En medio de una época con profundos cambios sociales y económicos, y quizás porque contemporáneos como Kafka, Joyce, Mann y Proust estaban teniendo mayor eco, el mundo literario casi deja por fuera de su vista al que se convertiría en uno de los escritores más importantes de Europa en el siglo XX, se trata de Hermann Broch, un autor caracterizado por una lucidez impecable y una gran capacidad para expresar numerosas experiencias, ya fuera desde la individualidad o como colectivo.
Este es un homenaje al escritor austriaco en un aniversario más de su muerte, ocurrida el 30 de mayo de 1951 en Connecticut, Estados Unidos.
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Sobre la vida de Hermann Broch
Nacido en Viena el 1 de noviembre del año 1886, Broch se convertiría en un prolífico escritor al que los círculos literarios casi dejan pasar. Creció en el corazón de una familia judía cuya condición económica en calidad de dueños de una empresa industrial les permitió ser aceptados por la aristocracia austriaca, aspecto que será determinante en su desarrollo, pero que también lo condenará más tarde al exilio.
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Inicialmente su existencia estaba lejos de la literatura, se formó como ingeniero textil y posteriormente se dedicó a gerenciar los negocios familiares, con lo cual su vida parecía definida; sin embargo, hacia el año 1912 empezó a frecuentar espacios literarios lo que marcaría su acercamiento al universo de las letras.
Durante la Primera Guerra Mundial el negocio familiar entró en crisis, lo cual lo llevó a tomar difíciles decisiones, entre ellas vender las fábricas, un hecho decisivo para su futuro como escritor. Empezó estudios en filosofía, literaturas clásica y contemporánea, psicología y matemáticas en la Universidad de Viena, donde comenzaría a gestar sus principales escritos.
Sin embargo, con la ocupación de Austria por tropas hitlerianas, hecho que tuvo lugar en el año 1938, su incursión en la literatura se vio interrumpida, pues tuvo que huir a Inglaterra y luego a Estados Unidos, donde vivió en el exilio hasta su último día.
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“La muerte de virgilio” y la escritura de Hermann Broch
Broch escribió varias obras en las que reflejó cómo podía transitar por distintas experiencias, dejando así obras que lo hicieron destacar como novelista, dramaturgo, ensayista y filósofo.
En su haber también reposan trabajos como poemas, relatos y ensayos en torno a la producción literaria. Sin embargo, su primera obra sería la trilogía novelesca titulada Los sonámbulos, donde cada parte hace referencia a tres momentos históricos. De esta manera, lleva al lector a la atmósfera de la fundación del Imperio alemán hasta finales de la Primera Guerra Mundial.
Entre sus últimas obras y la que, cuya escritura la llevaría a la posteridad, fue La muerte de Virgilio (1945). Allí profundiza y reflexiona sobre los valores éticos y morales, no solo del presente, sino también del pasado. Se posicionó como una de las más importantes, pues consolidado como un extenso monólogo narra las últimas 18 horas de vida.
Otras obras del autor son: Pasenow o el romanticismo, Esch o la anarquía, Huguenau o el realismo, Dichten und Erkennen. Essays I, Erkennen und Handeln. Essays II, Poesía e investigación, Die Unbekannnte Grösse y Geist und Zeitgeist.
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