El 9 de junio del año 1843 vio el mundo por primera vez en Praga, capital Checa, Bertha Félicie Sophie, quien más tarde sería conocida como Bertha von Suttner, por el apellido de su esposo, aunque con su título nobiliario de condesa también llegaría el apellido con el cual se le vincularía más comunmente, Kinský.
En el centro de una familia aristócrata del Imperio Austro-Húngaro y ausente de padre desde su nacimiento, creció bajo las enseñanzas de su madre y la supervisión de un tutor miembro de la corte. De allí que las tradiciones militares fueran un elemento familiar en su vida y serían el escenario en el que se sumergiera en un evento a la mitad de su existencia.
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De niña quiso iniciar su carrera como cantante de ópera, razón por la que realizó estudios en música; sin embargo, el pánico escénico logró superarla y este sueño pasó al baúl de los sueños sin cumplir.
Una vida dedicada a la escritura
Interesada en el mundo de las letras, Bertha Kinský, decidió empezar a escribir y para ello tomó el apellido de su esposo, por lo que pronto fue conocida como Bertha Von Suttner. Su primera novela se tituló “Inventarium einer Seele”, en la cual narró sus experiencias sentimentales; pronto a esta se sumarían otras cuatro novelas.
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Las letras lograron atraparla, pero también lo hicieron los pensamientos del teórico social Herbert Spencer y los planteamientos del naturalista Charles Darwin. Su segundo libro, titulado “Das Maschinenzeitalter” da cuenta de ello, en él la escritora comienza a criticar las naciones que deciden levantarse en armas e ir a la guerra.
Siguiendo esa línea nació el que será su libro más conocido, “Die Waffen Nieder”, o en español ¡Abajo las armas!. Considerado un clásico del movimiento pacifista a nivel internacional, fue traducido a 12 idiomas y contó con cerca de 37 ediciones. Kinsky también se dedicó a la escritura de reportajes bélicos en los que se expresaba intensamente.
“Una implacable descripción de los horrores y odios, cuando no injusticias, que provocan los conflictos armados. Bertha von Suttner pone de relieve la angustia de las mujeres cuyos maridos e hijos perdían la vida o quedaban mutilados en el campo de batalla”, (Fragmento de ¡Abajo las armas!)
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La tradición militar vs. su lucha como pacifista
Si bien debido a su educación Bertha Kinský tendrá una influencia importante de la tradición militar austro bohemia, esta no será lo suficientemente fuerte como para doblegar el espíritu pacifista con el que creció, el mismo que la llevaría a convertirse en una líder del movimiento por la paz, como tal participó en congresos y reuniones de carácter internacional en los cuales la búsqueda de la paz, el fin del reclutamiento y la promoción de proyectos pacifistas eran los temas centrales de sus conferencias.
Su interés no fue poco. Formó un grupo pacifista en Venecia, colaboró con la Sociedad de la paz de Venecia, impulsó la Oficina de Paz de Berna, fundó la revista Die Waffen Nieder enfocada en el movimiento pacifista, y junto con su esposo, dio conferencias en respaldo a los caminos de la paz.
En el año 1905, Bertha Kinský recibe el Premio Nobel de la Paz debido a sus aportes pacíficos a nivel mundial. Así, se convirtió en la primera mujer en recibir el premio, pero también la segunda con un Nobel luego de que el primero fuera entregado a Marie Curie en el año 1903.
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