Han pasado varios años desde que los Hernández cerraron su agencia, y cada uno de los miembros de la familia ha seguido su propio camino. Mateo, el padre, se ha adentrado en el mundo de las oficinas en la parte alta de Barcelona. Amalia ha encontrado su lugar en una empresa especializada en seguridad, mientras que Nora, la hija que anhelaba una vida tranquila, ahora enseña en una academia nocturna. Sin embargo, aunque intenten ignorarlo, tienen casos compartidos y cuentas pendientes que la matriarca, Lola, no deja que olviden.
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En Nuestros muertos, la tercera y esperada entrega de la trilogía de los Hernández, la escritora española Rosa Ribas los lleva ante un nuevo caso: la desaparición de un joven. Mateo es quien lo acepta en secreto a petición directa de la madre del chico, pero es Lola, la esposa de Mateo, quien a pesar de su aparente quietud, mueve los hilos de la familia y sus investigaciones, convirtiéndose en la artífice de sus mayores logros y sus pecados mortales.
Ribas nos muestra una Barcelona contemporánea y reconocible, donde los secretos, las mentiras y los silencios juegan un papel fundamental en el desarrollo de la trama. El barrio de Sant Andreu, con sus calles peatonales, modestos adosados y la cúpula desproporcionada de la iglesia de Sant Andreu de Palomar, sirve como escenario para los acontecimientos de la historia.
El eje central de la trama se centra en Lola, madre de Amalia y Nora, un personaje oscuro y de gran envergadura. Proveniente de una clase alta y siendo hija de un inmigrante que logró hacer fortuna en América, Lola se encuentra postrada en su casa, plagada de problemas mentales y luchando contra la adicción al alcohol. A pesar de esto, su condición no le impide mover los hilos.
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La dependencia de los demás hacia Lola es evidente. Todo gira en torno a la complejidad que alberga su mente. Es ella quien toma las riendas y pone todo en marcha. Sin la presencia de Lola, Mateo sería simplemente otro detective más. Él es el hombre de la calle, siempre en movimiento. Este juego entre los personajes de Lola y Mateo constituye la base fundamental de toda la serie.
La trilogía se inicia con Un asunto demasiado familiar (2019), seguida por Los buenos hijos (2021) y finalmente, Nuestros muertos (recién publicada en Tusquets), es la que cierra todo.
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Rosa Ribas ha sabido destacarse como una de las plumas más lúcidas del género de la novela negra en España durante los últimos años. Con esta novela, a través de una trama hábilmente elaborada, nos sumerge en la vida de una familia disfuncional mientras resuelven casos intrigantes y se enfrentan a sus propios demonios. Los Hernández son más que una familia de detectives. De alguna manera, son reflejo y retrato de la Barcelona oscura que se oculta a nuestros ojos.
“Una estirpe que parece crecer a cada página… Un deleite para los lectores más exigentes”, Marta Marne, El Periódico.
Sobre la autora: Rosa Ribas
♦ Nacida en El Prat del Llobregat, Barcelona, 1963.
♦ Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona, y ha sido lectora de español en la Universidad Goethe y colaboradora del Instituto Cervantes en Frankfurt.
♦ Es autora de las novelas El pintor de Flandes, La detective miope, Miss Fifty, Pensión Leonardo, La luna en las minas, de la serie policiaca protagonizada por Cornelia Weber-Tejedor, y, junto con Sabine Hofmann, de la Trilogía de los años oscuros (Siruela), traducida con gran éxito a distintos idiomas.
♦ En 2022 publicó Lejos, una extraordinaria novela situada en una urbanización a medio acabar.
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