Es graciosa, además de guapa. Su pelo es color fuego, largo, lacio con bucles en las puntas, su contextura es pequeña, todo en su cuerpo es delgado, su piel es pálida y la mirada, intensa. Como una vampira miniatura, que además tiene sentido del humor. Rompe su hegemonía con gestos exagerados, tuerce de la boca como Billy Idol, se disfraza de cadáver en Halloween, anuncia, como si contara que tuvo una epifanía divina, que su primera novela surgió de una pesadilla.
Alaina Urquhart se autodescribe como “freaky” y ese sería apenas un resumen jocoso de sus caracterìsticas más llamativas: Alina (así se pronuncia su nombre, aclara) es técnica forense, madre de tres niños (dos gemelos), creadora de Morbid, el podcast de true crime más escuchado del mundo y, ahora, autora best-seller de un thriller, El carnicero y el pájaro, que además será adaptado como serie.
“Los asesinos seriales intentan arreglar algo rotísimo dentro de ellos mismos, repitiendo un patrón. Usan a sus víctimas como un medio para alcanzar un fin que, claramente, no sucede”, explica parada sobre la encrucijada en la que se unen su expertise como graduada en Justicia Criminal, Psicología y Biología con la del análisis de crímenes reales que le apasiona y la de haber creado a Jeremy, el protagonista de su novela, que lleva adelante su misión espeluznante en Luisiana, Nueva Orleans, y al que los medios apodan “el carnicero del pantano”.
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Lo presenta así, en acción sutil, mostrando el carozo de ese asunto, en la primera página de la novela: “Se acaba de duchar y después suele regalarse un afeitado lento y prolijo. Le gusta meterse en la cama con el cuerpo y la mente limpios. Procura que esos preparativos tengan lugar todas las noches, por muchas que sean las perturbaciones externas. Hoy un alarido espeluznante lo saca de su rutina. Jeremy estudia su rostro en el espejo y nota que la rabia empieza a enredársele en los sentidos, que lo inunda como una podredumbre invasora”.
El carnicero y el pájaro se lanzó en Estados Unidos en septiembre de 2022 y un día después de su llegada a librerías ya ocupaba el primer puesto de thrillers del Top 20 de Amazon. Debutó en la lista de los más comprados de The New York Times y The Wall Street Journal, con más de 100 mil ejemplares en una semana, y se vendieron los derechos para su publicación en veinte países. Entre ellos, la Argentina. La presentación de la edición en español —con traducción de Pilar de la Peña Minguell— es una conferencia de prensa virtual con medios de toda América Latina.
El título original en inglés es The Butcher and the Wren y ahí está el primer juego de la autora y la primera pista de la trama. “Wren” es el pájaro reyezuelo, el más diminuto de Europa, aparentemente discreto y frágil, pero con un trinar fuerte y complejo. También es el nombre de la otra protagonista de la novela, la patóloga forense Wren Muller, que por primera vez se encuentra frente a un caso que no puede resolver, y se embarca en una investigaciòn —con la ayuda del inspector Louis Leroux— que bordea la obsesión, una misión con un patrón a seguir, como el de su contraparte asesino.
La sinópsis podría parecer de manual del género, pero la lectura sucede al filo de la almohada (o sillón, si es de día). Los detalles narrativos y las características de los personajes convierten al libro en una experiencia casi visual para la que la productora Sister —responsable de, entre otros éxitos prestigiosos, la aclamada Chernobyl— ya tiene los derechos de adaptación.
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El humor morboso, oscuro, cáustico que acompaña la trama de modo colateral —y es marca de estilo de Urquhart en la novela, su podcast y tambièn en la charla-conferencia— permite desear un resultado audiovisual emparentado con la fabulosa Dexter y, oh, parabienes, la cabeza visible del proyecto es Jennifer Yale, productora y autora de varios episodios de la historia del adorable asesino serial de Miami.
Urquhart se declara fanática del género terror, del que es ferviente lectora. Ese amor comenzó cuando tenía siete años y su madre le regaló la colección de relatos cortos Historias de miedo para contar en la oscuridad que, dice riendo, lo terminó destrozando de tanto leerlo. Cuenta que eligió situar su thriller en Luisiana, lejos de Bostón —desde donde transmite ahora y donde vive con su familia—, porque necesitaba combinar la “naturaleza exuberante” del pantano, sus animales, “el ambiente pegajoso”, con la vida artística y cultural, que también está presente en la historia.
“La ciudad es un personaje más en la novela. Se puede tocar, oler y saborear. Implica a todos los sentidos y eso potencia más el miedo”, explica, hace una pausa dramática, pasa un segundo que podría sentirse más largo y entonces rompe el clima contando algo doméstico, el frío que suele hacer en su casa en invierno, en contraposiciòn con el calor del verano. Afloja la tensión, hace digerible el contenido y después otra vez, ¡zácate!
Este mismo procedimiento que pone en juego en la charla sucede en varios tramos de la novela y, sobre todo, es el secreto del éxito de su podcast Morbid, que conduce y produce junto a Ash Kelley, peluquera y su sobrina en los papeles, pero hermana menor en la práctica. A lo largo de casi 500 episodios, exploran casos que van desde las historias de notorios asesinos en serie hasta misterios sin resolver. La descripción es completa, plagada de detalles, incluye hechos y teorìas aledañas, conocimiento enciclopédico de las mentes más perversas, años de experiencia en la morgue, y también bromas, un tono alegre, divertido, que no es irrespetuoso, solo —como avisa y no traiciona su nombre— morboso.
Dulces pesadillas
Urquhart nació en Boston en 1985 y, durante su infancia, le fascinaba el funcionamiento del cuerpo humano. “Me preparé para estudiar medicina porque me cautivaba la anatomía y la salud cardíaca. Después, empecé a interesarme por determinar cómo es el ocaso de la vida humana. Y cuando me di cuenta de que eso era un trabajo, entendí lo que quería hacer”, cuenta. Después de recibirse, trabajó durante varios años como auxiliar de autopsias en la morgue de un hospital.
Pero también, desde siempre, rememora, tuvo mucha curiosidad por descubrir qué pasa en la mente de un asesino, cuál es el motivo que lo lleva a matar. Estaba entre esos dos mundos cuando en mayo de 2018 lanzó Morbid. Al podcast, “presentado por una técnica de autopsias y una estilista”, según su descripción, le fue tan bien que Urquhart pudo dejar la morgue. Dice que es un trabajo que “permite que hable una persona que ya no puede hablar”, por eso es tan “importante, pero muy duro”.
Así, investigando fuerte, terminó de prepararse para entrar de lleno a su siguiente etapa, la literatura, con una novela basada en todo lo real que conoce, pero puesto en juego con su mente morbosa y creativa. Es que El carnicero y el pájaro surgió de una pesadilla, cuenta: “Soñé con un hombre que me perseguía en un pantano y me desperté a medianoche para contárselo a mi marido. Ahí mismo agarré papel y lo escribí, es un ejercicio común para mí el de anotar los sueños”. Estaba embarazada de sus gemelos, que ahora tienen siete años.
“Al día siguiente, noté que esa pesadilla me seguía interpelando”, recuerda. Las imágenes del pantano, el hombre que la perseguía en sombras, la tensión de escapar, correr, la sensación del sudor mezclado con adrenalina, los mosquitos, la humedad. De eso hablaba con su marido, que le sugirió que siguiera escribiendo. Y entonces, “el libro casi se terminó solo, no podía parar”, dice. Es que después del impulso inicial, se abrió el dique de ideas.
La primera claridad, para romper con el patrón cliché del género, fue que no quería que hubiera solo víctimas femeninas: “Decidí apartarme de que las asesinadas solo fueran mujeres. Con Jeremy nadie está a salvo. Y si bien el proceso de escritura fue una catársis de aquella pesadilla, pude pensar mucho en el personaje y nutrirme de todo lo que había aprendido haciendo el podcast”.
Aunque evita dar detalles, comenta que sigue escribiendo y tiene otro proyecto literario que podría ser la continuación de El carnicero y el pájaro. Para crìmenes reales, avisa, está Morbid, que sigue vigente y planea producir nuevos episodios que apunten a salir del localismo estadounidense. Para la fantasía, está la novela. “Por suerte o por desgracia es pura invención mía, lo que me da un poquito de miedo. Porque contiene todo lo que a mí me asusta, lo repugnante, lo horripilante”.
Wren Muller es técnica en autopsias, como la autora. Ante la pregunta de qué más tienen en común, Urquhart dice: “Me sueno los dedos como ella y lo hago con mayor frecuencia si alguien me está molestando. Puse en el personaje algunas cosas que me gustaría ser. Ella es muy decidida, focalizada, determinada y tiene un conocimiento inmenso. También le di uno de mis defectos. Se obsesiona tanto por las cosas que termina descuidándose”.
Y con un humor tan negro como el rincón más recondito del abismo mas hondo, cuenta que, una vez publicado el libro, se dio cuenta de que Jeremy, el asesino serial que protagoniza El carnicero y el pájaro, es “muy parecido fisicamente” a su marido. El que la impulsó a escribir la novela, después de aquella pesadilla.
Quién es Alaina Urquhart
♦ Nació en Boston en 1985.
♦ Es técnica forense, creadora del (muy escuchado) podcast Morbid y escritora.
♦ Su novela El carnicero y el pájaro, basada en una pesadilla que tuvo, se convirtió en un éxito de ventas y será adaptada como serie.
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