Una infancia desgraciada y el sueño de ser zapatero

Si se buscan historias que desafíen las convenciones sociales y sumerjan a los lectores en un escenario de rebeldía y lucha, hay que considerar El testamento de un bromista, una narración que da cuenta de una de las etapas más complejas del ser humano, la infancia, escrita por uno de los novelistas más importantes de Francia en el siglo XIX, Jules Vallès.

El libro fue publicado en 1879, pero no fue sino hasta hace poco que llegó a manos de los hispanohablantes. En él, el escritor presenta a Ernest Pitou, un hombre bromista y rebelde que se vale de estas características para poner en ridículo las convenciones sociales y desafiar las políticas que rigen su tiempo.

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PA través de este personaje, Vallès hace uso del sarcasmo, la sátira y la ironía como herramientas principales para cuestionar la opresión que se vive en la sociedad francesa del siglo XIX, así como la hipocresía de sus dirigentes; pero no se queda allí, cuestiona también la justicia, la educación y la moral, en una serie de críticas sin descanso.

El testamento de un bromista es también el primer antecedente de la trilogía autobiográfica del escritor francés que reúne los títulos El niño, El bachiller y El insurrecto, que si bien no alcanzó la popularidad inmediata en su momento, su legado ha perdurado en la literatura francesa.

Aunque apenas alcanza un centenar de páginas, Vallès no necesitó más en esta primera parte para contar la infancia y parte de la vida de un hombre que tendrá una gran semejanza con la del propio escritor.

Todo comienza cuando el autor se entera del suicidio inesperado de un bromista, justo en el momento en el que la vida le ponía la mejor cara a su tempestuosa vida. Vallès se pone como misión recuperar el testamento que ha dejado, con el fin de conocer en profundidad cuáles fueron las causas de su trágica decisión.

El testamento de un bromista está compuesto por apuntes que van relatando la vida del protagonista desde los seis años de edad, revelando los hechos que oscurecieron la etapa de su infancia, cuando fue víctima de innumerables castigos y de matoneo mientras estuvo en el internado.

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Ante esto, los padres del protagonista toman la decisión de, por primera vez, darle continuidad a su deseo de aprender el oficio de la zapatería, al servicio del zapatero principal Bachou. Aunque esta actividad no le será permitida por mucho tiempo se convertirá en una fase importante en su vida, alimentada por su sentido del humor pero también afectada por su baja autoestima, lo que le dificulta el proceso de relacionarse socialmente.

La época del internado será una de las más decisivas, pues deberá enfrentarse a una serie de situaciones en las que sus inseguridades podrán jugarle en contra, pero que logra solventar gracias a su astucia.

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♦ Nació el 11 de junio de 1832 en Le Puy-en-Velay y murió el 14 de febrero de 1995 en Francia.

♦ Fue escritor, periodista y comunero francés.

♦ Fue director de periódicos antimonárquicos como El grito del pueblo.

♦ Fue dirigente electo de la Comuna de París, movimiento insurreccional.

♦ Algunas obras del autor: Los refractarios y La calle reúnen gran parte de su material periodístico. En el campo narrativo resaltan: trilogía de novelas autobiográficas, Recuerdos de un estudiante pobre, El cuadro de París y Un hidalgo.

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