Las cinco alarmas sobre el avance chino que inquietan a toda Sudamérica

Pekín se consolida como un prestamista de emergencia para las maltrechas economías del continente. Se cobra con activos o influye en los votos. Argentina, uno de los países que se acerca al gigante asiático. El autor de “El hambre del dragón” explica cuáles son los mayores motivos de preocupación.

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"El régimen de Xi Jinping (foto) maneja directamente el 14,5% del volumen de las exportaciones de granos, harinas y aceites de Argentina", dice el autor de esta nota. REUTERS/Florence Lo/Pool
"El régimen de Xi Jinping (foto) maneja directamente el 14,5% del volumen de las exportaciones de granos, harinas y aceites de Argentina", dice el autor de esta nota. REUTERS/Florence Lo/Pool

El gran desafío del escritor es percibir el humor social que lo rodea. Fallé de cabo a rabo en esto cuando publiqué mi última obra, El hambre del dragón. El plan de China para comerse al mundo. Imaginé un libro restringido a los interesados en el alta geopolítica; no supe percibir la clara sensación de inquietud arraigada en todas las capas sociales sobre el avance chino y el peligro que entraña su modus operandi a escala global.

La primera señal de este error la obtuve el 10 de mayo, cuando la obra fue presentada en la Feria del Libro de la Ciudad de Buenos Aires. Se quedó gente afuera de la sala sin poder ingresar y estuve un largo tiempo firmando ejemplares. Luego llegarían las muy buenas cifras de venta en los países de habla hispana, situación que motivó el actual trabajo de traducción al inglés y al francés que se está llevando a cabo para ampliar el universo de lectores.

A partir de allí el tema escaló de manera notable. “Agustín, con tu libro pusiste en alerta a un país y a un continente sobre el avance chino”, me escribió por privado días atrás un diputado nacional.

Desde su publicación, la prensa escrita, oral y televisiva tomó el tema China con sumo interés, y en esto mucho ayudó el propio Gobierno, que ofreció sólidas señales de arrojarse en los brazos de este voraz dragón. Y el mismo escenario se replica en la mayoría de los países de Latinoamérica.

Al respecto, resulta interesante un punteo sobre los últimos acontecimientos en la materia.

Un prestamista de emergencia

Pekín, ciudad que una comitiva argentina visitó recientemente junto a Shanghái, no les pide a sus prestatarios que restablezcan la disciplina de la política económica o busquen el alivio de la deuda a través de un proceso de reestructuración coordinado con todos los principales acreedores. China nunca considera la capacidad de reembolso del país al que le presta, un requisito imprescindible para organismos multilaterales como el FMI. De hecho, el 60% de los países que forman parte de la llamada Iniciativa Ruta de la Seda tienen una calificación crediticia internacional de “basura” o no tienen calificación alguna.

El gigante asiático no busca que le devuelvan los fondos que presta. Se cobra con activos de sus deudores o influye en los votos, por ejemplo, en Naciones Unidas en su favor.

Argentina ya padece este manejo, cedió soberanía en las 200 hectáreas situadas en Neuquén, las que fueron cedidas por 50 años al Ejército Popular de Liberación para una base espacial, y combate poco y nada la pesca ilegal de China en su Zona Económica Exclusiva del Atlántico Sur.

Letra chica y cláusulas secretas

El diputado nacional porteño de Juntos por el Cambio Martín Tetaz resaltó que hasta el momento se desconoce la tasa de interés por la utilización del último swap acordado con China. También aquí se confirma otra de las hipótesis del libro respecto a lo oscuro y turbio que son las negociaciones con la Republica Popular. Mucha letra chica e infinidad de cláusulas secretas colorean el perfil de las relaciones comerciales con Pekín.

¿Espionaje en Sudamérica?

No fueron pocos los que se asombraron ante la denuncia efectuada en el libro respecto al espionaje llevado a cabo por China desde la base espacial situada en Neuquén. La poderosa antena instalada, con una altura equivalente a un edificio de 16 pisos, 450 toneladas de peso y un diámetro máximo de 35 metros, puede captar e interceptar todas las comunicaciones, aun las encriptadas, de los satélites que orbitan en el hemisferio sur.

Agustín Barletti, autor de "El hambre del dragón", conversó con Belén Marinone en el stand de Leamos de la última Feria del Libro: las advertencias sobre el "peligro chino" estuvieron a la orden del día.
Agustín Barletti, autor de "El hambre del dragón", conversó con Belén Marinone en el stand de Leamos de la última Feria del Libro: las advertencias sobre el "peligro chino" estuvieron a la orden del día.

Días atrás el Gobierno norteamericano confirmó que en Cuba funciona desde 2018 una estación similar y una organización internacional especializada en esta temática reveló que en total son 11 las instalaciones espaciales con participación china en Sudamérica.

Contra los derechos humanos y las minorías

Aun no se escuchó la condena de ningún funcionario por las flagrantes violaciones a los derechos humanos que se llevan a cabo en China contra más de un millón de uigures y otras minorías de religión islámica de habla turca que están detenidos arbitrariamente en Xinjiang. La enorme influencia que ejerce Pekín sobre la Casa Rosada pareciera ser la única explicación para justificar el silencio cómplice de quienes pretenden mostrarse como ejemplo ante el mundo en este tema.

El Proyecto de Decisión presentado por Estados Unidos ante la ONU para condenar esta situación fue rechazado por un bloque de 19 votos, que lideró China junto a Cuba, Bolivia, Venezuela y Mauritania, entre otros. La abstención de Argentina, Brasil, México y la India fue funcional a los intereses chinos.

Un país que es pionero en igualdad de género e inclusión tampoco se escandaliza ante las dificultades que enfrentan en China los miembros de la comunidad LGBTQ+. Despenalizada en 1997, la homosexualidad sigue de todos modos sin ningún tipo de protección legal. No hay sanciones contra la discriminación basada en la orientación sexual o la identidad de género y las parejas del mismo sexo no tienen el derecho de casarse ni adoptar hijos.

La Asociación Psiquiátrica China eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales en 2001, calificándola de “no necesariamente anormal”. Sin embargo, un informe de 2020 de la oficina de Derechos Humanos de la ONU encontró que los hospitales públicos ofrecen “terapias de conversión” que están prohibidas en casi todo el mundo. También se registraron numerosas denuncias por discriminación de parte de trabajadores de la salud contra personas que padecen VIH/SIDA o que persiguen una cirugía de reasignación de sexo.

Otro duro golpe se produjo cuando la popular red social WeChat, una suerte de Facebook chino, eliminó un gran número de cuentas con contenido LGBTQ+ y feministas más seguidas del país bajo el pretexto de que habían violado las reglas sobre información en Internet.

Un policía paramilitar chino hace guardia frente a la embajada sueca durante la ceremonia inaugural de la Semana de la Diversidad en Beijing: se convirtió en la organización más reciente que se ve obligada a cerrar bajo una campaña de represión del gobierno del presidente chino Xi Jinping. (AP Foto/Ng Han Guan)
Un policía paramilitar chino hace guardia frente a la embajada sueca durante la ceremonia inaugural de la Semana de la Diversidad en Beijing: se convirtió en la organización más reciente que se ve obligada a cerrar bajo una campaña de represión del gobierno del presidente chino Xi Jinping. (AP Foto/Ng Han Guan)

En el mismo sentido, la Administración de Ciberespacio de China informó que limpiaría las redes sociales de contenido LGTBQ+ para evitar que sea una “mala influencia” social y para proteger a los niños. En el cine, incluido el extranjero, no se permite la exhibición de sexualidades no heterosexuales.

Dominio del terriotorio y los mercados

La negativa oficial en boca del jefe de Gabinete Agustín Rossi respecto de la construcción de un puerto con capitales chinos en Tierra del Fuego es otro de los anticipos del libro. Con proyección a la Antártida, donde ya disponen de 5 bases, este puerto podría ser para China la llave del Estrecho de Magallanes ante un eventual cierre para sus buques del Canal de Panamá en un futuro conflicto con los Estados Unidos.

La tesis esbozada en el libro es que, en la relación pendular mantenida con Estados Unidos, se acordó un límite, al parecer infranqueable, para las ambiciones chinas en Argentina y el mismo lo conforman la Hidrovía del Paraná, el 5G y este puerto fueguino.

El régimen de Xi Jinping, con la compra del 51% de los paquetes accionarios de Nidera y de Noble Agri más la adquisición de Syngenta, maneja directamente el 14,5% del volumen de las exportaciones de granos, harinas y aceites de Argentina. China entonces ya controla en origen una importante tajada de la producción que le exportamos.

Si además le permitimos realizar el dragado de la Vía Navegable Troncal del Paraná por la que sale el 90% de nuestras exportaciones, la dependencia sería enorme. El interés proviene de la firma dragadora Shanghai Dredging, perteneciente al mega grupo estatal Communications Construction Company (CCCC), cuyos escándalos de corrupción, irregularidades y múltiples trabajos fallidos marcan un lado oscuro de la presencia china en el mundo.

El veto a Huawei y su 5G se está extendiendo en gran parte del mundo. Salpicada con denuncias de soborno en varios países, se considera que la firma utiliza su infraestructura para espiar a personas y compañías occidentales para luego proveer de información a Pekín.

(*) Agustín Barletti es abogado, Doctor en Derecho Constitucional graduado en la Sorbona (París). Escribió el libro “El Hambre del dragón. El plan de China para comerse al mundo”.

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