La historia es conocida y desde este miércoles, cuando murió, se repitió por los diarios, las redes sociales, los canales de televisión, las radios. La historia de Tina Turner, la niña que nació en un hospital sólo para afroamericanos en el sur de los Estados Unidos y murió en una mansión en Suiza.
La historia de la mujer golpeada, maltratada, denigrada por su marido -y dúo musical- que un día logra dar el portazo y armar una carrera solista. Que así, cantando sola sobre esas dos piernas increíbles, se hizo más grande de lo que nunca hubiera soñado.
La historia de una mujer que creció en un hogar conflictivo, del que sus padres se fueron dejando a las hijas con parientes. Que perdió dos hijos. Que supo lo que era el infierno y supo salir de él.
Todo eso se recuerda en estas horas. Pero quizás se sepa menos algo más: Tina Turner, con esa experiencia y su práctica budista. escribió un libro que muestra a los demás cómo ir más allá de las dificultades. Se llamó La felicidad nace de tí y salió en 2022. Aquí, once frases para empezar.
De “La felicidad nace de tí”
1) ¿Quién hubiese esperado un resultado extraordinario de una chica de granja como yo, nacida entre los últimos días de la Gran Depresión y los primeros de la Segunda Guerra Mundial? Sin embargo, el camino de mi vida siempre ha sido realmente como una flor de loto, abriéndose paso cada vez más fuerte. No importa dónde hayas nacido o quiénes sean tus padres; creo que todos partimos con una mezcla de circunstancias en las que hay tanto luz como oscuridad. Algunos de nosotros experimentamos más de una que de la otra. Y creo que existe un vínculo inextricable entre nosotros y nuestros antepasados, en cuyos hombros nos apoyamos para crecer como descendientes.
2) Mis padres intentaron huir de Nutbush unas cuantas veces, con la esperanza de que un cambio de escenario les proporcionaría una nueva vida, y dejaron atrás a sus hijas pequeñas. Cuando yo tenía solo tres años, se fueron a trabajar a una base militar en Knoxville, a más de 560 kilómetros. No teníamos teléfono, de modo que no tuvimos contacto con ellos mientras estuvieron fuera. Hubiesen estado más cerca si se hubiesen mudado a la luna, porque por lo menos podía verla.
3) Cuando trabajaba en los campos, recogiendo algodón y fresas bajo un calor sofocante, me imaginaba un paraíso remoto en el que pudiese vivir en una elegante película como las estrellas de cine. No tenía ni idea de dónde estaba ese «Hollywood» mágico, pero sabía, en lo más profundo de mi ser, que no estaba destinada a quedarme en aquellas tierras de cultivo. Incluso entonces creía que mis circunstancias no limitaban mis posibilidades. Sabía que algún día encontraría mi camino hacia el mundo.
4) Vivir con Ike supuso una interminable serie de calvarios. Me cambió el nombre de Anna Mae Bullock por el de Tina Turner al principio de nuestra relación, a pesar de mis protestas. Después de eso, durante nuestro difícil ascenso a la fama en la década de 1960 como Ike & Tina Turner Revue, sufrí durante años la violencia doméstica, tanto emocional como física. Los labios rotos, los ojos morados, las articulaciones dislocadas, los huesos fracturados y la tortura psicológica se convirtieron en parte de mi día a día. Me acostumbré a sufrir y traté de mantenerme cuerda mientras lidiaba de algún modo con su locura. Sentía que no tenía escapatoria.
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5) Cualesquiera que sean tus sueños, sé que también podrás convertirlos en realidad. Mi deseo es que triunfes y alcances tu propia definición de felicidad, como sea que quieras pintar ese cuadro. Si te quedas con algo de estas páginas, espero que mi historia de autorrealización oriente e inspire tus sueños, ahora y en el futuro.
6) Cuando hablo de que los sueños se hagan realidad no me refiero a los deseos externos en nuestras vidas. Las recompensas materiales son agradables, y estoy profundamente agradecida por todas las cosas magníficas que tengo en mi vida. Trabajé muy duro para llegar hasta donde estoy ahora. Pero esta no es la transformación de la que hablo. Lo que cambió para mí, lo que me permitió obtener todos los beneficios evidentes de los que disfruto en la actualidad, fue infinitamente más importante: los profundos cambios internos que resultaron de la práctica espiritual de recitar Nam-myoho-renge-kyo , del estudio y de ayudar a los demás.
7) Todo el mundo quiere ser feliz. La búsqueda de la felicidad es un instinto central que trasciende la fe y la cultura. Todo lo que las personas dicen o hacen se basa, en última instancia, en la creencia, a menudo inconsciente, de que sus acciones las conducirán a la felicidad. El truco es cómo hacer que la felicidad perdure. La felicidad es una sensación. Y, como todas las sensaciones, puede desaparecer tan rápidamente como ha aparecido.
8) Cuando soñamos, y especialmente cuando soñamos a lo grande, siempre hay un hueco entre la realidad de lo que tenemos y nuestros objetivos. La clave es encontrar una forma de salvar esa distancia con éxito. La práctica espiritual fue lo que me construyó un puente. El trabajo duro, el tesón y la fortaleza espiritual me ayudaron a alcanzar mis sueños. Antes de conocer la práctica ya tenía la ética del trabajo y era tenaz, pero me faltaba la fortaleza espiritual.
9) Cuando estamos molestos, es muy fácil culpar a los demás. Sin embargo, la raíz de nuestros sentimientos está en nuestro interior. Por ejemplo, imagínate como un vaso de agua. Ahora imagina que las experiencias negativas pasadas son posos en el fondo de tu vaso. Después piensa en una situación o en una persona desagradable como una cuchara. Cuando la cuchara remueve el agua, el sedimento la enturbia. Podría parecer que la cuchara ha provocado que el agua se enturbie, pero, sin residuos, el agua seguiría estando clara. Aunque saquemos la cuchara, nuestro sedimento permanecerá, a la espera de que aparezca la próxima cuchara. Por otro lado, si eliminamos el sedimento, no importa lo que pase, no importa cuánto remueva la cuchara: nuestra agua seguirá estando clara.
10) Sinceramente, no estoy segura, pero cuando sentía que algo no encajaba en mi escenario, me acercaba bailando con una sonrisa y mandaba un poco de amor a mi equipo para que todo el mundo se sintiera fuerte y centrado. Las gemelas me decían que debía de tener ojos detrás de la cabeza, y nos reíamos con esta idea. Realmente solo escuchaba mi voz interior y sintonizaba con la energía que había a mi alrededor. Creo que todos podemos hacerlo si nos centramos en sintonizarnos con nosotros mismos.
11) Puedes convertirte en embajador de la esperanza, un tesoro esencial y radiante de la humanidad, en el que reconoces que todos los seres vivientes son miembros de tu familia lejana. A medida que sigas propagando luz de esta manera, haciendo el bien en el mundo de forma activa, esa energía regresará a ti en forma de abundante positividad. Cuando te niegas a perpetuar cualquier mal que te hayan hecho, puedes liberarte de las cadenas de la negatividad. Utiliza tu vida para la paz y la buena voluntad.
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