Severo Sarduy nació el 25 de febrero del año 1937 en Camagüey, ciudad ubicada en el centro-este Cuba. Es considerado uno de los narradores cubanos más destacados gracias a sus escritos, de un carácter experimental único, fiel a su propia experiencia, aunque esto se verá de manera póstuma.
Sarduy inició sus estudios en La Habana, interesado en la escritura, colaboró con Diario libre y Lunes de revolución tras el triunfo del movimiento la Revolución cubana liderado por Fidel Castro y el Che Guevara. Allí dio a conocer sus primeros poemas y sonetos. A su formación se sumarán posteriormente la literatura, la medicina y el arte.
La salida de su país de origen y sus desapariciones frecuentes de la vida pública harían que gran parte de su vida quedara en secreto. Sin embargo, el estudio de sus escritos ha permitido un acercamiento.
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Viajó de su país natal a París en el año 1960, luego de haber ganado una beca del gobierno cubano, allí iniciaría estudios de historia del arte en la École du Louvre. Este traslado le permitió a Sarduy acercarse al círculo de escritores estructuralistas, cuyo movimiento cultural se caracterizó por tomar las ciencias exactas como modelo para aplicarlas a las estructuras lógicas.
Colaboró para medios europeos, entre los que se encontraba la revista Tel Quel, así como también Editions du Sueil y en la radiotelevisión francesa.
Su vida literaria fuera de Cuba
Severo Sarduy se quedaría fuera de su país para siempre y desde allí construiría un importante legado que va de la tendencia experimental a lo que se conoce como el neobarroquismo cubano, un estilo de la literatura donde estaban presentes los juegos de palabras, la búsqueda constante de las emociones y el uso de una estética de caos organizado.
Como confirmación, el escritor publicará “El barro y el neobarroco” en el año 1972, donde realiza un análisis profundo de la obra del poeta, ensayista y novelista José Lezama Lima, una de sus principales referencias para la escritura.
Los viajes constantes de Sarduy nutrieron su inspiración. Tras su paso por India empezó a reflejar en su obra tendencias de erotismo oriental, hecho que fortaleció su estilo experimental.
Aunque ungiste el umbral y ensalivaste...
Aunque ungiste el umbral y ensalivaste
no pudo penetrar, lamida y suave,
ni siquiera calar tan vasta nave,
por su volumen como por su lastre.
Burlada mi cautela y en contraste
-linimentos, pudores ni cuidados-
con exiguos anales olvidados
de golpe y sin aviso te adentraste.
Nunca más tolerancia ni acogida
hallará en mí tan solapada inerte
que a placeres antípodas convida
y en rigores simétricos se invierte:
muerte que forma parte de la vida.
Vida que forma parte de la muerte.
(Soneto)
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“Pájaros de la playa”, su obra póstuma
Antes de partir, el 8 de junio de 1993, Sarduy dejó escrita una novela de ficción en la que narró cómo enfrentaba la enfermedad del sida, que finalmente le causaría la muerte. Allí quedaron registrados los tintes exploratorios del autor que con humor y desparpajo daba cuenta de su propio coraje. La obra fue publicada por la editorial Tusquets.
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“En una isla que fue refugio de atléticos nudistas cual pájaros de la playa, una vasta casona colonial, algo desvencijada, preside hoy una comunidad de jóvenes viejos. <<golpeados de repente por el mal>>. A ella acude un día Siempreviva, <<una verdadera anciana y no joven avejentada>> con el deseo de vivir mejor con mayor brío sus seniles extravagancias entre precoces ancianos de consumida juventud”, figura en el libro “Pájaros de la playa”.
El grupo de hombres infectados con VIH yacía en un entorno tropical que Sarduy describió con imágenes que tenían la presencia del sol, el mar y la desnudez. Por ello, la crítica señaló en su momento que la novela póstuma representaba un regreso a Cuba y en ello, el propio testimonio de Sarduy con la enfermedad.
Entre sus obras se encuentran: “Gestos” (primera novela), “De donde son los cantantes”, “Cobra”, “Maytreya”, “Colibrí” y “Cocuyo”, Colecciones de poemas: “Big Bang” y “Daiquiri”, entre otros.
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