Hagamos una prueba: cierre los ojos y diga :”Chile”. Ciérrelos, en serio. ¿Qué imagen tuvo? ¿Los mineros? ¿La cordillera? ¿Pinochet? ¿Neruda?
¿Y si digo “escritores chilenos”? ¿En quiénes piensa?
“Todavía lo que más se lee es Neruda”, contaban representantes chilenos de visita a Buenos Aires. El poeta Pablo Neruda, que murió en 1973. Todavía.
Sin embargo, Chile tiene un panorama literario rico y dinámico. Más allá de sus dos Premios Nobel, Pablo Neruda y Gabriela Mistral, y de una figura que fue ganando centralidad desde la década del 90, Pedro Lemebel.
O los que juegan fuerte en este siglo: Alejandro Zambra, Lina Meruane, Nona Fernández, Juan Pablo Sutherland o poetas como Malú Urriola.
“Tenemos autores que son muy jóvenes”, dice a Infobae Andrea Gutiérrez Vázquez, subsecretaria de las Culturas y las Artes de Chile (de hecho, una de las dos números dos del ministerio que conduce Jaime de Aguirre. Y al final de esta nota, a pedido de Infobae Leamos, recomendará a cuatro escritores chilenos contemporáneos.
-¿Qué diferencia ve en la nueva generación, gente que vivió más la democracia?
-Vivió la democracia y son hoy día la mayoría. En el país también. Yo diría que primero hay una soltura respecto de cómo se abordan los temas para los que quizás nuestra generación -tengo 46 años- tenía como que pedir permiso. Nosotros nos criamos con la represión en las calles.
-¿Qué temas por ejemplo?
-Por ejemplo en materia de disidencia sexual, en la expresión de las diversidades sexuales.
-Aunque es el país de Pedro Lemebel, ¿no? Que en 1986 leyó su “Manifiesto”, donde cruzaba homosexualidad y política.
-Exactamente. Lemebel nos abrió la puerta en los momentos más difíciles y hoy día las nuevas generaciones se toman ese espacio con mucha propiedad. Ahora también hay espacios que mezclan distintos planos. Pablo Toro, por ejemplo, ha hecho un reflejo de eso, una narrativa muy aguda, muy hábil, también configurada con la Ciencia Ficción.
-¿Sigue pesando en Chile el golpe de Estado de 1973?
-Mucho. Nosotros tenemos heridas, no solo cicatrices, yo diría que todavía heridas, que están abiertas, todavía tenemos muchos familiares que están buscando a sus desaparecidos. Eso todavía es, sin duda, una herida abierta. Pero también tenemos que entender que hoy día la mayoría de las personas no habían nacido para el golpe de estado del 73. Y el abordaje también tiene que ver con recordar que la democracia en algunas partes del mundo se ve amenazada y se ve cuestionada.
-¿Hay países donde se lea más literatura chilena que en otros, fuera de Chile?
-Yo creo que más que literatura chilena en general, son autores y autoras que encuentran en ciertos espacios y en ciertos países un lector que resulta inesperado. Argentina es uno de los espacios que lee de autores chilenos. Nona Fernández ya tenía una internacionalización en Europa y es muy leída en el mundo anglosajón. Y eso es algo que también impacta porque uno se pregunta en qué punto se encuentraa ese lector con ese autor. Por otro lado en cuanto a la poesía chilena todavía siguen siendo los más leídos Gabriela Mistral y Pablo Neruda.
-Justo esto me estaban diciendo que lo que más se lee todavía es Neruda.
-Sin duda, son todavía los embajadores culturales más importantes y destacados de nuestra literatura y punta de lanza también del ingreso de muchas otras poesías.
-Se habló mucho de que los escritores colombianos se tienen que sacar de encima a García Márquez y los argentinos a Borges.¿Los chilenos a quién se quieren sacar de encima?
-¡Espero que a ninguno! Sería muy injusto decir sacarnos de encima a Gabriela Mistral porque a Gabriela Mistral, Chile le debe mucho y todavía tenemos mucho por conocer de ella. Fuimos muy injustos en el reconocimiento de su figura. Ella tiene una complejidad y una complejidad espiritual también respecto de la profundidad de su obra, así que yo quiero que en Chile no nos saquemos nunca de encima a Gabriela Mistral, esa sería mi aspiración. Quizá ya ese camino es distinto con Pablo Neruda... Pablo Neruda está más reconocida en su amplia dimensión en el mundo, pero tiendo a ver a esos autores como una llave que nos abre puertas, más que como un yugo que tenemos que cargar.
Literatura chilena hoy: lo que recomienda la subsecretaria
1. Safari de Pablo Toro (1983) es su primera novela pero tiene una capacidad narrativa que muestra gran oficio, abordando distinta en historias y tiempos que desafían lo verosímil con mucha valentía narrativa.
2. El territorio del viaje de la poeta mapuche Daniela Catrileo es un libro de poemas o un gran poema, lo recomiendo mucho para tener una mirada que aborda el regreso íntimo y material a su territorio, una autora que nos abre más preguntas qué certezas y con ello nos integra desde la poesía a un viaje permanente sobre nuestra humanidad.
3. El sistema del tacto de Alejandra Costamagna ocurre entre Chile y Argentina, es un relato conmovedor pero sin sentimentalismos que a través de una pérdida lleva a la protagonista obligadamente al pasado, como suele ocurrir cuando alguien de nuestra infancia parte y todo parece volver al origen para reescribirse. A mí personalmente esta novela me fascinó.
4. La palabra escondida: conversaciones con Stella Díaz Varín, un libro de Claudia Donoso (1955), una conversación profunda, que se extendió por varios años, entre la autora y la poeta chilena que fue una de las protagonistas de la poesía del siglo XX. Un diálogo entretenido, profundo, sensible y crítico que aborda todos los rincones de la autora.
Seguir leyendo