónicamente, son los textos cristianos y otros textos religiosos -los textos sagrados que algunos de los que piden la prohibición de libros en este país afirman querer defender- los que a menudo han sido el primer objetivo de la censura y la prohibición de libros en los países autoritarios”, escribió Obama. “Nadie lo entiende mejor que ustedes, los bibliotecarios de nuestra nación”.
Estos esfuerzos se hacen eco de otras declaraciones que Obama ha hecho en los últimos años, incluyendo un post de 2022 en Medium celebrando la Semana de los Libros Prohibidos y en la conferencia de ALA en 2021. En esa charla, elogió a las bibliotecas como “ciudadelas del conocimiento y la empatía” y dijo a los bibliotecarios que su trabajo era “más importante que nunca: averiguar ¿cómo proporcionamos a nuestros conciudadanos un conjunto compartido de narrativas de referencia en torno a las cuales podemos hacer que funcione nuestra democracia?”.
Este artículo fue originalmente publicado por The Washington Post.
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