Entre aquellos cuyas palabras trascienden y logran marcar la historia se ubica San Juan de la Cruz, un español que dejó un legado perdurable, nombrado como el poeta místico del Siglo de Oro.
Paralela a su vida religiosa desarrolló una extensa obra literaria que demostró una importante relación con la espiritualidad, la búsqueda de la unión con lo divino y una visión cargada de sensibilidad. Consolidó una carrera como poeta y religioso que lo consagró como una de las voces fundamentales misticismo experimental cristiano.
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Su nombre de pila era Juan Yepes Álvarez y nació en el año 1542 en Fontiveros, territorio español. Hijo de una pareja de tejedores de buratos o velos, artículos de lujo entre las mujeres de los siglos XV y XVI, pasó muy poco tiempo con su padre, quien murió al año siguiente a su nacimiento, tras lo cual, su familia vivió una difícil situación económica.
Debido a ello, Juan de Yepes debió empezar a trabajar desde muy joven. Ingresó a un hospital y posteriormente, empezó a estudiar artes y filosofía en la Universidad de Salamanca. Allí conocería a Santa Teresa de Jesús, con quien emprende la fundación de dos nuevas órdenes de carmelitas. Fue en esta época cuando también floreció en él un amor profundo por la poesía y comenzó a mostrar una sed casi insaciable de conocimiento espiritual.
En este momento de su vida San Juan de la Cruz encontró en la poesía un medio para expresar su anhelo de unirse a lo divino en la misma línea de una búsqueda por una experiencia mística.
En 1575, tras la decisión de suprimir las fundaciones de los carmelitas descalzos que se hubieran realizado sin autorización del superior general, San Juan de la Cruz fue apresado y encarcelado durante ocho meses. Luego de fugarse, pasó el resto de su vida en Andalucía. En 1591 de nuevo cayó en desgracia y fue retirado de sus cargos religiosos.
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Alcanzar la unión con Dios
“En una noche oscura” de San Juan de la Cruz
Poemas como Noche oscura del alma, así como también Cántico espiritual, se convirtieron en pilares y joyas de la literatura. En su interior, San Juan de la Cruz logró evidenciar la lucha interna del alma y el camino para lograr la iluminación divina.
De ahí en adelante, autor de varios libros que pasarían a la posteridad, una de las características más importantes de su obra tenía que ver con un lenguaje poético que estaba lleno de simbolismo y metáforas. En ella, los lectores podían transportarse al reino de lo trascendental con un poder evocador en cada una de sus palabras.
Las obras de San Juan de la Cruz enseñaron que camino hacia la unión con lo divino no es fácil. Su experiencia personal de ser encarcelado y sometido a duras pruebas por su propia orden es testimonio de una gran dedicación y entrega a su fe, el deseo de vivir en la presencia de Dios.
Sus obras solo fueron publicadas hasta después de su muerte, entre ellos poemas como Llama de amor viva, Noche oscura y Cántico espiritual, escritos que tuvieron lugar cuando fue encerrado en 1577 donde fue sometido a crueles interrogatorios.
La poesía del poeta y religioso fue más allá de la belleza estética. Sus palabras son una invitación a la introspección y al encuentro con lo sagrado. El desapego al mundo material, la unión con lo divino y la purificación del alma se convirtieron en su principal bandera y lo llevaron a ser uno de los referentes espirituales más importantes de todos los tiempos.
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Algunas de sus obras: Obras espirituales que encaminan a un alma a la unión perfecta con Dios, Subida del monte Carmelo, Llama de amor viva, Cántico espiritual y poemas como: Entréme donde no supe, Glosa al Vivo sin vivir en mí, Tras de un amoroso lance, Un pastorcico solo está penado, Que bien sé yo la fonte.
En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
(Fragmento de Noche oscura del alma)
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