¿Qué tienen en común Dante Alighieri, León Bloy y Fiódor Dostoievski? Además de ser tres escritores célebres en todo el mundo, el italiano, el francés y el ruso fueron los recomendados por el papa Francisco durante un discurso en una conferencia promovida por la revista de los jesuitas, La Civiltà Cattolica, en su primera aparición después de la preocupación que generó su repentina fiebre.
El jueves 25 de mayo, Francisco había suspendido una serie de actividades debido a un estado febril que, según afirmó el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, probablemente fue un problema relacionado con el cansancio. Pero el sábado pasado apareció en buena forma exhibiendo humor como cuando agradeció al padre Antonio Spadaro, director de “La Civiltà Cattolica”, que hubiese “hablado poco esta vez” durante su discurso.
Dado que la conferencia está dedicada a “La estética global de la imaginación católica”, Francisco observó que “el arte es un antídoto contra la mentalidad del cálculo y de la uniformidad y es un desafío a nuestra imaginación, a nuestra forma de ver y entender las cosas”.
Al dirigirse a los participantes, personajes de la cultura e intelectuales llegados de varias partes del mundo, el sumo pontífice, sucesor desde 2013 del recientemente fallecido Benedicto XVI, les dijo: “Hoy la Iglesia necesita vuestra genialidad porque necesita protestar, llamar, gritar”.
Durante la conferencia, Francisco habló sobre sus gustos literarios y hasta confesó algunos de sus nombres favoritos. “He amado en mi vida a muchos poetas y escritores, entre los que recuerdo especialmente a Dante (Alighieri), (León) Bloy, (Fiódor) Dostoievski y otros”. Y quiso agradecer a sus alumnos del Colegio de la Inmaculada Concepción de Santa Fe, con quienes compartió sus lecturas cuando era joven y enseñaba literatura.
“Las palabras de los escritores me ayudaron a comprenderme a mí mismo, al mundo, a mi pueblo, pero también a profundizar el corazón humano, profundizar mi vida personal de fe, e incluso mi tarea pastoral, también ahora en este ministerio, por eso la palabra literaria es como una espina en el corazón que os mueve a la contemplación y os pone en camino”, afirmó.
En abril de 2022, durante su discurso en la audiencia general celebrada en el aula Pablo VI del Vaticano, Francisco ya había hecho alusión a Dostoievski, autor de clásicos como Crimen y castigo, El idiota y Los hermanos Karamazov y uno de los más grandes autores rusos junto a León Tolstói.
Después de hablar del conflicto bélico en Ucrania, reflexionó sobre las guerras y citó el libro de Dostoievski La Leyenda del Gran Inquisidor, que suele estar muy presente en sus lecturas. En esa ocasión, remarcó “la tentación de una paz falsa, basada en el poder, que después conduce al odio y a la traición de Dios, y a tanta amargura en el alma”.
Francisco, además de lector, es un prolífico autor de libros como Te deseo la sonrisa, Soñemos juntos, Tierra, techo y trabajo, Caminar con Jesús, La felicidad en esta vida y ¿Quién soy yo para juzgar?
Fuente: EFE
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