Para cualquier lector de libros sobre ficción y novelas, resulta imprescindible leer las obras de Mario Vargas Llosa. Más allá de sus ideas políticas a favor del liberalismo en Latinoamérica que en muchas ocasiones generaron controversia, disfrutar su ilustre prosa o su particular estilo de escritura también es una manera de descubrir su brillante obra.
Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura en 2010, está considerado entre los tres autores más grandes de la historia de la literatura en Latinoamérica junto con el argentino Jorge Luis Borges (1899-1986) y el colombiano Gabriel García Márquez (1927-2014), éste último, también ganador del Nobel de Literatura (1982).
Es más, el escritor peruano de nacionalidad española y Gabo integraron el denominado “Boom latinoamericano”, aquel fenómeno literario, cultural y social compuesto por cuatro jóvenes escritores surgido entre los años 1960 y 1970, cuyas obras trascendieron en Europa y en el resto del mundo para sumarse al interés de los lectores en todo el planeta por la literatura latinoamericana. El argentino Julio Cortázar (1914-1984) y el mexicano Carlos Fuentes (1928-2012) también componían este cuarteto de prolíficos novelistas latinoamericanos.
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Portador de un estilo particular, con el tiempo Mario Vargas Llosa se convirtió en una figura internacional. Sus opiniones políticas, no exentas de polémicas, también contribuyeron a su fama como se observan en varias de sus obras literarias.
Precisamente, seleccionar solamente una obra de Vargas Llosa como la más importante de todas resulta una tarea difícil, ya que sus novelas reflejan distintos momentos de su madurez creativa.
De todos modos, la crítica especializada entiende que entre sus obras más emblemáticas no pueden faltar novelas como La ciudad y los perros (1962), La casa verde (1965), Conversación en la catedral (1969), Pantaleón y las visitadoras (1973), La tía Julia y el escribidor (1977) y La fiesta del chivo (2000), así como el relato Los cachorros (1967).
Sin embargo, ¿cuál es su obra más importante y por qué leer a Vargas Llosa?
El español Juan Cruz Ruiz, periodista, crítico literario y también escritor, uno de los fundadores del diario El País de España, destacó dos obras monumentales del Nobel peruano.
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La primera es La ciudad y los perros, el primer libro de Vargas Llosa, publicado en 1963, cuando el escritor de Arequipa tenía 27 años. Su novela es el relato de su experiencia vivida, la disciplina a la que fue sometido cuando estudiaba en el colegio militar.
“Es el primer libro suyo que leí. Es la historia de un grupo de jóvenes alumnos del colegio militar Leoncio Prado, donde se enfrentan a un ambiente de prejuicios raciales y clasismo social y económico. El nudo gira en torno al robo de las preguntas de un examen, que termina confrontando a los cadetes entre sí”, señaló Cruz Ruiz, quien además se desempeñó como jefe de la sección Cultura del diario El País.
Según Cruz Ruiz, esta novela, junto con Conversación en La Catedral, son “un monumento de arquitectura literaria”.
Conversación en la Catedral es la obra de Vargas Llosa más elogiada, según la crítica literaria. Su tercer trabajo fue publicado en 1969, dos años después de Cien años de soledad (1967), el gran éxito de García Márquez que significó el epicentro del Boom latinoamericano.
La memorable ficción del escritor peruano narra el diálogo que mantuvieron Zavalita, hijo de un empresario acaudalado, con Ambrosio, el chofer de su padre en el bar limeño La Catedral.
Sobre la majestuosa obra, Cruz Ruiz destacó la construcción literaria de su relato por encima de La ciudad y los perros. “Es más perfecto, no hay nada que se le escape a Vargas Llosa como arquitecto”.
En ese momento, Vargas Llosa “era un muchacho que aún no llegaba a los 35 ó 40 años, y que haya escrito esas dos obras maestras ya lo pone, sin duda, en la historia de la literatura”, subrayó Cruz en un artículo que publicó en el diario El País.
Sin dudas, Vargas Llosa es uno de los grandes referentes del denominado Boom latinoamericano, ya sus textos representan cabalmente la idiosincrasia peruana, logrando que la literatura de su país adquiera trascendencia universal.
Desde joven, el escritor peruano quedó atrapado por la prosa de los maestros de su época, de los cuales, muchos de ellos eran mayores que él. Jorge Luis Borges fue uno de sus escritores favoritos en Latinoamérica aunque sus lecturas predilectas fueron las novelas de los franceses Alejandro Dumas y Víctor Hugo.
A diferencia de los grandes novelistas latinoamericanos como García Márquez, Cortázar o Carlos Fuentes, familiarizados con un estilo literario cercano al realismo mágico o al género fantástico, la mayoría de sus obras contienen realismo puro, un estilo literario que el Nobel peruano supo desarrollar durante su trayectoria.
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