Así como para los creyentes son insondables los caminos del Señor, (creo ya haber dicho eso), para muchos lectores son incognoscibles las rutas que nos llevan a buscar un título y adentrarnos en él. Sobre todo cuando este es difícil de encontrar.
Empezaré confesando que, para mi vergüenza, tengo a priori cierta desconfianza por los productos culturales que vienen de Oriente, excepto del más cercano, la República Oriental del Uruguay. Imagino la rechifla que esta afirmación deberá generar en los eventuales lectores de esta columna.
No ignoro, (sería imperdonable), lo que Japón, la India, China y otros países de la zona han aportado al cine y a la literatura. Solo sucede que me resulta difícil emprender el proceso de ampliación de miras imprescindible para comprender debidamente esa producción.
Al libro del que hablaré, Tierra desacostumbrada de Jhumpa Lahiri, (publicado por la Editorial Salamandra del grupo Penguin Random House en 2010 y reeditado varias veces, la última en 2021), llegué por la calurosa recomendación del descomunal periodista, escritor y editor canario Juan Cruz Ruiz cuando lo entrevisté en mi programa de Radio UBA durante su visita a Buenos Aires para la Feria del Libro de abril último.
Conseguí mi ejemplar con bastante dificultad, en un reciente viaje a Barcelona, pero se puede comprar aquí buscando en las buenas librerías. La autora nació en el Reino Unido, de padres bengalíes y pasó su infancia y juventud en los Estados Unidos.
Bengala, un nombre que en nuestra infancia tenía resonancia de estrellitas chisporroteantes para las fiestas (las “luces de Bengala”) y en algún momento adquirió el prestigio atemorizante de los tigres de la zona, es el país que fue originalmente Pakistán Oriental, parte de la India, de religión musulmana, devenido República de Bangladesh en 1971.
Ese año, la necesidad de sus habitantes de refugiarse frente a la guerra desatada con la India y las hambrunas sobrevinientes generó en los músicos George Harrison de Los Beatles y el indio Ravi Shankar el deseo de organizar dos conciertos a beneficio de los damnificados, que se celebraron con gran éxito en el Madison Square Garden de Nueva York. Fue uno de los primeros shows a beneficio de la historia.
Mucho más recientemente, durante el último Mundial de Fútbol, la población de ese país se manifestó fervientemente pro Argentina y celebró nuestro campeonato con tanta intensidad que se produjo la reapertura de nuestro consulado en Dacca, su capital, y el fortalecimiento de los hasta entonces escasos vínculos comerciales. Un jugador de fútbol bangladesí vino a integrarse a un equipo del interior del país y en los primeros días de este mes de julio el ya mítico arquero del Seleccionado, Emiliano Martínez, el Dibu, fue recibido por la primera ministra en esa ciudad.
Todo esto que parece cháchara, como decía un político catamarqueño, tiende a explicar las complicadas raíces étnicas de los personajes de los cuentos de la primera parte de Tierra desacostumbrada y de la novela compuesta por cuatro relatos interconectados que constituye su segunda parte.
El poético título proviene de un texto de Nathaniel Hawthorne incluido en La aduana, un relato relacionado con la escritura de su famosa novela La letra escarlata, que dice:
“La naturaleza humana no dará fruto, al igual que la patata, si se planta una y otra vez, durante demasiadas generaciones, en la misma tierra agotada. Mis hijos han tenido otros lugares de nacimiento y, hasta donde alcance mi control sobre su fortuna, echarán raíces en tierra desacostumbrada”.
Y efectivamente los protagonistas de este libro irán “rotando cultivos”, con trasplantes de ida y vuelta entre su lugar de origen y los Estados Unidos e Inglaterra, afrontando con diversa suerte el choque entre culturas rotundamente diferentes, a veces enriqueciéndose mutuamente y otras provocando choques insoportables dentro de las parejas mixtas o entre padres e hijos.
Los personajes son en general personas de clase media y alta, de buena formación cultural, con pretensión de ascenso social para sus descendientes en el país adoptivo. Están presentados y sus historias se cuentan con una enorme fluidez, respetada en la muy buena traducción de Eduardo Iriarte.
Parejas en trance de separación que se reencuentran en el festejo de una boda en el que fue su college, donde se refresca su antigua pasión en los dormitorios de los estudiantes, desocupados por las vacaciones; hijos que se distancian de la rigidez y tradiciones de sus padres refugiándose en la droga; hermanos muy unidos que se enemistan para siempre por haber tomado caminos divergentes.
Atrapado por el libro, un lector argentino podría preguntarse por qué está interesado tan intensamente en los acontecimientos que marcan las vidas de esta gente, tan distinta de la que lo rodea y a la que conoce. La respuesta se halla en la literatura: todo está contado con tal precisión y delicadeza que termina envolviéndonos en un ambiente aparentemente exótico, pero que se conecta con la esencia de lo humano.
Acostúmbrense a eso en Tierra desacostumbrada, que fue elegido como Mejor Libro del Año 2008, año de su publicación en inglés, por The New York Times.
Quién es Jhumpa Lahiri
♦ Nació en Londres en 1967. Es una escritora indobritánica-estadounidense.
♦ Creció en Estados Unidos y publicó cuentos, novelas y ensayos.
♦ Entre sus libros se cuentan Tierra desacostumbrada, Cuentos romanos, El buen nombre y En otras palabras.
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