A finales de la década de los 90, Shakira era ya una estrella de rock con proyección internacional. Con 22 años había lanzado cuatro álbumes y era merecedora de elogios por parte de la crítica y el público, tanto dentro de Colombia como fuera de ella. Sus más recientes trabajos discográficos, ‘Pies descalzos’ (1995) y ‘¿Dónde están los ladrones?’ (1998), fueron unos de los álbumes latinos más vendidos en Estados Unidos. La mayoría de sus temas habían sido escritos por la propia artista, lo que le daba mayor crédito.
Le puede interesar: Quién es el librero colombiano que fue amigo y mecenas de Gabriel García Márquez
En esa época, como lo es ahora, la cantante era foco de la prensa. Siempre había algún periodista esperando el turno para entrevistarla y los siempre insistentes paparazzi que la perseguían para obtener cualquier imagen que les sirviera. Hubo un hombre, sin embargo, que se ganó su derecho a hablar con la artista desde el momento en que manifestó su interés.
Aquejado por un linfoma que amenazaba con acabar de manera temprana con su oficio en la literatura, el escritor Gabriel García Márquez, ganador del Premio Nobel, viajaba constantemente a Los Ángeles, en Estados Unidos, para hacerse unos tratamientos. En medio de su agenda médica, el autor de “Cien años de soledad” sacó espacio para pedirle entrevista a la cantante y el encuentro terminó concretándose en la capital colombiana.
Lo que escribió a partir de ello fue un hondo perfil que apareció publicado en la revista Cambio, en junio de 1999. El texto era elogioso con ella y planteaba un recorrido desde su infancia hasta el momento presente, destacando siempre sus luchas y la madurez con que la barranquillera asumía cada nuevo obstáculo.
García Márquez hablaba no solo de sus cualidades para la música y la danza, también de lo que la caracterizaba como persona y que, según él, potenciaba todo lo demás.
“Es difícil ser lo que Shakira es hoy en su carrera, no sólo por su genio y su juicio, sino por el milagro de una madurez inconcebible a su edad”, escribió. “Se ve que es como ella quiso ser: inteligente, insegura, recatada, evasiva, intensa. Barranquillera de hueso colorado”.
Le puede interesar: Isabel Allende vuelve con una novela que estremece: “No hay letrinas, las mujeres piden pañales porque si no las violan y las matan: esto sucede hoy y los gobiernos no hacen nada”
En su perfil, el también autor de “El coronel no tiene quién le escriba” la resaltaba a Shakira como una mujer que se hacía cargo de sí misma en todos los escenarios, y a quien el trajín de los conciertos, las giras, y las grabaciones, en lugar de agotarla, la empoderan.
“Ella se ocupa de todo en persona. No sabe leer música, pero en los ensayos está pendiente de cada instrumento, con un sentido crítico severo y un oído privilegiado que le permiten interrumpir un ensayo para coordinar la nota exacta con sus músicos. No sólo colabora con ellos en el escenario, sino que se preocupa por la suerte personal de cada uno”.
El texto es una verdadera muestra de escritura periodística, al tiempo que uno de los retratos más bellos que se han hecho de quien es una de las artistas más destacadas de Latinoamérica en el último tiempo.
Tras su encuentro en 1999, Shakira y García Márquez continuaron viéndose y compartiendo. Entre los dos se forjó una amistad basada en la admiración mutua. Ella era para él la máxima expresión de talento y trabajo, y él era para ella un maestro.
El escritor y la cantante trabajaron una vez más durante el rodaje de la adaptación cinematográfica de “El amor en los tiempos del cólera”. La encargada de la banda sonora fue la barranquillera, junto a Antonio Pinto y Pedro Aznar. Shakira compuso dos de los temas que aparecen en la película: ‘Hay amores’ y ‘Despedida’. Este último recibió una nominación a los Globos de Oro en 2008, en la categoría de Mejor canción original.
En la cinta, a pedido expreso del propio García Márquez, también se incluyó una versión de la canción ‘Pienso en ti’, del álbum ‘Pies descalzos’ que al escritor tanto le gustaba.
Le puede interesar: Fue poeta a los 6 años y murió al caer por una ventana: Nika Turbiná y sus versos precoces
En el archivo de Gabriel García Márquez que reposa en el Harry Ransom Center de la Universidad de Austin, en Texas, hay una esquela escrita en 2001 por el autor colombiano que resume ese orgullo que él siempre sintió por Shakira: “Nada que se diga o no se diga de Shakira podrá ya cambiar su rumbo de artista grande e imparable”.
En abril de 2019, cinco años después de la muerte del escritor, la cantautora colombiana hizo una publicación en su cuenta de Instagram en la que recordaba algunos momentos memorables de la entrevista que sostuvieron en su primer encuentro y la manera como los años los unieron de nuevo.
Esto fue lo que escribió:
“Tratar de resumir una persona tan grande en pocas palabras como Gabo es una tarea muy difícil, pero intentar recordar alguien como él es realmente muy fácil. Todos conocemos, millones de personas conocemos, la magia de sus libros y de sus historias, pero pocos hemos tenido la fortuna de conocer la magia de la que estaba hecho él mismo.
Yo en este sentido puedo considerarme una afortunada cuando a los 21 años -creo que tenía 21 años cuando lo conocí en su casa de Bogotá- porqué quería escribir sobre mí. La verdad que no tenía ni idea porqué alguien como Gabo quería escribir sobre mí ya que nunca me creí tan interesante…
En realidad, quien quedó cautivada en ese encuentro fui yo y sí, quedé cautivada por su sentido del humor, por su calidez, por su humanidad y por su forma de hablar adornada de tantos aires costumbristas que solo a él le pertenecían.
Realmente conversar con Gabo era cómo entrar en otra dimensión ajena al resto de los mortales. Era ver a un hombre entrado en años explorar el mundo de los otros como si fuese un niño, con una curiosidad inagotable, con una sed de saber y de inventar también… Me acuerdo cuando me decía: “Shakira, si no me lo cuentas, me lo invento” … Así que para mí fue un honor cuando me pidió escribir para la película que trataba de abarcar El amor en los tiempos del cólera y sí, escribí dos de mis mejores canciones hasta la fecha que fueron “Hay Amores” y “Despedida”… Cómo podía negarme a semejante honor y lujo de poder participar en un proyecto en el que estuviera involucrado Gabriel García Márquez?
Él lo dijo una vez: “Recordar es fácil para aquellos que tienen buena memoria y olvidar es difícil para los que tienen corazón”. Que sepas Gabo que mantenemos en nuestros corazones todo lo que dejaste en ellos y te seguimos recordando para mantenerte vivo” - Shak.
Gran artista y lectora, porque para nadie es un secreto su gusto por la literatura, Shakira siempre se mostró agradecida con García Márquez, no solo por haberse interesado en ella para escribir algo, sino por la amistad que le regaló con el paso del tiempo. Una prueba más de que la artista no solo factura, también deslumbra. Supo, en su momento, maravillar al escritor más maravilloso que ha visto Colombia, y con él, a toda una generación que la ha visto crecer.
Seguir leyendo: