El escritor español Benito Olmo, autor de títulos como “La maniobra de la tortuga” o “El Gran Rojo”, regresa a las mesas de novedades en las librerías con una novela de alto calibre, una ficción que pone el foco en el negocio de las peleas clandestinas y en las redes de explotación de mendigos.
Publicado por el sello AdN Novelas, este libro cuenta la historia de Ayla, una joven inmigrante de 16 años que se gana la vida boxeando en lugares de mala muerte. Debe cuidar de su padre, quien ha enfermado de Alzhéimer, y siempre algo llega para poner las cosas de cabeza. A Ayla le da la sensación de que lo tiene todo en su contra.
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Un problema tras otro, la irrupción de alguien de su pasado la obligará a formar parte de un peligroso juego de favores, deudas y engaños. Ayla se reencontrará con el detective Mascarell, tan desastroso como brillante, y con él intentará adentrarse en el lado más oscuro de Frankfurt, en una lucha de poder por el manejo de los hilos de este sitio que acabará todo salpicado de sangre.
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Mafia, prostitución y negocios turbios se dan cita en esta trama a tres bandas narrado con originalidad. Lo que ha conseguido Benito Olmo en “Los días felices”, con su habitual desparpajo, es simplemente exquisito. Probablemente, sea uno de los autores de novela negra más destacados de la literatura española en estos días, junto a escritores como Juan Gómez Jurado o Javier Castillo.
“Los días felices” es la quinta publicación de Benito Olmo, una novela negra que juega con los lectores de inicio a fin. Al comienzo, una breve nota introductoria le ofrece a quien lee dos posibles modos de diálogo con la historia: el primero corresponde a la forma tradicional, mientras que el segundo sugiere arrancar desde ciertos pasajes para tener un sentido más completo de la historia. Ambos modos, el tradicional y el alternativo, son correctos, pero solo uno de ellos le permitirá al lector la experiencia apropiada.
La piedra angular de este juego, lo ha explicado previamente el autor, es un interrogatorio propuesto a partir de la propia trama. El lector, sugiere Olmo, puede leer cada parte del interrogatorio según vaya avanzando en la lectura, o bien leerlo completo de entrada y después arrojarse a la historia.
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Para la escritura de “Los días felices”, el autor español ha revelado que se ha empapado como el que más para poder ambientar los escenarios y dotar de mayor veracidad los diálogos de sus personajes. “He hablado con policías y con gente implicada en este tipo de delitos, y es ahí cuando te das cuenta de todo lo que nos queda por mejorar como sociedad. Hay que ser muy desalmado para matar de hambre a dos tipos y obligarlos luego a pelear por un trozo de pan, por ejemplo, o para aprovecharse de los más necesitados y obligarlos a pedir limosna en tu beneficio, con amenazas y castigos si la recaudación resulta insuficiente”, ha dicho Olmo.
El también autor de “La tragedia del girasol”, que vivió un tiempo en Frankfurt y hoy reside en Madrid, ha recibido el Premio Novelpol a la mejor novela negra publicada en 2021, y ha sido finalista del Premio Cartagena Negra 2019, del III Premio Santa Cruz, del I Premio Aragón Negro y del Tormo Negro Masfarné, entre otros galardones.
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