¿Cómo sería el mundo sin hombres? ¿Qué cambiaría de la vida que conocemos hoy? Según el relato de Newman plantear una nueva existencia sin hombres obliga a reconocer los aspectos con los que histórica y socialmente se ha asociado la figura masculina.
Si bien es una idea que se ha abordado con anterioridad en textos de otras autoras, como Lauren Beukes o Jacqueline Harpman, la desaparición de los hombres en el mundo de Newman es una puerta abierta al cuestionamiento y la reflexión sobre lo que implica para la tierra la presencia del hombre como individuo.
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Esta es la premisa que aborda Newman en su último libro titulado “Un mundo sin hombres”, un texto narrativo en el que plantea, por mucho, un mundo lejano al que conocemos hoy. Caminando entre el thriller y la ciencia ficción, la autora le permite al lector conocer personajes que no pueden encasillarse en “buenos” y “malos”, de ahí que un evento como la desaparición de unos resulte tan inquietante y complejo.
Aquí existe una propuesta interesante que invita al lector a repensar la figura masculina y todo lo que su presencia significa para el mundo. También implica una mirada al pasado y, con ello, a una serie de valores, cualidades, defectos y aspectos que los construyen en toda su naturaleza.
¿Cómo lo logra? La clave para descifrar cómo se constituye este mundo sin hombres reside en los seres que quedan ahora a cargo de la tierra: las mujeres. En este mundo sin ellos las condiciones presentan otro panorama para el desarrollo de la vida en todas sus etapas. La historia de Newman ha eliminado la violencia de la faz de la tierra, lo cual propone nuevas dinámicas sociales que resultarán determinantes para los habitantes.
La luz de la mañana del 26 de agosto se percibe de manera muy distinta. Algo ha cambiado en la tierra. Sin avisar, sin percatarse alguien de lo que estaba por suceder, los hombres han desaparecido de la superficie de la tierra.
El primer personaje sobre el que nos sitúa la autora es Jane Pearson, una mujer que se enfrenta a la desaparición de su esposo y de su hijo, lo cual la lleva a emprender una incesante búsqueda con el fin de hallar algún rastro de cualquiera de los dos hombres con los que convive. Sin embargo, con el paso del tiempo las esperanzas empiezan a mermar.
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El dilema para Jane aparece muy pronto, en medio de la desesperante búsqueda de respuestas se encuentra con unas condiciones que le resultan particularmente agradables. Frente a sus ojos aparece un mundo mucho más feliz, seguro y que parece mucho mejor, es una sociedad nueva.
La situación que enfrenta Jane la obliga a decidir entre vivir en este nuevo mundo, lejos de la hostilidad, o ayudar a que los hombres puedan regresar y retornar a las condiciones que lo dominaban anteriormente. Esta decisión se vuelve más difícil a medida que conoce las historias de las mujeres que quedan, muchas de las cuales no pueden desligarse fácilmente de la tristeza y el dolor fruto de la ausencia.
El conflicto, por supuesto, también se dibuja para el lector. En conversación con el medio El Confidencial, Newman explicó:
“Y ahí el libro se sumerge en el horror. Ahí se transforma en una parábola sobre la tentación y el peligro de tratar de resolver los problemas del mundo eliminando a personas (...) Se dice que no se puede hacer una tortilla sin romper huevos. Mi libro es una utopía o una distopía, dependiendo de si adoptas el punto de vista de la persona que se come una tortilla deliciosa o el punto de vista de los huevos”.
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Sobre la autora
Nacida el 6 de noviembre de 1965 en territorio estadounidense, Sandra Newman ha llegado a la escena literaria a través de textos narrativos, entre los cuales brilla con luz propia su primera novela titulada “The Only Good Thing Anyone Has Ever Done”, la cual fue nominada en 2002 al Guardian First Book Award un evento que premiaba propuestas literarias por el periódico The Guardian.
En su haber también reposan otros textos como: “Como no escribir una novela”, el que sería el primer texto traducido al castellano y que no tardó en convertirse en uno de los más vendidos, así como “The Heavens”, “The country of ice cream star”, “The Country of Ice Cream Star”, entre otros.
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