Tres autoras hispanoamericanas que retratan la maternidad a través de la novela

A lo largo de la historia, la literatura ha retratado los episodios más intensos de la condición humana: el temor a la muerte, las incertidumbres ante la vida y su origen, el amor… En ese camino, la maternidad y su universo, imposible de generalizar, también ha sido asunto de interés, lo que implica llevar una vida dentro, sufrirla y finalmente echarla a andar.

Distintas han sido las preguntas que escritores y escritoras se han planteado a lo largo de los años en torno a ella y las letras hispanoamericanas no han sido la excepción.

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A partir de múltiples miradas, y en diversos géneros, la literatura en español ha capturado la experiencia de la maternidad en distintos escenarios y momentos de la historia, dando cuenta de la variedad de condiciones que pueden atravesarla, los miedos, deseos, expectativas y frustraciones que se van sumando en el camino.

Las novelas a continuación descritas corresponden a situaciones en extremo contemporáneas, pero no por ello sujetas a una época en particular. En estas páginas sus autoras acuden a personajes específicos para mostrarnos la maternidad desde distintas perspectivas, a veces desde sí mismas y otras desde lo que ha quedado en ellas por otras madres.

A continuación, tres novelas escritas por tres voces de la literatura hispanoamericana: Silvia Nanclares, Ana Navajas y María Antonia León.

En la víspera de su cumpleaños cuarenta, la narradora de este libro pasa de la alegría a la desazón en poco tiempo. Se enamora de un hombre y al tiempo pierde a su padre. De alguna manera, ansía ser madre por el deseo de querer sentir cerca a quien ya no está y entregar una vida a cambio de otra.

Con un gran componente autobiográfico, esta novela retrata los eventos iniciáticos que toda mujer atraviesa en su intento por ser madre. Con buen tino, Silvia Nanclares escribe sobre las frustraciones mes a mes durante el embarazo, la urgencia biológica, la incertidumbre, el fantasma de la infertilidad, los apegos familiares, el sexo mecánico, las complejidades de la vida en pareja y los miedos de nunca acabar.

Al tiempo, alumbra sobre aquello que entra a importar más en estos momentos: el amor, la pasión, los amigos, la cercanía con la familia. En estas páginas, los lectores encontrarán una voz que se cuestiona, se increpa a sí misma, a la vez que condensa todo el sentir de una condición como la maternidad a través de su historia.

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¿Cómo ser una madre cuando se ha crecido sin la presencia de una? La experiencia de la pérdida en este texto de la escritora argentina Ana Navajas se convierte en un detonante para la incertidumbre en torno a su maternidad y su rol como mujer.

De repente, el lector la encuentra en la prosa como esposa, hija, hermana, madre de tres hijos, al tiempo que se visualiza a sí misma como una niña sin madre que se hace preguntas sobre la ausencia y el dolor, mientras se sumerge en un pasado del que parece no querer salir.

Buenos Aires es el escenario de esta novela en la que Navajas le da voz a esta mujer que, con el paso de los años, desconoce quién es cuando está sola, lo que debe hacer cuando no hay quien más a quien cuidar, lo que vendrá para ella cuando la distancia sea ya una realidad.

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En un territorio víctima de la catástrofe, la experiencia materna podría estar al borde de la locura, pues parece no tener cabida después del desgarrador suceso del año 1985: la tragedia de Armero, el resultado de la furia de un volcán que a su paso por este municipio colombiano, a quienes no pudo llevarse, se grabó en la memoria de los que quedaron de pie.

La escritora colombiana María Antonia León, en su primera novela, dibuja un mapa que aunque tiene punto de partida, desdibuja el punto de llegada. Aquí, ser madre en medio de la destrucción sería una misión, pero para esta mujer el objetivo no yace en sus deseos.

Con este título, la autora resultó ganadora de la sexta edición del Premio Bienal de Novela Corta “Roberto Burgos Cantor”.

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