A Juan Rulfo le bastó publicar solo un par de libros para quedar consagrado en el Olimpo de las letras latinoamericanas para siempre. Su influencia a nivel mundial es indiscutible y cuando parece que aquellas voces de antaño van siendo olvidadas, cada vez menos leídas, su obra vuelve a emerger con la misma intensidad de la primera vez.
En 2023 se conmemoran 106 años del natalicio del escritor mexicano, quien llegó al mundo en el mes de mayo de 1917, en la localidad de Apulco, en el estado de Jalisco.
Bautizado con el nombre de Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, desde muy joven se vio enfrentado al dolor que trae consigo la pérdida. No tenía más de seis años cuando su padre fue asesinado, y apenas cuatro años después su madre falleció.
Le puede interesar: Un accidente en una montaña, la pérdida de un ojo y la irrupción de la muerte: “Lobo, unas memorias falsas”, de Jim Harrison
Vivió con su tío durante un tiempo y luego con su abuela, pero una buena parte de su infancia y adolescencia temprana la pasó metido en un orfanato en Guadalajara que recordó en varias ocasiones como una correccional, por los días difíciles que tuvo que pasar allí.
La actividad literaria de Rulfo comenzó a gestarse al inicio de la década de los 30, cuando participó de algunas publicaciones con la revista México. En 1934, colaborando para la revista América, publicó sus primeros relatos, pero no fue sino hasta cuatro años después que los lectores comenzaron a apreciar su naciente obra, mientras el autor se encontraba trabajando en el Archivo de la Secretaría de Gobernación en su país.
Los años 40 fueron para el autor de “Pedro Páramo” de una completa apertura. Habiendo compartido con figuras como el poeta Efrén Hernández y el escritor Juan José Arreola, Rulfo comenzó a frecuentar los círculos literarios y culturales de la Ciudad de México. Además, su labor como fotógrafo y escritor de guiones le abrió las puertas de una escena que se erigía a la luz de las vanguardias europeas y pronto marcaría la pauta en el resto de Latinoamérica.
Le puede interesar: “Nenes raros”: padres animales, peludos envenenados y un bebé quemado con brea en el “Macondo del siglo XXI”
Su primer libro, “El llano en llamas”, vio la luz en el año 1953, de la mano del Fondo de Cultura Económica, que lo publicó en su colección Letras Mexicanas. Dos años después llegó su gran obra, que le mereció los elogios de figuras como Jorge Luis Borges o Carlos Blanco Aguinaga.
Si bien Rulfo escribió durante casi toda su vida adulta hasta su muerte, la mayoría de los textos que consideró maduros son los que a día de hoy los lectores siguen leyendo. Otros de sus cuentos, que si bien habían sido publicados en revistas y periódicos, no fueron compilados por el propio autor, quizá por el espíritu de los mismos o porque llegó a considerarlos malogrados.
Sus guiones y relatos se han reeditado en numerosas ocasiones, así como su trabajo fotográfico. Sin embargo, ningún otro título de la literatura mexicana ha sido tantas veces citado, replicado, reeditado y adaptado como “Pedro Páramo”, esta novela en la que el escritor se dejó la piel y terminó por marcar a toda una generación.
Casi 70 años después de su publicación, la historia de Comala está a punto de resurgir una vez más, pues Netflix anunció la puesta en marcha de una nueva adaptación de la novela a la pantalla grande, bajo la dirección del cineasta mexicano Rodrigo Prieto y la actuación de Tenoch Huerta, quien encarnará a Juan Preciado.
Le puede interesar: “Mi padre y otros accidentes”: la desopilante historia de conocer a tu padre 34 años después
El guion de la cinta ha corrido por cuenta del guionista español Mateo Gil, quien ha sido la mano derecha del director Alejandro Amenábar durante varios años, y junto a Huerta, el cuerpo actoral está integrado por Manuel García-Rulfo, quien además es hijo de un primo segundo del célebre autor mexicano, Ilse Salas, Mayra Batalla, Héctor Kotsifakis, Roberto Sosa, Dolores Heredia, Giovanna Zacarías, Noé Hernández y Yoshira Escárrega, entre muchos otros nombres conocidos del medio actoral mexicano.
“Pedro Páramo me impactó profundamente desde la primera vez que la leí y llevar la novela de Juan Rulfo a la pantalla será una hazaña en todos los aspectos. Estamos siempre en búsqueda de nuestras raíces, de quiénes somos, y esto es algo que me atrae mucho de la novela. Me identifico especialmente con Juan Preciado, que se está buscando a sí mismo y a su país en la búsqueda de su padre. Él representa al pueblo mexicano, en el sentido de que somos un pueblo mestizo, una mezcla de raíces y de razas”, comentó Rodrigo Prieto, director del largometraje.
No es la primera vez que este clásico de la literatura latinoamericana llega al cine. El primer largometraje corrió a cargo del español Carlos Velo, en 1967, cinta que fue nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes de ese año. Una década después, el mexicano José Bolaños realizó una segunda versión y consiguió tres premios Ariel en 1979.
Tampoco es la primera vez que algún proyecto relacionado con Juan Rulfo llega al cine. Además de las cintas en las que participó como guionista, varios de los cuentos del mexicano han sido adaptados. El más reciente, “Paso del norte”, en 2022.
La adaptación de “Pedro Páramo”, cuya producción está a cargo de Stacy Perskie y Rafael Ley, dos de los productores más relevantes de la industria audiovisual mexicana, se filmará en el país azteca durante y se espera que su estreno en la plataforma se lleve a cabo en 2024, con lo que se espera reavivar el legado de quien ha sido una de las voces más determinantes de la historia de la literatura en el siglo XX.
Seguir leyendo: